Con más del 62%, Chile rechazó la nueva Constitución

En un grupo al que asisto de análisis político resulta complejo analizar lo que pasó. Se necesita un tiempo para llegar a conclusiones certeras y dejar de lado el simplismo de que todo se debió a la desinformación o que sigue rigiendo la constitución de Pinochet como absurdamente trinó Petro.

Hay que tener en cuenta que las muchas reformas que ha sufrido la constitución ya no es la de Pinochet. De serlo jamás habría llegado al poder Boric. No es la mejor pero tampoco es la que dejó la dictadura.

Uno de los motivos de rechazo fue la declaración de un país pluriétnico y las autonomías que pretendía instaurar para las minorías. Los chilenos creyeron que se iba a desmembrar el país y que la autoridad se iba a relajar máxime (como en Colombia) que se admitían diversas formas de justicia como la de los indígenas.

Lo llamativo es que la gran mayoría de chilenos quiere cambiar la constitución, pero no a espaldas del congreso. Antes se había planeado una comisión mixta. Ahora Boric sabe que debe contar con las fuerzas parlamentarias y con la oposición para elaborar el nuevo texto.

Es en este momento cuánto apreciamos lo hecho por nuestros constituyentes en 1991.