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Heráclito
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Predeterminado Ahora la Selección no es 'tierra arrasada'

Las razones de Meluk:

Cita:
Meluk le cuenta... (Ahora la Selección no es 'tierra arrasada')

Es apenas obvio que hay que hacer ajustes para la eliminatoria.

5:45 p.m. | 29 de junio de 2015

Jorge Valdano ha hecho famosas varias frases. De ellas, hoy escojo dos. Primero, esta: “Los periodistas son el único equipo invicto, pues nunca pierden”. Y esta otra: “Los periodistas son los profetas del pasado”. Rotundas y demoledoras. Recuerdo también a Germán Blanco, exeditor de estas páginas y quien me alineó por primera vez en la titular de la redacción de Deportes de EL TIEMPO, cuando nos decía: “Es que el lunes todos nos ganamos el 5 y 6”, las viejas apuestas de las carreras de caballos. Tal cual. Yo, pecador, me confieso...

Con la eliminación de la Selección Colombia en los cuartos de final de la Copa América, se cumplen todas esas máximas. Hay voces que, en la inmediatez del resultado, han creado una lectura de ‘tierra arrasada’; que hay que refundar el equipo, que el DT José Pékerman no trabaja, que hay que cambiar hasta los baldes que carga el utilero, que el equipo ahora es pegador, que hay que convocar a los jugadores de la Liga local a cambio de los que están en Europa, que Perú y Paraguay ya nos eliminaron del Mundial de Rusia 2018, que hay que reconstruir y reedificar el equipo... ¡El apocalipsis!

Ni tanto ni tan poco: los periodistas somos –y me incluyo porque peco– los que antes del torneo dijimos que era una bestialidad que jugaran, por ejemplo, Zúñiga y Armero, pues venían de lesión y larga suplencia, y resultó que Zúñiga y Armero no lo hicieron para nada mal. También se dijo que, por fortuna, James se había lesionado en febrero, con lo que se vio obligado a ‘parar’ y así llegaba en su punto a la Selección. A la luz de los que pasó después, se sentenció con total autoridad que no dio pie con bola porque venía cansado y exprimido del Real Madrid. ¿Al fin, qué?

Se juró que Teófilo Gutiérrez fue el alma que resucitó a Colombia en la victoria contra Brasil, después de su ausencia en la derrota con Venezuela; pero cuando Teo falló (muy feo) al intentar hacer ese mismo rol en el juego contra Argentina (lo que originó su rápido cambio), resulta que esa es la prueba pública de una autoaceptación de Pékerman de su pésimo planteamiento de juego... ¡Y sí: lo planteó mal, pero porque puso un solo volante de marca a falta de sus dos titulares!

Se dice que ya no hay táctica ni estrategia y que ahora somos los más violentos del área: las pruebas estadísticas contradicen eso. Atérrense: ¡Colombia pegó más en el Mundial!

Antes, cuando se enfrentó a Jordania, Senegal o El Salvador se habló del técnico como un excelente buscador de sparrings, pero ahora que jugó contra Baréin y Kuwait (que son menos que jugar contra Nacional de Eléctricos o Caterpillar Motor, seguro), Pékerman y su cuerpo técnico son una bola de vagos.

Yepes era un lento armario antes del Mundial y fue el capo de capos en Brasil. Abel Aguilar era torpe y ahora resultó ser el ‘ausente salvador del primer pase’ y así.

Y los ‘oráculos del mal’ andan felices repitiendo, mientras muestran sus colmillos, listos para morder el pescuezo: “Yo ya lo había dicho, ya lo había dicho...”. Ahora dizque todo es ‘tierra arrasada’. Lo que pasa es que es lunes y todos nos ganamos el 5 y 6...

Dos errores y soluciones

El diagnóstico general coincide en dos males, que se deben tratar para llegar sanos a la eliminatoria.

1. Ausencia de generación y juego ofensivo: ese fue el gran problema. Se produjeron pocas opciones de gol y los delanteros se fueron en blanco. Los generadores, James y Cuadrado, fueron mucho más vigilados y marcados por sus rivales, plenamente conscientes de su potencial.

Ante eso no hubo alternativas para sostener el balón o promover soluciones para los desafíos defensivos del rival. Hay que buscar una alternativa para James, un apoyo para él, que brinde un juego de más sostenimiento de bola, un jugador tipo Macnelly Torres, que sea su ‘Compay Segundo’ en la creación, como ocurrió en la eliminatoria.

Esto es lo que peor tiene a la crítica y a la afición. Ese el mayor dolor, la preocupación más grande: ¿con todos esos cracs arriba, y nada?

2. Debilitada escogencia de jugadores por lesiones previas y bajo nivel futbolístico: la teoría de Pékerman de que “mientras los jugadores estén bien físicamente”, como lo dijo antes de salir para Chile, es suficiente porque sabe de sus condiciones futbolísticas hay que tomarla con pinzas. Ya se sabe que para la eliminatoria hay que tener una evaluación clara y precisa del nivel futbolístico (no solo físico) del que se jacta que se hacía en la Selección con el riguroso seguimiento del veedor y analista de jugadores, para equivocarse lo menos posible, a sabiendas de que todo entrenador tiene jugadores preferidos y probados por él.

El ejemplo real fue Cuadrado. No logró imponer su desequilibrio. Y, de la lista de 30 preinscritos, se lesionaron Abel, Guarín y Quintero. Fatal. Ahí se descuadró la cosa gravemente.

Se afirma, en medio de este ‘apocalipsis’, que la liga local debe aportar, entonces, muchísimos mejores jugadores. Pongamos el ejemplo de Cardona (de reciente paso a México): ¿le dio vida ofensiva a Colombia? Pues, no... ¿Entonces?

Es apenas obvio que hay que hacer ajustes para la eliminatoria, pero la Selección Colombia no es tierra arrasada, ni hay que ‘levantarla de sus impresionantes ruinas’, ni mucho menos.

Y, por más que queramos (el burro por delante) dictar veredictos absolutos, todo es relativo.

Y lo que es claro es que el fútbol es de todos los días y que si Colombia se duerme, como roncó entre 1998 y el 2014, se la llevará la corriente...


Meluk le cuenta…

GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
Fuente: El Tiempo

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Última edición por Heráclito; 06-07-2015 a las 07:09:17
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