DeNunCianDo  
Denunciando   Video Porno luly bossa Completo   Video Porno Sandra Muños Completo   Alejandra Omaña Primer video porno   Lina Arroyave, DESNUDA, la mama del hijo de Kevin Roldan   

Retroceder   DeNunCianDo » ..:::: CoMuNiDaD DeNunCianDo.CoM ::::.. » Discusiones Generales » Peliculas, Cine y Teatro

Peliculas, Cine y Teatro Cuéntanos sobre qué película es la mejor y cuál es la peor. Qué películas hay en cartelera, cuáles recomiendas y cuáles no. Noticias, novedades y encuestas del séptimo arte y el mundo del teatro. Encontrarás descargas y todo lo que necesites de este fascinante mundo del espectáculo

Hola Invitado!
Tómate un minuto para registrarte, es 100% GRATIS y no verás ninguna publicidad! ¿Qué estás esperando?
tapatalk Para Ingresa a Denunciando.com por medio de TapaTalk Clic ACA
Registrarse Ahora
Peliculas, Cine y Teatro »

Cineclub de Denunciando

Participa en el tema Cineclub de Denunciando en el foro Peliculas, Cine y Teatro.
....



Temas Similares
Tema Autor Foro Respuestas Último mensaje
Nuevo en Denunciando.....Mi aporte para las nenas de Denunciando FuegoBucaro Baño De Mujeres 4 17-03-2024 09:50:11
Denunciando.org, nuevo dominio de denunciando para emergencias. Darth DarK^^ Discusiones Generales 28 27-02-2022 12:02:17
Nuevo en Denunciando.....Mi aporte para las nenas de Denunciando FuegoBucaro Baño De Mujeres 2 30-06-2014 18:23:46
*****Los Pies Femeninos + Lindos de Denunciando.com (Miss Pies Denunciando.com)***** Dominic Toretto El + y La + Linda(o) 96 04-01-2011 14:34:17
firmen aki los mas madrugadores....en denunciando. pa denunciando. Alastor Hablar Mierdita 30 01-11-2009 14:11:01

Like Tree58Me Gusta

Respuesta
Antiguo 31-12-2024 , 15:08:59   #71
Denunciante Épico
 
Avatar de Heráclito
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 31.479
Me Gusta Recibidos: 23246
Me Gustas Dados: 16193
Ingreso: 19 jun 2011

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 142
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 616
Puntos: 1174152
Heráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos
Mencion De Honor Denunciando Corazon Purpura Concurso General 10 Años Concurso General Mejor Colaborador 
Total De Premios: 9

  
My Custom Emoticon Clark Gable, "el Rey de Hollywood"

Los mejores licores
Cita:
Clark Gable, "el Rey de Hollywood"

Javier Leal



Clark Gable, el "Rey de Hollywood", era un hombre de carisma, misterio y presencia indomable, tanto en la pantalla como fuera de ella. En 1957, Gable asistió al estreno de El Espíritu de St. Louis con su quinta esposa, Kay Williams. En ese momento, Gable ya estaba entrado en sus cincuenta, después de haber consolidado su estatus como una de las mayores estrellas de Hollywood a través de papeles icónicos como Rhett Butler en Lo que el viento se llevó (1939) y Peter Warne en It Happened One Night (1934), lo que le valió un Oscar al Mejor Actor. La aparición de la pareja en el estreno fue una rara salida pública para Gable, quien, como admitió su esposa Kay, no era particularmente aficionado a los eventos sociales a pesar de su naturaleza amistosa.

En entrevistas sobre esa época, Kay compartió anécdotas sobre su matrimonio con el famoso Gable. Ella confesó que aunque su marido era de naturaleza afable y encantadora, él no era alguien que disfrutara de los focos o el constante circuito de fiestas que venía con ser una estrella de Hollywood. En 1957, Gable ya había "pasado esa fase" y había decidido que no era para él. Sin embargo, Kay, una socialité a la que le encantaba una buena fiesta y un poco de cotilleo, se las arreglaba para convencerlo para que asistiera a eventos aquí y allá, como el estreno de The Spirit of St. Louis. Sin embargo, incluso en estas reuniones, Gable prefirió permanecer en privado y a menudo se mantuvo alejado de los chismes que dominaban las conversaciones de Hollywood.

Los comentarios de Kay sobre la reticencia de Gable a los cotilleos revelaron un aspecto fascinante de su personalidad. Hollywood durante la década de 1950 estuvo plagado de historias, rumores y escándalo. La industria, basada en el glamour y el atractivo, prosperó con la especulación sobre sus estrellas. Gable, que había pasado más de tres décadas en el centro de atención en ese momento, había trabajado con algunas de las actrices más famosas de la época: Joan Crawford, Jean Harlow, y su gran amor, Carole Lombard. Sin embargo, a pesar de su rica historia de relaciones románticas y profesionales, mantenía los labios apretados cuando se trataba de hablar de su pasado, especialmente del de sus protagonistas. Según Kay, cada vez que ella intentaba burlarse de él para que compartiera detalles sobre sus experiencias con estas mujeres famosas, Gable mostraba su sonrisa característica, la que había capturado los corazones de millones, y respondía con un educado y sin compromiso "Es una buena chica. Una buena chica. ”

Esta moderación y conducta caballerosa fueron característicos de Gable, quien, a pesar de su robusta y a veces pícara persona en la pantalla, era profundamente respetuoso con la gente con la que trabajaba. Los chismes de Hollywood en ese momento a menudo se centraban en escándalos, y la resistencia de Gable a participar en esta cultura lo distingue de muchos de sus compañeros. En una industria que prosperó con la intriga, Gable mantuvo una distancia digna, mostrando respeto por sus antiguas co-estrellas y colegas al negarse a entretener una conversación chismosa.

La reticencia de Gable sobre sus relaciones pasadas fue particularmente interesante teniendo en cuenta la naturaleza de alto perfil de algunos de esos romances. Su aventura amorosa y matrimonio con Carole Lombard fue cosa de la leyenda de Hollywood. Los dos estaban profundamente enamorados, y su relación fue una de las más celebradas en la industria. Cuando Lombard murió trágicamente en un accidente de avión en 1942 mientras regresaba de una gira de bonos de guerra, Gable quedó devastado. Su muerte marcó un punto de inflexión en su vida, y poco después se alistó en las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos, una decisión que muchos creían fue alimentada por su dolor. La pérdida de Lombard pesó mucho sobre él, y mientras Gable se casó dos veces después de su muerte, incluyendo a Kay, su relación con Lombard siguió siendo uno de los aspectos más definitorios de su vida personal.

Para cuando Gable conoció a Kay Williams, ya había experimentado varios matrimonios y relaciones, cada uno marcado por las presiones de la fama de Hollywood. Kay, una ex modelo y actriz, se convirtió en la quinta esposa de Gable en 1955, y su relación, aunque no sin sus desafíos, pareció darle una sensación de estabilidad en sus últimos años. Kay, con su vivaz personalidad y amor por socializar, fue un marcado contraste con la naturaleza más silenciosa e introvertida de Gable. Sin embargo, a pesar de sus diferencias, los dos compartían un fuerte vínculo.

El hecho de que Kay pudiera persuadir a Gable a asistir a eventos sociales habla de su influencia en su vida. Aunque prefería la tranquilidad de su rancho en Encino, California, donde podía escapar de las demandas del estrellato, Gable estaba dispuesto a comprometerse por el bien del disfrute de su esposa. De las anécdotas de Kay se desprende que ella lo adoraba, incluso lamentando juguetonamente su falta de voluntad para complacerla con chismes sobre su glamuroso pasado.

En el estreno de The Spirit of St. Louis, Gable y Kay representaron a una pareja de Hollywood que había logrado equilibrar los rigores de la fama con un sentido de normalidad. Aunque Gable había pasado por varios matrimonios y experimentado las intensas presiones de Hollywood, a finales de los 50, parecía haber encontrado un poco de paz. Su carrera, aunque todavía estaba activa, estaba terminando en el sentido de que ya no era el apuesto y joven protagonista. En cambio, había pasado a papeles más maduros que le permitieron llevar el peso de sus años de experiencia a la pantalla.

Su reticencia a participar en la escena social de Hollywood también podría haber surgido de su deseo de evitar las inevitables comparaciones con su yo anterior. En 1957, Gable ya no era el mismo hombre que había protagonizado Lo que el viento se llevó. La edad y la experiencia le habían cambiado, tanto física como emocionalmente. El Hollywood que conoció en los años 1930 y 1940 también estaba experimentando cambios significativos. El sistema de estudios, que había dominado la industria durante décadas, estaba empezando a derrumbarse, y la televisión estaba emergiendo como una nueva y poderosa fuerza en el entretenimiento. Para Gable, que había llegado a la fama bajo el ojo vigilante del sistema de estudios, esta nueva era probablemente se sintió muy diferente a la del Hollywood de su carrera temprana.

Sin embargo, Gable continuó trabajando, apareciendo en películas como Teacher’s Pet (195 y It Started in Nápoles (1960), esta última con la estrella italiana Sophia Loren. Pero incluso a medida que envejecía y la industria a su alrededor cambiaba, el estatus de Gable como leyenda de Hollywood permaneció intacta. Su base de fans, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, continuó reverenciándolo como el epítome del clásico protagonista estadounidense: fuerte, encantador e inquebrantablemente masculino.
Fuente: No solo cine y solo clásico

Comentarios Facebook

__________________
Heráclito no está en línea   Responder Citando

compartir
                 
Gold sep Silver sep Donar

marcaNo Calculado   #1.5
SponSor

avatar
 
Me Gusta denunciando
Estadisticas
Mensajes: 898.814
Me Gusta Recibidos: 75415
Me Gustado Dados: 62988
Fecha de Ingreso: 02 jun 2006
Reputacion
Puntos: 1574370
Ayudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen camino
emoticon Re: Clark Gable, "el Rey de Hollywood"

 
Los mejores licores
 
   
   
_______________________________________________
Publicidad :)
conectado
Antiguo 03-02-2025 , 08:21:02   #72
Denunciante Épico
 
Avatar de Heráclito
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 31.479
Me Gusta Recibidos: 23246
Me Gustas Dados: 16193
Ingreso: 19 jun 2011

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 142
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 616
Puntos: 1174152
Heráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos
Mencion De Honor Denunciando Corazon Purpura Concurso General 10 Años Concurso General Mejor Colaborador 
Total De Premios: 9

  
My Custom Emoticon Respuesta: Cineclub de Denunciando

Tengo un poco olvidado este espacio. Prometo retomarlo este año con más energía. Por lo pronto les dejo esta historia:
Luciana Barroso era una joven camarera argentina. Tenía veinte años, era madre soltera y había sido abandonada por el padre de su única hija. En Estados Unidos, luchaba por llegar a fin de mes.

Un día, mientras trabajaba detrás del mostrador, un joven le preguntó si podía “unirse” a ella y “esconderse” allí. Luego le explicó que era actor y que en el restaurante había periodistas y gente que lo había reconocido.

Estaba molesto y un poco abrumado por la atención, ya que aún era bastante nuevo en el mundo de la fama. Luciana no tenía idea de quién era, pero le dijo:

“¡Puedes esconderte aquí, pero al menos tienes que ser útil!”

Así que él la ayudó a preparar cócteles, atender a los clientes y lavar y secar platos.

Luciana y el apuesto desconocido siguieron charlando. Al final de la noche, cuando terminó su turno, ella le preguntó cómo se llamaba.

“Matt Damon”, respondió el joven.

Están casados desde hace dieciocho años y tienen cuatro hijas; él también adoptó a la mayor.


Imágenes Adjuntas
Tipo de Archivo: jpg M y L.jpg (31,6 KB (Kilobytes), 6 visitas)

__________________
Heráclito no está en línea   Responder Citando
Antiguo 04-02-2025 , 08:14:38   #73
Denunciante Épico
 
Avatar de Heráclito
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 31.479
Me Gusta Recibidos: 23246
Me Gustas Dados: 16193
Ingreso: 19 jun 2011

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 142
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 616
Puntos: 1174152
Heráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos
Mencion De Honor Denunciando Corazon Purpura Concurso General 10 Años Concurso General Mejor Colaborador 
Total De Premios: 9

  
My Custom Emoticon Primer beso en el cine

Primer beso en el cine

En abril de 1896, el primer beso en la pantalla grande generó un gran revuelo. “The Kiss”, la obra protagonizada por May Irwin y John C. Rice, el momento y el film en su totalidad duraba apenas 18 segundos, pero fue suficiente para causar controversia en su momento.

Ese primer beso de la historia del cine se consideró tan obsceno que la iglesia, la policía, los periódicos y el público quisieron censurarlo a toda costa.



Imágenes Adjuntas
Tipo de Archivo: jpg Primer beso en el cine.jpg (40,5 KB (Kilobytes), 5 visitas)

__________________
Heráclito no está en línea   Responder Citando
Antiguo 14-03-2025 , 08:28:52   #74
Denunciante Épico
 
Avatar de Heráclito
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 31.479
Me Gusta Recibidos: 23246
Me Gustas Dados: 16193
Ingreso: 19 jun 2011

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 142
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 616
Puntos: 1174152
Heráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos
Mencion De Honor Denunciando Corazon Purpura Concurso General 10 Años Concurso General Mejor Colaborador 
Total De Premios: 9

  
My Custom Emoticon Ingrid Bergman y Roberto Rossellini: el romance adúltero y la boda que enfurecieron al mundo

Cita:
Ingrid Bergman y Roberto Rossellini: el romance adúltero y la boda que enfurecieron al mundo

Ella estaba casada y tenía una hija. Él estaba casado, tenía una hija y mantenía una relación con Anna Magnani. Pero después de que la actriz sueca le mandara una carta la vida de ambos cambió para siempre.

Por Raquel Piñeiro

18 de mayo de 2019


Ingrid Bergman y Roberto Rossellini en 1957. © Getty Images

Estaban metidos en tal embrollo que su boda tuvo que ser por poderes, a través de abogados y a miles de kilómetros de distancia de donde se encontraban. El romance entre la actriz Ingrid Bergman y el director Roberto Rossellini marca un antes y un después en la historia de los escándalos del siglo XX. Eran solo dos personas casadas que se habían enamorado y embarcado en una relación adúltera, nada que no se hubiese visto antes y más en la siempre agitada industria del cine, pero algo en ellos provocó que el resorte de la indignación internacional se encendiera con una virulencia pocas veces vista. Hubo condenas del Vaticano, quejas en el Senado de Estados Unidos, insultos de todo tipo y un interés de prensa y público ávido y destructivo. También hubo gloria, volcanes en erupción, platos de espaguetis volando por los aires, té y simpatía.
“Querido señor Rossellini: He visto sus dos filmes, Roma, ciudad abierta y Paisà, que me han gustado mucho. Si necesita una actriz sueca, que habla el inglés perfectamente, que no ha olvidado el alemán, a quien apenas se entiende en francés y que del italiano solo sabe decir “Ti amo”, estoy dispuesta a acudir para hacer una película con usted. Ingrid Bergman”*
Esta carta ya legendaria forma parte de la historia del cine. No es extraño que dos sensibilidades artísticas de la talla de Ingrid Bergman y Rossellini conectaran a través de las películas del segundo, obras capitales del neorrealismo italiano que provocaron en Ingrid un cataclismo emocional e intelectual. “El realismo la sencillez de Roma, ciudad abierta eran sobrecogedores”, recuerda ella en sus memorias. “Nadie parecía actor y nadie hablaba como tal. Había oscuridad y sombras, algunas veces no se oía, y otras resultaba imposible incluso ver. Pero así es la vida… No siempre se ve y se oye, y, no obstante, se sabe que acontece algo que está casi más allá de lo comprensible”. Ingrid salió conmovida del cine aquella noche de primavera de 1948. No lo sabía, pero su vida acaba de cambiar para siempre.

Como el mundo hace 70 años era muy distinto al de ahora, a la actriz le costó dar con las señas del director, casi desconocido en Hollywood. Cuando lo consiguió, comenzó una correspondencia de rendida admiración en la que resolvieron trabajar juntos en un guion que Rossellini estaba preparando, la futura Stromboli. La presencia de una persona de la fama y talento de Ingrid facilitaba, en teoría, la financiación de otra obra de un director tan arriesgado como el italiano. Ella era la exportación sueca más exitosa desde Greta Garbo, la Ilsa de Casablanca, galardonada con un Oscar por Luz que agoniza, admirada por su naturalidad y belleza en todo el mundo. Tan popular era que hasta se produjo un repunte de vocaciones después de su papel de monja en Las campanas de Santa María, para disgusto de un montón de padres que veían a sus hijas marcharse al convento inspiradas por aquella ficción. Por su parte, Roberto sería casi desconocido en la meca del cine, pero su revolucionaria forma de plasmar la realidad le había valido una Palma de oro en Cannes y la admiración de los más selectos círculos cinematográficos. También había protagonizado sus propias crónicas de los incipientes paparazzis de su país. Casado desde hacía más de una década, mantenía una relación sabida por todos con su amante y musa, la espectacular actriz Anna Magnani. Juntos formaban una tumultuosa y popular pareja. Hasta que apareció Ingrid con su carta.


Anna Magnani y Roberto Rossellini en 1948 © Getty Images

La relación entre ambos era todavía epistolar, pero algo debían traslucir en lo que escribían porque al llegar al hotel Luna Convento en Amalfi junto a Anna, Roberto pidió que cualquier telegrama o carta con sello británico debería serle entregado a él con máxima discreción. Los empleados pensaron que esto no se aplicaba a su conocida pareja, así que cuando estaban en el comedor del hotel, un camarero se acercó y le dijo, a la vista de Anna: “Me encargó que si se recibía un telegrama de Inglaterra para usted, se lo diese en privado. Aquí lo tiene”. Anna ya había empezado a oír rumores sobre las conversaciones entre su amado y la famosa actriz sueca, a la que se decía que pensaba ofrecer un papel que había sido escrito para ella. “¿No te parece que ya está bien, Roberto?”, preguntó de forma amable sirviéndose más espaguetis con salsa de tomate. “Ah, sí, sí, grazie”, respondió él distraído. “Muy bien, tenlo entonces”, y le tiró la fuente de espaguetis encima.

La intuitiva Magnani no se equivocaba. Cuando Ingrid llegó a Roma por primera vez para recorrer el sur del país de camino hacia Estrómboli, la isla de las Lípari en la que iba a rodarse la película –que entonces se llamaba todavía Tierra de Dios–, Roberto y ella se convirtieron en amantes: “Me enamoré de él porque era tan singular. No había conocido a nadie como él, tan libre. Daba nuevas dimensiones a la vida, límites nuevos, emociones y horizontes nuevos. Y me proporcionó una valentía desconocida”. La actriz llevaba más de diez años casada con el médico sueco Petter Lindström, su primer amor, pero hacía tiempo que no era feliz, ni en su relación ni en la jungla de Hollywood. De hecho, le había pedido el divorcio tiempo atrás, él se negó a concedérselo y, como tenían una hija pequeña, Pia, y la convivencia se resolvía sin sobresaltos, siguieron viviendo juntos bajo el mismo techo y ejerciendo a ojos del mundo como marido y mujer. Pero poco antes de conocer a Roberto, Ingrid había mantenido un romance con otra personalidad artística atormentada, el fotógrafo Robert Capa. Como aquello no tuvo mayores consecuencias, Petter se hizo el sueco (nunca mejor dicho). La historia con Roberto iba a ser completamente diferente. En él vio una salida para huir de un matrimonio y una industria en la que se sentía atrapada. “Había pasado tantos años esperando a alguien que me obligara a partir. Roberto fue ese alguien. No pensé que trastocase el mundo…”.

Italia fue una revelación para Ingrid. Roberto le presentó a su círculo de amigos, personalidades como Fellini, y ejerció del mejor cicerone posible en su camino hacia Nápoles, Amalfi, Sorrento y Messina. En Amalfi la actriz resolvió que aquello era más que un affaire pasajero, que era un amor lo bastante intenso como para romper su matrimonio y dejar Estados Unidos. Escribió a Petter desde el mismo Albergo Luna Convento en el que Anna había dejado plantado a Roberto, contándole que se había enamorado y se quedaba a vivir en Italia. Su marido no lo aceptó. Le era imposible creerlo. De esa negación nacerían gran parte de los dramas que estaban a punto de ocurrir.

Mientras, la feliz pareja recorría en coche las carreteras del país, aún con las huellas de la segunda guerra mundial bien visibles, en lo que es quizá uno de los paisajes más espectaculares de la tierra. Por todas partes, al paso del equipo de rodaje, les aplaudían las multitudes, encantadas con que la actriz más famosa del mundo hubiese decidido hacer una película en su país. En uno de los hoteles en los que se alojaron, Ingrid tuvo que salir de la habitación para ir al baño, que se encontraba en el exterior. Los fans la aplaudieron tanto en el camino de ida como en el de vuelta del retrete.

Pronto quedó claro que aquellos dos tenían algo más que una mera asociación artística. La revista Life les fotografió cogidos de la mano y las imágenes dieron la vuelta al mundo. Para cuando llegaron a la pequeña isla de Estrómboli, a los pies de un volcán activo, su situación se parecía bastante al paisaje telúrico y mineral, casi extraterrestre que les rodeaba. El rodaje, complejo y con actores no profesionales, se llenó de prensa llegada de todas partes del mundo ansiosa por retratar a los amantes. El personaje de la refugiada que se casa sin amor buscando una salida y acaba atrapada en un mundo ajeno, tan opresivo como del que intenta huir, le sentaba como un guante a Ingrid y su estado presente, a medias entre la dicha de estar enamorada, la culpabilidad por dejar a su esposo y las dudas y el dolor por su hija Pia, de diez años de edad, que seguía en Estados Unidos. Relata en su biografía **“Estaba en el infierno. Lloré tanto que pensé que me quedaría sin lágrimas. Los periódicos tenían razón: había abandonado a mi marido y mi hija. Era una mala pécora, pero no había deseado serlo”. **

Existen unas imágenes del rodaje en las que se ve a Ingrid en primer plano bajo la sombra de varias mujeres enlutadas que funcionan como un elemento opresivo y amenazante. Eso es justo lo que le sucedió a ella. El mundo estalló, y lo hizo de forma violenta contra su antaño estrella favorita. Ahora era una mujer perdida, una puta y un insulto a toda la buena sociedad. El por qué aquel romance galvanizó tanto a la gente tiene que ver con la popularidad anterior de Ingrid y su imagen casi intachable, limpia, de recta moral luterana, de mujer sincera y honrada (Petter se despacharía años después diciendo que en realidad era una gran bebedora y fumadora, además de promiscua y de solo importarle su carrera, no su familia). Que esa presencia casi seráfica lo dejase todo para irse a retozar con un director poco atractivo, latino y tempestuoso, parecía un insulto a América y a toda lógica. Se le sumaba el morbo añadido de que ella fuera ahora su nueva musa, después de las películas capitales rodadas con Anna Magnani. También estaba, por supuesto, la compleja situación de Pia. Roberto impedía a Ingrid volver a Estados Unidos, temeroso de que no volviera con él, y Petter se negaba a que la niña fuese a Italia. El litigio por el divorcio y la custodia se volvió cruento, lleno de acusaciones cruzadas y de falta de colaboración entre ambos. La consecuencia fue que madre e hija pasaron dos años sin verse. Y luego otros seis. Así recordaría aquellos tiempos Pia, la principal damnificada de la historia de amor: “Yo me quedé con él (con su padre Petter Lindström) y mi madre se fue. Se le ofrecía una existencia dramática, llena de gloria, con unas relaciones amorosas románticas, maravillosas. Fue magnífico para ella. Pero no lo que se derivó de ello. Yo no conocí el aspecto espléndido de la situación, es decir, me dejaron con lo que abandonó. Por ello, tengo un criterio distinto. Fui parte de lo abandonado”.


La famosa fotografía de Ingrid Bergman durante el rodaje de 'Stromboli'. © Getty Images

Por si eran pocos elementos de escándalo, pronto se sumó el hecho inaplazable de que tras tanta pasión adúltera, Ingrid estaba embarazada. Fue tal vez el pico de escándalo de su relación. El senador Edwin C. Johnson se refirió a ella en el Senado como “Una poderosa influencia en pro del mal”. Algunos de sus amigos salieron en su defensa: Ernest Hemingway apareció en portadas de periódicos declarando: “¿A qué viene tanta estupidez? Tendrá un hijo, de acuerdo. ¿Y qué? Las mujeres los tienen. Me enorgullezco de ella y me alegro. Ama a Roberto y Roberto la ama, y quieren un hijo. Deberíamos felicitarla en vez de condenarla”.

La noche en la que Ingrid se puso de parto coincidió con el estreno de Volcano, una película de argumento similar a Stromboli creada por Anna Magnani para competir con la de su ex, dirigida por un americano. En medio del pase, la prensa comenzó a abandonar la sala al enterarse de que Ingrid estaba ingresada en una clínica para tener a su bebé. Anna se resignó, sabiendo que su película no podía competir contra aquel recién nacido en interés ante los demás. Volcano fue un fracaso de crítica y comercial. Así llegó al mundo en 1950 el niño, al que llamaron Robertino. El acoso de la prensa en el hospital era constante: hubo un fotógrafo que hizo pasar a su mujer embarazada por parturienta rellenándole más la barriga, otro que gateó por una cañería hasta el balcón de la actriz, otros intentaron sobornar a las monjas con un millón de liras y otros, resignados a no poder obtener la foto, hicieron montajes con las caras de Ingrid y Roberto y las publicaron sin más problemas.

El nacimiento del bebé era una cuestión peliaguda. Legalmente, el niño podía ser reclamado por Petter por no estar resuelto el divorcio de Ingrid, algo que hubiera enloquecido a Rossellini, así que lo registraron a su nombre y a nombre de “una madre cuya identidad se revelaría posteriormente”. El divorcio entre los suecos se resolvió al final en un juzgado de México, donde también decidieron casarse… por poderes. Un productor amigo de la pareja y un abogado representaron el papel, mientras en las afueras de Roma, los auténticos Ingrid y Roberto se acercaron una pequeña iglesia cerca de la Via Appia. “Me arrodillé en ella y Roberto me cogió de la mano. Volvimos a casa, comunicamos a nuestros amigos que nos habíamos casado y bebimos champaña”.

La pareja se había establecido en el Viale Bruno Buozi, en Roma, y pasaban los veranos en Santa Marinella. Después de hablar una mezcla de inglés y francés chapurreado, Ingrid logró aprender italiano. Llegaron las gemelas, Isotta-Ingrid e Isabella, y hubo momento de intensa felicidad. Pero no terminaron ahí los problemas, por supuesto. Nada podía opacar el hecho de que su hija mayor se estaba convirtiendo en adolescente con una relación con su madre solo por carta. La convivencia con Roberto tampoco era fácil. En los momentos de mayor tensión en el triángulo con Petter, el director había amenazado con suicidarse de un tiro o chocando alguno de sus coches deportivos contra un árbol. Además, era celoso, dominante (solo la dejaba trabajar con él) y en ocasiones, violento, en lo que Ingrid parecía disculpar como una característica del temperamento italiano. Así describe ella un episodio: “En su siguiente acceso de furor, cuando las cosas volaban por el aire, me abalancé sobre él, le rodeé con los brazos y empecé a suplicarle… ¡Bum! Me arrojó contra la pared con una fuerza que casi me deshizo. Era incorregible. Incluso ponerse en sus inmediaciones significaba arriesgar la integridad física”.


Roberto Rossellini e Ingrid Bergman en 1956. © Getty Images

Y estaba el asunto del dinero. Roberto, criado en la abundancia, estaba acostumbrado a vivir a lo grande, pero todas y cada una de las películas en las que trabajó junto a su esposa Ingrid fueron fracasos comerciales. En el 56 apareció el director Jean Renoir para ofrecerle a la actriz un papel en Elena y los hombres. Rossellini admiraba tanto a Renoir que le permitió a su esposa rodar con él, en lo que acabó con la frustrante racha laboral en la que llevaba años inmersa. Después de eso le ofrecieron protagonizar una obra de teatro en francés, Té y simpatía. Así cuenta Bergman lo que sucedió: “Té y simpatía cuenta la historia de un estudiante interno que teme ser homosexual. La homosexualidad había preocupado siempre a mi marido. Cuando le propuse internar a Robertino en un colegio suizo o británico, estalló. “¿Qué? ¡En lo internados es donde empiezan esas cosas!”. La trama le repugnaba. No le molestaba ni el desarrollo, ni el autor, sino todo en general. Le encrespaba el hecho de que yo demostrase al muchacho que no era homosexual iniciándole en el conocimiento del sexo. Aquello trastornaba a mi marido”. Rossellini intentó prohibir a su esposa que interpretase la obra, pero ella se negó, esgrimiendo que había firmado un contrato y que a ella le encantaba el texto. Roberto contratacó machacándola con que se iban a reír de ella y que iba a ser un fracaso. La noche del estreno le espetó “Prepárate, porque en el primer entreacto, la mitad de los espectadores se irá de la sala”. No sucedió así. Fue aplaudida con una ovación estruendosa. “El público había enloquecido. No había manera de interrumpirle. Puesto en pie, gritaba, aplaudía y vitoreaba. Me incliné sola en el centro de la escena y, al doblar el cuerpo, volví la cabeza para mirar a Roberto. Nuestros ojos se encontraron. Nos observamos de hito en hito. Supe entonces que nuestro matrimonio se había deshecho, aunque continuáramos viviendo juntos”.

Él, por su parte, declaró: “Me separé de Ingrid Bergman porque me era imposible continuar. Nos queríamos mucho, teníamos tres hijos… ella podía volver a la industria, pero yo no me sentía cómodo en el papel del hombre cuya mujer trae el dinero a casa. Decidimos separarnos y por eso me fui a la India, lo más lejos posible de ella”. En la India Roberto inició un romance con la mujer del productor de su película, Sonali Dasgupta. Ingrid no se indignó al saberlo, sino que le propuso el divorcio con tranquilidad. Roberto exigió dos condiciones: que los niños no viajasen a Estados Unidos y que Ingrid no volviese a casarse. Ella se río ante lo absurdo de la petición, y se negó con un “así era Roberto” (al poco inició una relación con el productor teatral también sueco Lars Schmidt, con el que se casó en el 58). La custodia de los niños Rossellini también fue violenta, casi tanto como la de Pia. Hubo acusaciones de secuestro y mala fe mutuas, y al final ella le cedió la custodia a Rossellini. Los niños vivían entre Roma y París e Ingrid se desplazaba con frecuencia entre ambas ciudades para estar con sus hijos. Nunca salieron del todo uno de la vida del otro, unidos por algunos problemas de salud de Isabella (una operación de espalda que estuvo a punto de dejarla parapléjica) y el lazo mutuo que les unía.
Fuente; Vanity Fair

Continúa...

__________________

Última edición por Heráclito; 14-03-2025 a las 08:36:51
Heráclito no está en línea   Responder Citando
Antiguo 14-03-2025 , 08:34:29   #75
Denunciante Épico
 
Avatar de Heráclito
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 31.479
Me Gusta Recibidos: 23246
Me Gustas Dados: 16193
Ingreso: 19 jun 2011

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 142
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 616
Puntos: 1174152
Heráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputaciónHeráclito tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos
Mencion De Honor Denunciando Corazon Purpura Concurso General 10 Años Concurso General Mejor Colaborador 
Total De Premios: 9

  
My Custom Emoticon ngrid Bergman y Roberto Rossellini: el romance adúltero y la boda que enfurecieron al mundo

Continuación:

Cita:

Roberto Rossellini e Ingrid Bergman en Nápoles en 1953. © Getty Images

El mundo cambió muy rápido y la anterior persona non grata obtenía en el 56 un segundo Oscar por su papel en Anastasia, recogido por su amigo Cary Grant. Ingrid se enteró por la radio, mientras se bañaba en su hotel de París donde vivía mientras representaba Té y simpatía. Lloró de felicidad ante su hijo Robertino y al poco regresó a Estados Unidos para volver a rodar. Su rehabilitación ante la industria fue total. Se convirtió en uno de los nombres respetados del cine en varios idiomas y nacionalidades, en una leyenda viva. Llegó también la rectificación del Senado, que le pidió disculpas por lo allí dicho en su contra. Declaró ella “Cuando me marché a Italia, un senador pronunció un discurso contra mí y lo concluyó asegurando que de las cenizas de Hollywood resurgiría un Hollywood mejor”… se había equivocado. En vez de “las cenizas de Hollywood habría tenido que decir “de las cenizas de Ingrid Berman”. No se dio cuenta hasta escuchar la grabación, que la hizo estallar en carcajadas y soltar: “Espero veintidós años para vengarme y me equivoco”.

La venganza tampoco formó parte de la vida de Anna Magnani más allá del plato de pasta. Continuó su carrera trabajando con los mejores directores italianos e incluso ganó un Oscar el año antes de que Ingrid consiguiese su segunda estatuilla; cuando enfermó de cáncer, Roberto le envió flores pese a los años transcurridos, ella le escribió pidiéndole que fuese a verla y desde entonces volvieron a verse con regularidad. Recuerda Ingrid “Cuando lo supe, le llamé para comunicarle que me alegraba de lo que hacía. El círculo se había cerrado: tuvo cerca al hombre al que había querido por encima de todo”. Cuando Anna murió en el 73, Roberto aceptó que fuese enterrada en su panteón familiar, y ahí reposa todavía, en compañía de Roberto, que falleció en el 77.


Ingrid Bergman junto a sus cuatro hijos, Isabella e Isotta, Pia y Robertino. © Getty Images

Con el tiempo, Ingrid también recuperaría a Pia tras tantos años alejadas. A los veinte años y tras un matrimonio fallido, la joven, perdida y sin saber qué hacer con su vida, se fue a París a vivir con su madre y Lars. “Llegué a conocer a mamá bajo otra luz y me enamoré de ella. Pocas jóvenes tienen una madre tan extraordinaria, alegre, divertida, dispuesta a salir y actuar, ver esto o aquello, asistir al cine y el teatro, cenar fuera de casa, corretear, madrugar e ir de compras. Le sobraban energías. Asombraba”. Poco después de esto, murió la abuela de sus hermanos, Ingrid, Isabella (la futura actriz) y Robin (Robertino), así que decidió ir a Roma sin hablar una palabra de italiano y hacerse cargo de la casa con cocinera e institutriz, para conocerles y encontrarse a sí misma. “Así haría algo e importaría a alguien. Estuve tres años con ellos. Mamá me enviaba dinero, yo pagaba los sueldos y llevaba a mis hermanos al dentista, a montar a caballo y a estudiar. Fue una buenísima experiencia que, en cierto modo, necesitaba. No tenía sitio preciso en el mundo, no concebía una profesión para la que me sintiera llamada, me hallaba desorientada. Debía echar raíces, descubrir un lugar en que vivir, convencerme de que era útil, ayudar a alguien y llevar a cabo algo que no fuese gratuito”. Roberto les visitaba a la hora de comer, se ponía a hablar por teléfono sobre negocios, películas y dinero y se iba repartiendo besos a todos. Prosigue Pia: “Me agradaba Italia. Me alegraba de estar en ella. Me felicitaba de haberlos conocido, de haber conocido a Roberto con mis propios ojos, sin depender de las opiniones o ideas ajenas sobre cómo él era; me felicito de haber conocido a Sonali y a todos, porque me benefició observar y comprender cuanto ocurría, para tener una noción de cómo había sucedido lo anterior”.

Y sobre lo anterior, concluye Ingrid Bergman en su biografía: “Se ha escrito sobre mi vida con Roberto que junto a él descubrí un mundo mucho mejor que el que conoce la mayor parte de la gente. Es cierto. Mi dicha a su lado fue tan intensa como los disgustos. Pero las penas componen también nuestra existencia. Nadie paladea la felicidad continuamente. El individuo en estado constante de felicidad debe de ser un latazo. Y Roberto desde luego no lo era”.
Fuente; Vanity Fair

En este enlace se puede ver Stromboli:
Solo los usarios con mas de 1000 puntos de reputacion o los usuarios con membresia Gold, pueden ver este link
Que es la reputacion? - Membresias Pagas

__________________

Última edición por Heráclito; 14-03-2025 a las 08:45:00
Heráclito no está en línea   Responder Citando
Respuesta
Los mejores licores

Etiquetas
cineclub, denunciando

Herramientas



La franja horaria es GMT -5. Ahora son las 00:26:33.
Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.9
Derechos de Autor ©2000 - 2025, Jelsoft Enterprises Ltd.
DeNunCianDo.CoM ©
DeNunCianDo


Page generated in 0,11030 seconds with 17 queries

SEO by vBSEO