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Un millón en show Rolling Stones en playa Copacabana

RIO DE JANEIRO (Reuters) - El veterano grupo de rock Rolling Stones atrajo a un millón de admiradores a un show en la playa Copacabana de Río de Janeiro en la noche del sábado, en uno de los mayors conciertos de la historia.

Los sesentones rockeros británicos captaron la atención del público en su show gratuito con viejas canciones de la década de 1960 y algunas de su más reciente álbum, terminando con su éxito "Satisfaction."

Mick Jagger, de 62 años, y sus tres compañeros de banda actuaron en un enorme escenario levantado sobre la arena frente al hotel donde se hospedaron, y al cual llegaron por una pasarela elevada que atravesó la avenida costanera.

Más de 2.000 policías fueron desplegados para dar seguridad al evento, como parte de los 16.000 destinados a controlar todo el estado de Río de Janeiro por causa del espectáculo, al que asistieron seguidores de la banda provenientes de todo Brasil y del exterior.

Pese a las preocupaciones previas con la seguridad, el coronel de policía Leonardo Tavares dijo que "nada grave pasó, gracias a Dios. Todo está en calma."

El cuerpo de bomberos debió atender a unas 250 personas que se desvanecieron por cansancio, sofocadas o por exceso de bebidas.

Grupos de personas, principalmente jóvenes, extendieron los festejos en bares de calles de Copacabana.

Tavares y funcionarios de bomberos estimaron la asistencia al show de los Stones en un millón de personas, lo que sería uno de los mayores espectáculos artísticos jamás realizados.

Desde tempranas horas de la mañana, personas de todas las edades, pero principalmente jóvenes, muchos con mochilas, buscaron reservar su lugar próximo al palco en la arena, mientras otros llegaron a treparse a árboles sobre la avenida para lograr presenciar el espectáculo lo más cerca posible.

El show, parte de la gira mundial "Bigger Bang" iniciada en agosto en Estados Unidos y que los llevará a Argentina, atrapó a espectadores, que se mecían y agitaban sus manos parados en la arena a lo largo de más de un kilómetro de un sector amplio de la playa de Copacabana.

Decenas de embarcaciones anclaron en el mar frente al palco, algunas a pocos metros de la playa, mientras varios helicópteros y un dirigible sobrevolaban el lugar.

Los veteranos músicos, ademas de conseguir la respuesta del público con su música y cantos, sorprendieron por su estado físico al permitirse dos horas de movimientos y pasos de baile.

Jagger, que en la última parte apareció luciendo una camiseta con la bandera de Brasil en el pecho, atrajo más simpatía al pronunciar algunas palabras y breves frases en portugués.

Además de Jagger y sus compañeros -Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts- participaron del show el bajo Darryl Jones, dos saxofonistas y otros músicos, además de la cantante Lisa Fischer.

La fiesta comenzó temprano en la mañana, cuando ya se veían grupos, muchos de jóvenes con tatuajes en sus cuerpos y coloridos peinados, dirigiéndose al lugar del show, mientras numerosos vendedores de comida y bebidas poblaban la playa.

El concierto empezó con un clásico, "Jumping Jack Flash," y mezcló un repertorio de viejas y nuevas canciones.

Un grupo de cuatro aviones sobrevoló varias veces la playa durante la tarde dejando estelas de humo, mientras helicópteros de la policía apoyaban la vigilancia desplegada en la playa y calles vecinas.