Messi y su corte derrotan a Brasil 4-3

Messi y su corte derrotan a Brasil 4-3

por Heráclito

Después de la fulgurante goleada a Ecuador dentro de las eliminatorias para el Mundial Brasil 2014, se quería para Argentina un examinador más exigente con el fin de saber hasta qué punto este resultado era el de un partido atípico o si en verdad estamos frente a una de las mejores delanteras del mundo, si no la mejor. Por ello se esperaba con ansiedad el duelo con Brasil, y el particular de sus estrellas, Messy y Neymar, el uno en la cima y el otro en procura de llegar a ella.

Terminado el partido con el triunfo inobjetable de Argentina, se confirma que estamos en presencia de una máquina goleadora que funciona con precisión, gracias a que tres de sus goleadores (Messi, Higuaín y Di María) aunque juegan en equipos rivales, cada cual le conoce a los demás sus debilidades y fortalezas, desmenuzadas en cada clásico sufrido, peleado y ganado o perdido, en el que dejaron los dientes, las uñas y las ganas infinitas de cada vez ser los mejores.

Y a este trío pulido en los dos mejores equipos del mundo se les unió el Kun Agüero, una figura en ascenso en la Liga Premier, para conformar los cuatro fantásticos, hambriendos de gloria y de goles, que quieren ganarse la herencia de sus mayores y levantar por tercera vez para su país la Copa que los confirme como los mejores del mundo. Falta camino por recorrer, en el que no faltarán las derrotas, pero están haciendo bien la tarea. Que lo diga Brasil.

81.000 espectadores en el MetLife Stadium, de East Rutherford (Nueva Jersey) tuvieron el privilegio de ver al mítico Brasil que quiere seguir prolongando la leyenda que se inició en Suecia 1958, y a la nueva Argentina, que no se resigna a ser una segundona en resultados pese a ser una de las mejores fábricas de talentos, uno de los cuales tiene hoy el mundo a sus pies, recreándose en cada partido, levantando la estatua que lo pone al lado de los mejores de la historia.

Fue un partido de toma y dame entre dos selecciones que se conocen de toda la vida, en el que pegó primero Brasil gracias al cobro de un tiro indirecto de Neymar que le dio la posibilidad a Romulo de irse adelante en el marcador. Los gauchos protestaron un presunto fuera de lugar, único argumento para justificar su quietud cómplice ante la genialidad de sus rivales. Minuto 23 y Argentina como el propio Messi, aún no prendían el bombillo.

El gol sacó a relucir lo mejor de Brasil y cuando se esperaba que ampliara el marcador, apareció la chispa de genialidad que todo lo desequilibra. Brasil perdió un balón en mitad del campo, oportunidad de oro para Higuaín que se fabricó un certero pase de profundidad a Messi. No perdonó la "pulga". Minuto 31 y el partido volvía al equilibrio, como en tantos otros clásicos.

Sólo había una diferencia. Messi había despertado, quitándose encima el sopor del baile brasileño y tres minutos más tarde, gracias a un pase mágico de Di María, el mejor jugador de estos tiempos llegó a los predios de Rafael Cabral, lo esquivó y con la zurda prodigiosa marcó a placer con toda la portería a su disposición. Tan exquisita la ejecución que hizo ver fácil lo que en realidad era una muestra de genialidad del depredador del Barça.

Pero Brasil es el rey, y aunque despelucado, no se sentó a llorar, ni tampoco rechinó los dientes maldiciendo su mala suerte. Neymar y Leandro Damião se asociaron para sacar de foco a la tímida defensa gaucha, dándole la oportunidad a Oscar de firmar el empate. Minuto 56 y de nuevo la paridad se instalaba en la pizarra.

Argentina no supo responder y al minuto 72, un recién llegada de tierras lusas, compañero de Falcao en el formidable Porto que se lo ganó todo en 2011, puso en la bolsa el tercer gol de los brasileños. Hulk lo llaman todos porque es un gigante que se crece ante la adversidad. Remató con la zurda dentro del área para poner a celebrar a un país que aún no termina de enamorarse de su selección.

Pero Argentina lejos estaba de rendirse y nueve minutos después Federico Fernández volvió a dejar las cosas como al principio, en empate, que era lo justo, porque reflejaba lo que el partido había sido, un duelo parejo de grandes futbolistas, con un solo pero, que entre los veintidós había un fuera de serie, capaz de inclinar la balanza en su favor. Apenas cinco minutos antes de terminarse el partido, de nuevo la zurda que deslumbra a Europa puso las acciones a su medida. Un tiro espectacular puso el marcador 4-3 y Messi firmó su primer triplete con la selección.

Pasó el examen la delantera argentina y Messi saldó la vieja deuda con su afición. Es el mejor y llegó a la Selección a demostrarlo. Infortunadamente, atrás debe mejorar para no borrar con el codo el buen momento por el que pasan sus delanteros.