Respuesta: ¿A quién escogerías? Mmm, veamos.
Por lógica elegiría a la que me quiere para yo abrazarla; claro que aquí hay una vaina y es que no sabemos si quien queremos sienta algo similar hacia nosotros. O bien, el dilema nos está planteando desde el principio de que nuestro aprecio por ese alguien no es "correspondido".
Mi decisión salomónica podría ser... no abrazar a ninguna de las dos: que quien me quiera lo haga hasta donde dé, y a quien yo quiera también. |