¿Qué tan necesaria es la regla fiscal para el país?

Alianza EL HERALDO - UNIVERSIDAD DEL NORTE (Instituto de Estudios
Económicos del Caribe)

El debate sobre la conveniencia de implementar un modelo de regla fiscal en el país divide las opiniones entre quienes piensan que es una buena herramienta para hacer buen uso de los recursos, y los que creen que puede resultar peligroso para la política macroeconómica.

El ministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga sostuvo que la iniciativa se viene trabajando desde hace años y significa “poder tener una política fiscal más definida en función de un panorama de sostenibilidad de mediano y largo plazo, y asegurarle al país una mayor estabilidad macroeconómica”.

La regla fiscal es un conjunto de restricciones que se impone a sí mismo el Gobierno en materia de gasto y déficit para ordenar la política fiscal. “El objetivo es administrar los recursos, de tal manera que el gobierno ahorre en momentos de crecimiento económico, para compensar en tiempos de menor actividad económica. Además, se envía un mensaje de responsabilidad fiscal a los mercados”, explica César Corredor, director del IEEC de Uninorte.

Normalmente, cuando un país atraviesa por períodos de crecimiento económico, sus gastos de inversión tienden a aumentar, puesto que hay mayor capacidad de endeudamiento.

Así ocurrió en Colombia durante el auge económico de los años previos a la crisis mundial, en los que el gasto estuvo por encima del crecimiento nominal. Y aunque la crisis sólo tuvo efectos transitorios en el país, se evidenció un Gobierno que no contaba con suficientes recursos para enfrentar una situación de mayor impacto y duración.



El riesgo que se evitó puede ser visto como una lección aprendida y lleva al país a ser más cuidadoso en el futuro, e invita a la reflexión acerca de la necesidad de ahorrar los recursos que genera la economía en períodos de crecimiento.

En este sentido, la regla fiscal se ha diseñado, en gran parte, pensando en las expectativas nacionales que se tienen de un auge en los sectores minero y energético. “Se espera entonces que la regla fiscal ayude a fijar unas condiciones más apropiadas en el uso de esos recursos para aprovecharlos de la mejor manera”, dice Corredor.

Pese a que iniciativas como estas apuntan a un mayor control de la economía, según Jairo Parada, profesor del IEEC, las reglas macroeconómicas han sido un fracaso en la historia de la política económica, dado que no se han podido cumplir, o no han sido viables. El economista estadounidense Hyman Minsky decía que intentar establecer reglas es no entender la naturaleza frágil e inestable de una economía monetaria moderna.

Para Parada, la regla fiscal propuesta por el Gobierno carece de mecanismos coercitivos sobre el Estado y es absolutamente innecesaria en caso de una bonanza minera. En su opinión, estas reservas se podrían convertir en gasto público para infraestructura y programas de empleo. “Si el desempleo estuviera por debajo del 5%, y la informalidad se bajase a menos del 30%, se podría pensar en un fondo que mantenga las divisas en el exterior para evitar monetizarlas y presionar la tasa de cambio hacia abajo”, sostiene.
Respecto a esto, Corredor sostiene que el problema del desempleo no se resuelve incrementando el gasto, como se evidenció en el país cuando pese al crecimiento económico, la tasa de desocupación se mantuvo baja. “No hay necesidad de esperar a que tengamos tasas de desempleo bajas para tomar esa medida porque esto permite crecer con más estabilidad y da pautas sobre el manejo de esos recursos que se nos vienen”.

El debate apenas comienza. Mientras, el proyecto de ley busca ser radicado constitucionalmente y de este modo dejar la estabilidad macroeconómica como derecho fundamental de los colombianos.