Las Farc esperan que no los obliguen a incrementar acciones armadas

A su tregua unilateral el gobierno respondió con el cese de los bombardeos lo que significó un desescalamiento de la guerra, pero sin cesar la ofensiva militar terrestre en acatamiento a su obligación constitucional de garantizarle la seguridad a la población civil.

Después del torpe ataque a una unidad militar se regresó al estado anterior, guerra total, donde la que pierde en mayor grado es la propia guerrilla. ¿Quieren que baje la intensidad de la guerra? Prediquen con el ejemplo. Cesen las acciones armadas contra la población civil, entreguen los menores que hay en sus filas, cesen la siembra de minas quiebrapatas.

Este gesto podría ser respondido con bajar la intensidad de la ofensiva militar como los bombardeos, por ejemplo. Pero no habrá cese bilateral sino como antesala a la desmovilización de sus estructuras y la entrega de sus armas. Mejor dicho, cuando se firme la paz.

En este momento, por el contrario, la ofensiva militar debe arreciar. Se quiere la paz, pero la guerra seguirá hasta que se firmen los acuerdos.

Y los colombianos debemos rodear a nuestras fuerzas armadas, darles todo nuestro apoyo porque está en juego la democracia. Hay que convencer a la guerrilla, si es que les queda alguna duda, que la alternativa es la paz en La Habana o una tumba en Colombia.