Cita:
Iniciado por Heráclito Una cosa es el ocaso, que no solo le pasa a Uribe sino a cualquier lìder en el mundo, y otra que desaparezca del mapa polìtico. Su influencia ha mermado y lo seguirá haciendo en la medida que los problemas que lo llevaron a la cima se debiliten o desaparezcan.
Tengo claro que hasta su muerte y aún después de ella, seguirá influyendo en la pólítica colombiana, pero sin la trascendencia de las dos primeras dècadas de este siglo.
De todas formas, pase lo que pase, se le reconoce como el polìtico màs influyente -hasta ahora- del siglo XXI. |
Los mamertos eligieron a Duque. Lo que ellos no parecen entender es que son ellos quienes más han contribuido a mantener vigente a Uribe, a darle protagonismo y a que los políticos uribistas tengan protagonismo. Estamos presos del juego dicotómico que se inventaron uribistas y mamertos, en el que no caben otras posiciones; si no apoyas al mesías que te gusta, automáticamente significa que apoyas al «del otro bando» (Uribe y Petro). Si los mamertos, que, para colmo de males se definen y definen su forma de pensar como «antiuribismo»,no se la pasaran hablando de Uribe todos los días, lo que dijeran Uribe y sus áulicos se lo llevaría el viento, pero los mantienen en primera plana, y a su vez envalentonan a quienes defienden a Uribe. Uribismo y antiuribismo existen en función del otro.
Los mamertos convencieron a mucha gente de tomar posición como uribistas, y de defender activamente a Uribe a través del voto. Si hubiese habido espacio para otras posiciones y matices, y para un diálogo con fundamentos, otro habría sido el cantar.