De como presté a mi novia

Desde el principio supe, que como toda hembrita, a mi novia le gustaría que se la cogiera mas de uno. Un día, con ese fantasma alborotado (que todos hombres tenemos), la llamé al baño, y le pregunté si quería y si se dejaría manosear y de pronto penetrar por alguien mas al mismo tiempo. Ella, tímida, al principio negó, pero al repetir la pregunta, me respondió « y por quien? ». En esos días estaba mi mejor amigo en la ciudad, así que me pareció la mejor opción y lo propuse, ella se sonrojó y dijo que bueno, que sí. Yo agarrándole todo le dije que de pronto le tocaba prestar ese culito y me dijo “yo sé”.
A los pocos días salimos de farra con el amigo en cuestión, estábamos tomando pero la fiesta aburría. Mi novia, me propuso discretamente que nos fuéramos para su casa, que estaba sola a seguir la fiesta juntos, le pregunté quiénes y respondió pues nosotros tres. Ahí caí en cuenta de que en verdad ella se quería dejar follar por él. Nos fuimos para la casa.
Al llegar, nosotros nos fuimos a comprar trago, ella se entró para esperarnos. Cuando tocamos a la puerta, nos tocó esperar un rato. Cual sería nuestra sorpresa (sobre todo la de mi amigo) cuando nos abrió. Se había maquillado los ojos, tenía una blusa negra transparente que le dejaba ver los senos (redondos, perfectos, no muy grandes) y una especie de bata en lana tejida con grandes espacios que mas dejaba ver que lo que tapaba, abierta adelante lo cual mostraba unas tanguitas negras chiquiticas, medias veladas negras, y tacones. Nos dirigíamos al segundo piso, en que estaba su cuarto, le dije que subiera ella de primera y empujé a mi amigo para que fuera detrás mirando el culito que bamboleaba a la altura de su cara. Yo subí de tercero.
Arriba, nos pusimos a tomar, ella muy desenvuelta, en su traje, se excitaba de que mi amigo se la estuviera comiendo con los ojos. Después de algunas cervezas, le dije a mi amigo que le quitara los calzoncitos a mi novia. Ella se paró, rimero le acarició las piernas, le sobó el culo y poco a poco le bajó los calzones, mientras no despegaba la mirada del monte de venus completamente afeitado de mi novia, y de su vaginita delicada. Yo los miraba nada más. El se puso de pie y empezó a manosearla, ella gemía ya, y ensayaba de quitarle la ropa y ya cogía su pene entre sus manos mientras se besaban. Me pareció que así se la fuera a comer, era mejor que no se besaran y dije. Entonces, se acostaron y ella le abrió las piernas como quién dice dame lengua. Primero suavemente y luego mordiéndole el clítoris y lo demás, ella le guiaba las manos para que le apretara las tetas al mismo tiempo. Yo ya me la saqué y se la metí a la boca. Ella estaba tan excitada que a ratos chupaba en forma y ratos se la sacaba de la boca solo para gemir y desplazar las manos del otro hacia su culo. Cuando ya vi que mi amigo le estaba metiendo varios dedos al tiempo, le pregunté a ella si quería mamársela a lo que respondió que sí. Pídeselo le dije, y ella se puso de rodillas y le preguntó si la quería poner a mamar. Como es obvio, no se hizo rogar, y ella empezó lamiéndole la punta, con pequeños golpes de lengua, y poco a poco fue abriendo la boca para que el otro se la fuera metiendo mas hondo. Me pareció fuerte como el la cogía del pelo para follarle la boca y que ella se dejara así no más, y que alzara la vista para mirarlo a los ojos mientras chupaba y mordía. Yo también me acerqué y ella iba y venía entre nuestros dos penes, hasta que dijo quiero que me penetren. Le cedí el honor a mi amigo, ya que nunca antes se la había metido. Ella se volvió a acostar, yo seguía en su boca, y mi amigo le mojaba la cuquita con los dedos. Ella se sacó mi verga de la boca, se humedeció le mano y la llevó hacia abajo, cuando miré le estaba lubricando la verga a mi amigo y se la cogía con la mano derecha para llevarlo hasta la entrada de su vagina. Yo le dije que se la metiera suave, y al principio así fue, se la metía toda luego la sacaba y se la volvía a meter hasta el fondo, así mi novia sentía que la penetraban. Mientras me la mamaba, a veces se detenía para mirar como se la estaban metiendo, y cuando mi amigo se la sacaba, ella le agarraba el chimbo gimiendo para forzarlo a regresar mas rápido. Esto lo excitó y la empezó a embestir duro, sacándole toda y metiéndosela de una sola. Ella quedaba paralizada cuando se lo metía y me lo volvía a mamar cuando no tenía a mi amigo dentro de su vagina. Luego, me llegó el turno, ella se puso en cuatro, y yo me agarré de la carne de sus caderas para follarla, a cada embestida, ella clavaba la verga de mi amigo en su garganta y este seguía agarrándola del pelo y apretándole las tetas y los pezones. Yo le daba nalgadas para excitarla mas, y ella le pidió a mi amigo que le diera nalgadas también. A veces se sacaba el pene de la boca para gritar o respirar, y luego se lo bombeaba con mas ganas. Mi amigo dijo que se iba a venir, y que si se le venía en la boca. Ella paró y me preguntó que si dejaba que se le viniera entre las piernas. Ella tomaba píldoras anticonceptivas y desde el principio nos las estábamos follando sin condón, así que no vi mayor problema. Cambiamos de puestos, y yo me le vine en la cara unos segundos antes que mi amigo se le corriera dentro de la vagina, en esas ella tiraba su cuerpo hacia atrás para ser follada mas duro y sentía el semen salírsele de la vagina mientras le daban las ultimas embestidas. Quedó contenta y nos fuimos a bañar los dos.


En la ducha me dijo que quería que durmiéramos los tres juntos. Nos acostamos después de tomar otras cervecitas. De noche, como era de esperarse, mi amigo se la estaba cogiendo otra vez, y yo me desperté. La estaba cogiendo de lado yo me puse a acariciarle las tetas y a besarla. Le dije que si le daba culito a mi amigo, ya que el era el que tenía la parte de la espalda y yo me la cogía por la vagina. Mi amigo ensayó de penetrarla, pero no le entraba. Entonces nos turnamos. Ella se puso boca abajo y ambos la follamos de noche, mi amigo se le vino afuera, en la cara, ya la estaba tratando con confianza, y yo me le corrí adentro.


El otro día fue un día normal. Pero de ahí en adelante, ella cogió la costumbre de ponerse, cada que salía, una ropa interior muy provocativa, se vestía como si se la fueran a coger. Y varias veces fue así. Se desaparecía y al otro día yo me daba cuenta de lo que llevaba debajo. Incluso llegó a veces con nuevos calzoncitos, cada vez mas sexys, tangas, calienticos, que me decía le regalaban los amigos. Ella repetía que lo único que hacía para agradecerles era modelárselos pero una vez admitió que a veces mamaba y se dejaba dar nalgadas porque era lo que mas le gustaba hacer. Y yo no le peleaba ya que estaba muy buena y merecía que muchos se la undiéramos y le llenáramos la boca de leche.