A santos se le puede criticar por la falta de apoyo jurídico y moral a las fuerzas militares, por su indiferencia ante el paro agrario, por no subir los sueldos del magisterio de forma proporcional a la inflación, y por no mejorar nada en temas de educación primaria y secundaria.

Dicho esto, en materia comercial lo ha hecho bastante bien, la iniciativa de integrar los mercados bursátiles colombiano, peruano y chileno para tener una bolsa mas fuerte y competitiva que responda a las necesidades de un creciente mercado colombiano (especialmente en cuanto a emisión de bonos y acciones para obtener liquidez se refiere); por otro lado la alianza del Pacífico esta creando un bloque comercial para incrementar la competívidad entre los países miembros (decisión correcta considerando que los mercados son similares y ni tan agresivos como el estado unidense) mientras los países del alba se hunden en la miseria. El tema de los TLC abre oportunidades para no depender del sector minero y energético exclusivamente, pero respecto al de Estados Unidos, si creo que debio negociarse un periodo de adaptación para los productores locales (ese mercado está lleno de oportunidades, pero la competitividad necesaria para entrar y mantenerse es altísima)... Pero siendo justos, eso lo negocio el gobierno Uribe y no el gobierno de santos. Ojalá el de Corea sea mejor negociado en ese aspecto. Agreguémosle que a fortalecido a procolombia y a marca país de una forma bastante interesante para fortalecer y promocionar a los productos colombianos que ingresen a nuevos mercados... Y hablando con socios de otros países, a Colombia lo están viendo como el nuevo Japón (no por innovación tecnológica, sino por el crecimiento en el consumo y la mejora de imagen del país (ojo, estoy hablando de que existe el potencial, donde se suba a un Petro a la presidencia todo se va para la mierda).

El punto es que Robledo critica a santos no por lo cuestionable, sino por lo que se destaca, basado no en hechos sino en dogmas caducos que donde se aplicarán a nivel de gobierno nacional, conducirían a Colombia a un estancamiento y a la pérdida de potencial.