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Politica y Sociedad » ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’Participa en el tema ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’ en el foro Politica y Sociedad. |
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Tema | Autor | Foro | Respuestas | Último mensaje |
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, 00:05:59 | #1 | |
‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’
Calificación: de
5,00 Álvaro Uribe es tan importante para la esfera social del país que, durante la última década y media, ha logrado establecer un movimiento político que solo se puede comparar con el peronismo en la Argentina y el chavismo de Venezuela. Millones de compatriotas miserables quienes deberían sentir vergüenza, son capaces de gritar a los cuatro vientos y con orgullo en el pecho: ¡Vivo orgulloso de ser uribista! Para empezar, hay que entender que existen dos grupos de uribistas. El primero de ellos son: las moscas. Bautizados así, pues los comparo con los animales por la torpeza que presentan unos y otros; seguramente ustedes han visto a esas moscas que chocan contra el cristal de la ventana, una y otra vez, sin aprender la lección. La diferencia es que el cristal de los uribistas es la realidad del país. Ellos chocan contra la pobreza, las faltas de oportunidades y la desigualdad social, pero no quieren dejar de hacerlo. Además, al igual que el insecto, los uribistas no sienten la muerte de uno de los de su misma especie; al contrario, y a diferencia de las moscas, estos desgraciados en muchos casos celebran la pérdida de vidas humanas. ¿Alguna vez han visto a un uribista llorando la muerte de un soldado? ¿Igual que yo, vieron a algún uribista celebrando la muerte del expresidente venezolano Hugo Chávez? ¿Lamentan ellos la muerte de un guerrillero o es motivo de júbilo en sus hogares? ¡Piénsenlo bien antes de responder! Según una encuesta pequeña que realice con amigos, familiares y lectores, demuestra que en un 90 % de los casos, los seguidores de la doctrina de Uribe son personas que no se beneficiaron directamente en nada durante su régimen de 8 años (las moscas). El otro 10 % (el segundo grupo de uribistas y a quienes llamo: los miserables) están en la cárcel, son prófugos de la justicia o, en el mejor de los casos, están sentados cerca del expresidente en una de las sillas del Congreso. Acá haré referencia, simplemente, a los que pertenecen al primer grupo de seguidores del actual senador de la República. Las moscas no son ricas en su mayoría; al contrario, son personas que probablemente tengan como pertenencia más valiosa una finca. Uno de los argumentos más sólidos de las moscas en cualquier debate contra un ser racional, llámese antiuribista, es la política de la seguridad democrática que se implementó por parte del expresidente. Seguramente a ellos se les olvidan los miles de muertos que dejó la guerra entre 2002 y 2010 con la guerrilla, y tras leer esto me van a llamar nuevamente guerrillero. Los falsos positivos, por ejemplo, para ellos no existen, y si existen no son unos de los actos más vergonzosos que ha conocido la historia de la humanidad. La parapolítica, también, se borró de la mente del uribista promedio. Y Agro Ingreso Seguro, uno de los robos más grandes de la historia del país, tampoco es mencionado por ellos. De lo que sí están seguros es que toda la culpa es de la guerrilla. Las AUC no le hicieron nada malo al país, dicen las moscas. ¡Qué tal el descaro! Las moscas, impulsadas por las letras de José Obdulio Gaviria (primo de Pablo Escobar), defienden a capa y espada las políticas del exgobernador de Antioquia. De hecho, es común ver cómo soportan injusticias como el acceso limitado a la educación superior y el tener que hacer uso del precario sistema de salud que impulsó el propio Uribe. Rechazan ferozmente los diálogos de paz y, al parecer, celebran cada atentado de la guerrilla, porque con esto demuestran que lo que hace falta en Colombia es “mano dura”. Esto último es una credencial que exponen con morbo de manera constante. El uribismo, además, habla con orgullo de la confianza inversionista ganada durante el mandato del exjefe del ministro Arias, quien hizo de la corrupción un banquete celestial. Y, obviamente, para ellos la solución es vender el país en pedazos como quien lo hace de manera vulgar con una torta. En definitiva las moscas uribistas son un cáncer para nuestro país. Y si no son un cáncer, al menos son una enfermedad terminal que hasta ahora está empezando a mostrar su cara más oscura. De hecho es tan grave la idealización de Uribe, por parte de las moscas, que normalmente podemos ver cómo ellos lo siguen llamando “presidente”. Al parecer ellos no quieren entender razones y, lamentablemente, siguen creando ídolos en el seno de su dañina organización. Personas como el abogado Jaime Restrepo, popularmente conocido como El Patriota, por su nombre de usuario en Twitter, gozan de apoyo de cantidades impresionantes de personas que llevan tatuado el rostro del padre de Tomás y Jerónimo Uribe en su alma, consciencia y corazón. Fabio Andrés Olarte Artunduaga - KienYKe | ||
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No Calculado | #1.5 |
SponSor | Re: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’ |
08-08-2015 , 06:53:31 | #2 |
Denunciante Ultra | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’
El mayor fenómeno político de nuestra historia indudablemente, un referente obligado para las futuras generaciones tal como el peronismo en Argentina y el cheguevarismo en toda Latinoamerica. Mucho mas idolatrado y defenestrado que comprendido. Siempre me he preguntado que hubiera sido de Uribe si el primo de Jose Obdulio no hubiera asesinado a Galan. Como habrìa sido la convivencia de este par de colosos? Nunca lo sabremos, pero lo que si sabemos es que mientras Galan estuvo vivo, a Uribe solo lo conocìan quienes tenìan que pedir permiso para poner avionetas en nuestros cielos a pesar de que ya llevaba màs de 12 años participando activamente en política. |
08-08-2015 , 07:46:31 | #3 | |
Denunciante Avanzado | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’ Cita:
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08-08-2015 , 09:32:35 | #4 |
Denunciante Épico | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’ ¿Para qué sirven los dinosaurios? Para mostrarnos las bondades de la evolución. Sin ellos, sin estos enormes depredadores que gobernaron la tierra a su antojo, no habrían llegado los mamíferos. Surgieron en los primeros tiempos como el único remedio para enfrentar una tierra hostil, de volcanes abrasadores y lluvias sin fin, una época oscura donde sólo podían sobrevivir los más grandes, los más fieros, los más crueles, como cruel misma era la amenaza que enfrentaban. |
08-08-2015 , 12:50:47 | #5 |
Denunciante Avanzado | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’
buen texto
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08-08-2015 , 16:06:57 | #6 |
Denunciante Bronce | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’
"Millones de compatriotas miserables quienes deberían sentir vergüenza, son capaces de gritar a los cuatro vientos y con orgullo en el pecho: ¡Vivo orgulloso de ser uribista! " las moscas, los miserables A mi me parece que generalizar es muy muy malo. Hay comunistas hijos de puta pero nunca digo todos los comunistas son unos hijos de puta Última edición por DANNY TREJO; 08-08-2015 a las 16:23:56 |
08-08-2015 , 16:27:12 | #7 |
Denunciante Bronce | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’ Fabio Andrés Olarte, el revolucionario de seda ¿Sus ambiciones son políticas? es un “héroe” de papel Un día, leí una publicación en este medio. Probablemente es una de las mejores columnas de opinión que he leído en este país, acerca del ex presidente Uribe. Su título era: ¿Alguna duda? Uribe sí es el gran colombiano. Era simple, con un tono irónico majestuoso y con una particular capacidad de atraer al público. Recuerdo que ese día fue la publicación más leída de esta revista virtual. Cuando terminé la lectura y quise saber quien era el autor de esa obra, descubrí que era una persona hasta ese momento, totalmente, desconocida para mí. Su nombre es: Fabio Andrés Olarte Artunduaga. Él, además, firmaba la publicación usando un HT (#DESPIERTACOLOMBIA). De inmediato empecé a seguirlo en redes sociales, donde es una persona influyente para una gran masa de colombianos. En Twitter, por ejemplo, es común ver como muchas personas citan sus frases célebres. Mejor dicho, el personaje es toda una sensación. Lo que pocos saben, y él pretende ocultar, es que es amante de la fiesta brava. O sea no es más que un asesino incansable. ADVERTISEMENT Su “modus operandis” es simple. Ataca al uribismo, a las grandes multinacionales, a los canales de televisión, a la religión, a la mediocridad y al conformismo del país. Aunque usualmente tiene una respuesta repleta de odio, por algunos lectores, el muchacho no se detiene. Tiene una capacidad impresionante para superar las críticas. Se mantiene en calma. Incluso cuando lo han atacado desde medios tan importantes como la revista Semana, él se mantiene inmóvil. Cada vez se consolida más su nombre en el país, lo que me llena de miedo. Debo confesar que por mi profesión, decidí investigar a fondo la vida del joven que puso contra las cuerdas del ring al escritor Gustavo Bolívar. Ahí fue cuando el desasosiego llegó a mí. Llegó a mí, porque yo era “seguidor” de Andrés. Un Andrés que es joven, inteligente, audaz, valiente y con un futuro, inminentemente, fructífero. Pero el gran problema de él, es que es un revolucionario de mentiras. Es de papel, dirían otros, porque el muchacho estudia en una de las universidades más caras del continente, aunque habla como una persona que las ha sufrido todas. Es de papel porque algún día, en medio de mi investigación, le pedí ayuda para llevar a cabo una especie de donación en mi ciudad (Sincelejo), con el fin de reunir fondos para la compra de unos kits escolares que serían entregados a niños del área rural del municipio. La ayuda que le pedía, era que llamará la atención del público para que, a través de una cuenta bancaria, pudieran donar mil pesos cada persona y realizar la compra de los elementos. La respuesta del joven escritor fue: “De momento no me interesa esa campaña. Tengo muchas cosas en la cabeza y, realmente, no quiero participar de ninguna actividad de ese tipo.” Es de papel porque, constantemente, habla desde la comodidad de su vida en el exterior de las necesidades que tienen pueblos en el país, cuando a él jamás le falta nada. Es de papel porque no quiere ayudar a hacer una obra tan noble como la de llevar cuadernos a unos niños que estudian en el piso. Es de papel porque no vale la pena creer en su revolución cuando está a más de 8 horas de vuelo de acá, cuando no vive las necesidades de un sistema de salud que tanto exige cambiar. Leí una columna publicada en contra de Andrés y, sinceramente, me sentí identificada. Aunque debo decir que voy más allá. Siento que Olarte no busca ser un escritor nada más. Sus ambiciones son políticas. Es un personaje que con su discurso, basado en el populismo, llega a cualquier esfera de la sociedad colombiana. En su ciudad (Sogamoso), es la cabeza visible de la oposición al alcalde. Busca desprestigiar cualquier tipo de acción por parte del servidor público. ¿Por qué será? Blanco es, gallina lo pone y frito se come. Andrés sueña con ese cargo. Seguramente, después de años de trabajo, lo tendrá. No lo dudo porque es inteligente y tiene, particularmente, la capacidad de embrujar a la gente con su discurso. A su corta edad está en todas. Lidera campañas en contra del maltrato a la mujer, alimenta indigentes, es un líder de la comunidad colombiana en Argentina, va a lanzar libro en diciembre. En fin, con su dinero está haciendo campaña desde ya. Me da miedo porque así, como él, han empezado personajes como el mismo Uribe que tanto odia el joven abogado a quien hago referencia en esta publicación. @paumalati LAS2orillas Última edición por DANNY TREJO; 08-08-2015 a las 16:29:32 |
08-08-2015 , 16:28:14 | #8 |
Denunciante Bronce | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’ Más pendejo soy yo que suspendo mis labores cotidianas para escribir estas líneas. Pero, carajo, a veces hay que hablar por otros y por uno mismo. Y yo creo que si después de una sequía de varios meses escribo esto, es porque recojo el sentimiento de personas que buscamos en Las2Orillas, otra forma de información –perdonen la aliteración –. Yo hubiese querido escribir sobre un columnista famoso. No sé, decirle a Daniel Samper Ospina que nos tiene aburridos con su ironía fofa y su humor cachaco; o escribirle una diatriba a León Valencia para espetarle que Colombia tiene problemas más grandes que Álvaro Uribe Vélez; o una a William Ospina donde le diga que, carajo, deje de hablar de Europa y de Borges, que a los colombianos no les interesa saber dónde queda Isla Barú, mucho menos se van a interesar por los primaverales prados de la Francia Imperial. Pero no. Yo –escritor de poca monta, polluelo de articulista, potrillo de investigador –dedico estas líneas a un escribidor que muy seguido publica sus intuiciones en este medio. Un fulano que se hace llamar Fabio Andrés Olarte Artunduaga –defensor de las corridas de toros, analista de fútbol, catador de música, consultor del sector educación –. O como socarronamente lo llamaría un lector: el wikipedio colombiano. ADVERTISEMENT A Olarte lo conocí, es decir, lo leí, una infausta mañana cuando publicó una grosería llamada Diatriba contra Mister Black y El Serrucho; más título que contenido, como todo lo que escribe este personajillo. El artículo llamaba la atención inicialmente por su título y porque al lado de Mister Black, en señal de desafío, estaba la foto a blanco y negro de un chamaco de 23 años con cara de monaguillo perverso, sonrisa tenue y bobalicona, ojos entornados y traje impoluto. Empecé a leerlo. Con la primera línea ya estaba decepcionado: “Hace un par de días, me reuní con un grupo de compatriotas en la capital de la Argentina”. Por qué decir ‘compatriotas’ cuando se puede decir ‘colombianos’, por qué decir ‘la capital de Argentina’, cuando se puede decir ‘Buenos Aires’ –me pregunté. Con todo, seguí leyendo porque sabía que quien había escrito esto poco o nada sabía sobre el mundo del picó y la coletería. El chiquillo continuaba párrafos más abajo de la siguiente forma: “la champeta es un fenómeno sociocultural, que se dio con violencia en la costa atlántica, hace mas de 30 años”. ¡Treinta años! ¡Dios, dónde vive este tipo! Ah, sí, en Argentina. Así es Olarte: pomposo, pero falaz, adornado, pero cacofónico, rimbombante, pero fútil. No quiero hacer las correcciones respectivas sobre el artículo de marras, porque esa tunda ya se la dio otra persona en una respuesta posterior. Solo atinaré a decir que llamar costa atlántica al Caribe (con mayúscula) es de por sí, insultante. Y así también es Olarte. Parece que de la región el señor solo tiene las nociones que su maestra de geografía le dio en noveno grado. Sigo leyendo, aunque mi malestar aumenta con cada frase incoherente, con cada lugar común, con cada coma mal puesta. Aguanto. Hago fuerzas para terminar de leerlo. Me salto un par de líneas. Respiro profundo. Pienso. Por fin llego al final: “Emiliano Zuleta, Álvaro José “El Joe” Arroyo, entre muchos otros, deben estar revolcándose en sus tumbas, tras ver lo que hacen con su legado musical”. Ya es el colmo: el tipo metió en un mismo saco al vallenato, la salsa y la champeta, por el simple hecho –creo yo –de ser ritmos caribeños ¡Ay, Olarte, no solo de intuición vive el hombre! ¡Los comentarios, quiero ver rápido los comentarios! Y como era de esperarse, la paliza es grande. Después de leer el artículo, el sentimiento que me generará Olarte será siempre el mismo: pena ajena. A la fecha la diatriba –que ni es diatriba ni es nada –tiene más de noventa mil visitas y casi mil comentarios. Así también es Olarte: lo leen y lo comentan como a nadie más. La segunda vez que volví a leer algo de Olarte fue también atraído por un título genial: La falacia antitaurina: ¡hay que leer señores! El artículo venía con la imagen de un torero arrodillado frente a un toro en las barandas de la plaza. Reconocí la imagen que yo mismo había compartido mucho tiempo atrás. Empecé a leer: “Básicamente, hay dos puntos de partida para crear una falacia”. Tiene sentido, pensé. Continué leyendo. Líneas más adelante choqué con esta afirmación: “pero lamentablemente hoy vengo a decirles, a quienes creyeron en esta farsa, que todo este tiempo han estado engañados por dos o tres más vivos que ustedes”. ¡Nos iluminaste, Olarte, nadie sabía esa información! ¡Sos un genio, pibe! ¡Oh, grandioso omnisapiente! ¡Estás haciendo con nosotros lo que Whitman hizo con los gringos! Como les dije, meses atrás yo había compartido la imagen del torero en mi perfil de Facebook y un amigo –defensor de todo lo que los otros atacan y fustigador de todo lo que los otros defienden –me había contado la historia. Lo hizo en dos o tres líneas. No necesitó escribir un artículo. Y algo mejor: no me insultó ni se mostró como el poseedor de la verdad absoluta. Al final, yo le respondí que lo bello de la imagen, era la imagen en sí, sin necesidad de la historia. Leí el artículo a retazos y me fui directamente a los comentarios. Hubo uno que me llamó la atención: “Serrucho, serrucho, serrucho” –decía. Este tipo ya es famoso, pensé. Eso de que te referencien por algo tiene su mérito; además, la foto de niño bueno también ayuda. Lo chévere de los artículos de Olarte no es lo que él escribe, sino lo que le comentan. Siempre te encontrarás con comentarios de este tipo: “Hay algún tipo de filtro para los escritos que se publican en las2orillas?, porque me cuesta creer que textos como estos puedan ser tomados en serio por alguien con una mínima formación académica. Un poco más de respeto con los lectores por favor!”(sic.). La misma pregunta me hago cada vez que leo algo de Olarte: ¿Por qué le publican? porque lo leen, me respondió alguien. No seguiré reseñando aquí otros artículos porque mi necedad no es tanta y mis ocupaciones son muchas. Resumiré todo diciendo que el señor en cuestión posee dos problemitas es su escritura: la forma y el fondo. En cuanto a la forma, Olarte abusa de las comas incidentales. Las pone donde le-da-la-gana. Cuando uno lee sus artículos tiene la sensación de ir montado en una carretilla de llantas cuadradas. También abusa de los apelativos. En un artículo reciente utilizó en menos de dos líneas las expresiones ‘la Azzurra’, ‘los tanos’ y ‘la Nazzionale’ para referirse a la Selección de Italia. Sus oraciones son sencillas y su lenguaje pueril. En cuanto al fondo, Olarte siempre apunta al lugar común. Y quizá por eso la gente se siente representada con lo que escribe. No investiga. Jamás le he visto citar a una autoridad. No menciona a un escritor o periodista conocido. No habla de una última novela leída. Todo parte de lo que conversó recientemente con un amigo o un profesor. Lo que escribe, Olarte lo obtiene de su microespacio bonaerense. Es coyuntural: teclea sobre lo que está en boga. Utilizaré una de las analogías que tanto le gustan a este joven para explicar la situación: los artículos de Fabio Andrés Olarte son al periodismo, lo que Cincuenta sombras de Grey es a la Literatura Olarte practica una especie de psicoanálisis social barato para estudiar a sus ‘compatriotas’. Es un experto en insultarnos como país. Y lo hace desde su cómodo cuarto en Buenos Aires, perdón, en ‘la capital de la Argentina’. Nos trata de facilistas, mediocres, consumistas, inocentes, estúpidos, ignorantes, narcotraficantes, sibaritas (¿sabes que significa esta palabra, Olarte?). Y tiene razón: hay que ser todo lo anterior para que varios de sus artículos hayan estado durante varias semanas entre Lo más leído en Las2Orillas ¡Mentiras, colombianos, yo también disfruto leyendo a este chicuelo! Ahora te hablo a ti, Olarte: como en la canción, yo también tuve 23 años y un corazón vagabundo. Yo también sentí el deseo de escribir y publicar. Yo también quise que la gente me leyera y comentara mis textos. Pero cada línea, antes de mostrársela al resto del mundo, pasó por el cedazo de mis amigos. Ellos tuvieron los cojones para decirme lo que yo te digo ahora. Lee, piensa, escribe. Pero sobre todo, corrige. Si haces esto, mucho de tus artículos terminarán en la hoguera. Allá, por recomendación de mis amigos, mandé los que escribí cuando tenía tu edad. Deja de alardear con la columna diaria que ese ritmo no lo aguanta ni el mismo Alberto Salcedo Ramos. Está bien que quieras demostrar que puedes generar opinión, pero no nos insultes ni insultes nuestra inteligencia. No todos somos el país de ignorantes que tanto vituperas. #DESPIERTAOLARTE Por. Víctor Alfonso Moreno-Pineda @victorabaeterno |
08-08-2015 , 16:46:34 | #9 |
Denunciante Ultra | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’
Quisiera conocer un uribista o un petrista o un chavista que al leer algo que no le gusta buscara refutar lo escrito en lugar de averiguarse la direcciòn, los datos personales y si es posible la rutina diaria del escritor.
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08-08-2015 , 16:54:22 | #10 |
Denunciante Avanzado | Respuesta: ‘¡Vivo orgulloso de ser uribista!’ A mi también me gustaría que ciertos personajes diferenciaran la linea entre la gente de bien y los delincuentes, me refiero a gente honrada y ratas terroristas respectivamente, para ser mas precisos. |
Etiquetas |
alvaro uribe velez, centro democrático, colombia, noticias, uribismo |
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