Después del desastre y con la cabeza fría se puede pensar en un balance constructivo de lo que pasó y lo que depara el futuro. Hay buenos jugadores, un entrenador capaz y un proceso en marcha, reconstruyendo un equipo con miras al máximo objetivo: clasificar al Mundial de Rusia 2018.

Dentro de tres meses empieza una larga carrera de dieciocho partidos, cuatro este año, seis en 2016 y ocho en 2017, tiempo suficiente para terminar la construcción del equipo con jugadores del pasado mundial y nuevos valores que van a llegar con plenitud de condiciones a la cita orbital.

La eliminatoria va a ser muy dura y nadie tiene nada asegurado, ni las grandes potencias como Argentina y Brasil. La Copa América es apenas una fotografía del momento presente, pero no significa nada hacia el futuro. Todo puede suceder, pero lo cierto es que las cargas se igualaron.

Si la Federación respeta el proceso Pekerman, las posibilidades de superar el duro escollo de las eliminatorias son grandes.

Cita:

¿Qué le pasó a la Selección Colombia? Habla el comentarista deportivo Javier Hernández Bonnet y hace un balance de la Copa América. Por: MARÍA ISABEL RUEDA | 1:32 a.m. | 6 de julio de 2015 Foto: Abel Cárdenas/ EL TIEMPO Javier Hernández Bonnet dice que los colombianos son "de altas y bajas" y que no respetan los procesos ni los logros de los jugadores, y que por eso es difícil aceptar las derrotas. ¿Desapasionadamente, qué nos pasó? Se dieron un montón de circunstancias. Primero, previo al torneo, se lesionaron jugadores clave en la estructura: Aguilar, Guarín, y Quintero. Aparte, cuando en un equipo más de seis jugadores están en bajo nivel, el rendimiento es malo. Ni James ni Cuadrado, ni Zúñiga ni Teo, ni Falcao estaban en forma. La Copa América les cobró la falta de partidos en la temporada. ¿Nos faltó fútbol? Sí. La Selección no encontró jugadores con los cuales tener ese primer pase para poder armar el ataque. Pero el que menos se había metido mentiras sobre la Copa América era el mismo Pékerman. En su primera rueda de prensa, antes de convocar a los 30 preseleccionados a la Copa, dijo que la gente tendría que entender que esta es una selección en reconstrucción, que no era la misma del Mundial donde salimos quintos, y que si bien en la Copa se buscaría llegar hasta la final, la prioridad seguiría siendo la clasificación al Mundial del 2018. ¿La nuestra sigue siendo una selección de titulares sin suplentes de la misma calidad? Siempre será así. La gran diferencia entre Argentina y Brasil frente al resto de equipos de Suramérica no está en la calidad de los jugadores sino en la cantidad para poder cubrir una ausencia como la que se nos presentó. ¿Sirve la Copa América para pronosticar si se está en el camino de la Copa Mundo? Nosotros, recobrando el nivel de 4 o 5 jugadores, podemos acabar con la teoría de ‘tierra arrasada’ con la que vivimos cada vez que nos derrotan en un evento de tanta expectativa. La Copa América no sirve para pronosticar si se está en el camino a la Copa Mundo, pero es muy útil para que el técnico busque la sabiduría para armar un buen equipo. ¿Qué le pasó a Falcao? La lesión de Falcao, que era el gran referente, exige mínimo un año y medio para recuperar el nivel que siempre se espera de un jugador con esos antecedentes. ¿Le hace falta recuperación física y también psicológica? Los médicos dicen que se tienen que reaprender muchas cosas. Y que una lesión de esas se le queda en la cabeza. Pero aquí la discusión es sí valía el esfuerzo de Pékerman por tenerlo permanentemente en la nómina titular. Eso no es extraño en Pékerman. En el futbol argentino, el técnico aguantó a Burdisso seis meses sin jugar porque consideraba que era el defensor que necesitaba. Le dieron todo el palo del mundo, pero Burdisso fue uno de los jugadores destacados de Argentina en el Mundial del 2006. Al gran capitán de Argentina Javier Mascherano, Pékerman lo esperó seis meses. Es un técnico que no tiene una conducta variable de acuerdo con el día o el torneo. ¿Le hizo daño a Falcao de todas maneras el paso por el Manchester United? ¿Está mejor en el Chelsea? El momento oportuno para contratar un jugador y después de vivir una lesión como la que vivió Falcao, lo está interpretando con su decisión Mourinho. Cuando eso hace un técnico como él, que es calculador y no deja nada al azar, es porque cree evidentemente en su recuperación y que Falcao le será útil en su plan. Porque no puede darse el lujo de desmejorar el punto que ha logrado en esta temporada como campeón de la Liga Premier. ¿Qué pasó con James? Esperábamos mucho más de él. Un esfuerzo máximo, entendiendo que su consagración en el Real Madrid llegó mucho más temprano de lo que todo el mundo pensaba. No se encontró en el campeonato y no halló su fútbol. ¿Parecido a lo que le pasó a Messi? Distinto. Messi, que no se encuentra en plenitud de condiciones porque llegó a la Copa América desgastado por la exigente campaña de la Triple Corona –la Liga, la Champion y la Copa del Rey– siempre está muy bien arropado; tiene tantos puntos de apoyo en el equipo, que lo poquito que haga se ve superlativo. Colombia, con 6 o 7 jugadores por debajo del nivel, ni siquiera tenía quién le pudiera disimular a James sus flaquezas futbolísticas. Lo siento decepcionado de James… Es el caso más decepcionante de todos porque además no se le vio cómodo ni siquiera en la cancha a la hora de compartir con sus propios compañeros. ¿Y Cuadrado? Cuadrado era estrella en Fiorentina y cuando llega al Chelsea cambió absolutamente todo su esquema de vida. No solo llegó a una cultura distinta sino a un fútbol distinto, donde le exigen menos exhibicionismo personal y más productividad para el equipo. Y le costó. En la Selección se le notó ese afán de querer resolver todo. Tendrá que madurar en ese sentido. ¿Todo eso explica por qué, teniendo la mejor delantera de la Copa América, solo hicimos un gol en todo el torneo? Nosotros llegamos a la Copa América con el ideal de que contábamos con un muy buen ataque, lo único que no teníamos que tocar. Era la segunda mejor delantera de la eliminatoria, después de Argentina. La gran duda nuestra era la defensa. Y no marcamos sino un solo gol, pero tampoco nos hicieron más de un gol. Son los contrastes de esta Selección Colombia. Lo que pensamos que funcionaría no funcionó y lo que esperábamos que fallara, funcionó a la perfección. No nos metieron más goles por el héroe de David Ospina. ¿Qué opina, a propósito, de que el Arsenal haya comprado otro arquero después de haber visto semejante desempeño de Ospina en la Copa América? Los europeos hacen apuestas largas que a nosotros nos resultan contradictorias. Pero fíjese que esa misma contradicción la tiene el Barcelona con Bravo, su arquero veterano, pero en la Champions está Ter Stegen, un alemán de 23 años. En el fútbol europeo eso es muy común porque con contratos de cinco años, para ellos el tiempo no solo es hoy sino es mañana. Los penaltis dependen del azar básicamente, pero también es posible cobrarlos muy mal… Son los estados de ánimo los que juegan en esa instancia. De eso no están libres ni los mejores del mundo. Messi, el mejor del planeta, lleva en los últimos 10 años más de 15 fallados. Roberto Baggio, que se consideraba un infalible, falló en la final del Mundial del 94 el disparo que le dio el cuarto título Mundial a Brasil. Maradona, Zico y Platini también hacen parte de esa lista. Por eso algunos técnicos ni los entrenan y solo esperan el día del partido a ver quiénes se sienten seguros y no siempre son los cracs los que se comprometen. Murillo y Muriel tendrán su revancha. Usted me dice que Pékerman es un técnico de mirar hacia adelante, de estrategia futurista. ¿Está asegurada su continuidad con la Selección? Llevábamos 16 años sin ir a un Mundial de Fútbol. Y se consigue con un técnico que llegó a cambiarnos a todos. A los periodistas nos sacó de las concentraciones y nos reglamentó el contacto con los futbolistas; a los directivos les cerró la ventanilla de recomendaciones, rechazando a quienes sugerían llamados de futbolistas; y a los empresarios los desterró para evitar la distracción de los jugadores. Eso hizo que mucha gente estuviera esperando este momento para cobrarle sus decisiones. También en Argentina trabajó así. Es su método para blindar sus grupos. Pékerman se comprometió con este proyecto. Él solo deja los proyectos cuando se los incumplen. Yo tengo la plena seguridad de que él va a continuar en el seleccionado colombiano. ¿A pesar de lo que pasó? Con el fútbol pasa muchas veces también lo que sucedió con Lucho Herrera, que fue campeón de la Vuelta a España y al año siguiente no quedó entre los diez primeros y media Colombia lo quería matar. Nosotros no respetamos ni los procesos, ni los logros de nuestros campeones. Los colombianos no tenemos sino altas y bajas. De todo esto hay que sacar lecciones aprendidas que nos sirvan para retomar la senda del éxito. Hablando de ese tema con Andoni Zubizarreta, el exarquero del Barcelona y la selección española, me contó que cuando el Barça de Cruyff entraba en mala racha, el holandés no arrasaba con el plantel; los invitaba a repasar sobre las cosas buenas que antes hacían y encontraba pequeños detalles de convivencia que los devolvía al éxito, como tertuliar entre amigos. Se reconstruye desde los aciertos y no desde los errores. ¿Si Pékerman tuvo que regañar a algún jugador, a quién fue? Pékerman es muy paternal. Cuando James Rodríguez entró en crisis con Ranieri, el técnico del Mónaco, se fue diez días a recuperarlo, y ya vimos el jugador que apreciamos y disfrutamos en el Mundial. Lo mismo aconteció con Falcao García, cuando estaba en su situación más crítica con Van Gaal: Pékerman se fue a Inglaterra y estuvo levantándole la moral. Y en cuestiones de rendimiento futbolístico no los lacera. Pero sí se fastidia cuando hay malos comportamientos. Mucho me temo que lo mejor de Colombia en el Mundial, que fue su convivencia, se haya alterado en esta Copa América. El cambio de discurso de James, quien después del empate frente a Perú salió caliente diciendo que “habían jugado muy mal” –contrario a la opinión de sus demás compañeros– dejó sensaciones de desavenencias. Al otro día, el mismo James reversó para decir que “si José vio jugar bien al equipo, es porque así fue”. Ahí pudo mediar un llamado de atención hacia un jugador salido de su rol. Pékerman siempre ha pedido que exista humildad y respeto dentro del grupo. ¿Sería que Pékerman le jaló las orejas? No vi al James aplomado y fluido del Real Madrid, creo que lo desbordó el personaje. Me da la impresión de que por dentro se hizo un ejercicio bien duro de la necesidad de que las estrellas fueran tan humildes como lo eran antes de ser las que son hoy. ¿Cree que Colombia sí irá al mundial de Rusia? Más aún: ¿habrá Mundial con estos escándalos de la Fifa? Mundial de Rusia sí habrá. El sorteo preliminar será el próximo 25 de julio en San Petersburgo, no se ha cancelado. El tema del escándalo ha atravesado la frontera de lo deportivo para convertirse en un tema geopolítico, en el que dos potencias como Estados Unidos y Rusia están tirando un pulso y en la mitad está en campeonato mundial del 2018. ¿Chile merecía ganar? Chile ganó porque futbolísticamente respetó su estilo, lo que no pasó con Argentina, que dependió excesivamente de Messi. Pero además porque sus jugadores se unieron para enfrentar la hostilidad de su propia prensa, que durante el torneo los descalificó por el choque de Vidal en su Ferrari. Medel lo dijo antes del partido: “Aquí los únicos que no quieren el título son los periodistas, pero nosotros les demostraremos de lo que somos capaces”. A veces las adversidades hacen que la gente se una y se comprometa, y Chile es la muestra de eso. MARÍA ISABEL RUEDA Especial para EL TIEMPO

Fuente: El Tiempo