"El Barcelona gana en el Manzanares con una genialidad del argentino (1-2)
El efecto Messi

Manuel Malagón 26/02/12 - 23:29

El efecto Messi pudo con el efecto Simeone en el Vicente Calderón, donde el Barcelona se impuso (2-1) gracias a una genialidad del argentino, que aprovechó una ingenuidad del Atlético. Courtois andaba colocando una barrera que el Barça no había pedido y la Pulga colocó el balón en la escuadra. Resolvió de esa forma un partido que se le había complicado sobremanera al cuadro de Guardiola, después de que Falcao al inicio del segundo acto hubiera igualado el tanto de Alves en la primera parte. Simeone propuso una guerra de guerrillas y el Barcelona salió vivo a última hora.

Lo primero que se encontró el Barcelona en el Calderón fue un Atlético que le esperó y le cedió el balón y el campo. Los de Guardiola llegaron a tener cerca del 80% de posesión de la pelota. Probablemente el Barça se esperaba un Atlético que presionara arriba como venía haciendo en los últimos partidos. No fue fiel a sí mismo el cuadro rojiblanco, cuya propuesta decepcionó, al menos en la primera parte. En la segunda, cuando se vio obligado, fue otra cosa. El Atlético salió algo acomplejado, con un único objetivo: defender. Ese trabajo lo hizo bien. Eso sí, la pelota le duraba un suspiro.

El Barcelona se entregó así a un ejercicio de paciencia. Tocar y tocar hasta encontrar el hueco. Messi, Iniesta, Xavi y Cesc caían casi siempre en la tela de araña que había formado Simeone. El centro del campo era un campo de minas y al Barcelona le costaba desactivarlas. Las áreas apenas existían, sobre todo la de Valdés. Courtois se estiró en una falta de Xavi. Por lo demás vivía relativamente tranquilo porque sus compañeros tapaban bien los pasillos interiores. A veces, tirando de más faltas de las necesarias.

La vida era dura para Arda, Adrián y Falcao, que tuvieron que trabajar tanto atrás que apenas tenían aire para crear. Messi estuvo incómodo, pero a la primera que tuvo espacio desarmó al Atlético. Recibió en zona de tres cuartos, arrancó y dividió a la defensa del Atlético. Cuando vio el hueco se la puso a Cesc, que centró de primeras para la llegada de Alves. El brasileño marcó a placer. Dominador absoluto, el Barcelona apenas sufrió en el primer acto.

Con el duelo en contra, Simeone ordenó subir líneas. En un minuto, Adrián pisó dos veces el área del Barcelona. Un aviso de que el partido iba a ser otra cosa. En esas, Gabi botó un córner, Sergio Busquets peinó donde no debía, hacia atrás y Falcao estaba donde sí debía, en el segundo palo. El colombiano no falló, el Atlético dio un paso hacia adelante y el Calderón se encendió. Era otro Atlético y otro partido.

Con el Atlético presionando más arriba, le costó al Barcelona hilar su juego. No estaban cómodos sus centrocampistas, Xavi no se hizo con el partido y eso para el Barça significa sufrir. En esas condiciones siempre queda Messi. El argentino enganchó un bar de balones que crearon pánico. Falcao falló en el mano a mano y Alexis en el segundo palo. El partido iba y volvía, justo lo que no le gusta al Barcelona, acostumbrado a dominar el partido y someter al rival. El Atlético, despojado de sus complejos, empezó a creer.

El Barça se empantanaba y el tiempo corría en su contra, Gabi cometió una falta en el pico del área sobre Pedro. Courtois se dispuso a colocar la barrera, Pérez Lasa le dio el visto bueno a Messi y la Pulga aprovechó el despiste del belga para colocar el balón en la escuadra. La ingenuidad rojiblanca lo aprovechó Messi de forma genial. Aún sufrió el Barcelona, a quien tuvo que salvar Valdés. El meta salvó un remate a bocajarro a Juanfran y un disparo de Gabi que llevaba veneno. Antes del disparo de Juanfran, Busquets tocó el balón con la mano, para poner el punto de polémica que le faltaba al partido. El Barça se agarra a la Liga como puede. Messi todavía no se rinde.

Fuente: Marca