SANTOCHADAS: Santos abre debate de policía rural con exguerrilleros

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Santos jamás ha dicho que va a crear una policía rural integrada por exguerrilleros. Lo que dijo fue que recibiría la asesoría del gobierno francés para crear una especie de gendarmería rural y a la pregunta de si en ella podrían postularse para integrarla guerrilleros desmovilizados, dijo que ese tema no se ha pensado, pero que no se descartaría. A su vez, en La Habana, los voceros de las Farc aclararon, como ya lo había hecho el presidente, que ese tema no ha sido ni será tema de las conversaciones.

Una cosa es la posibilidad, como si hace 30 años se hubiera preguntado si hacia futuro los guerrilleros del M-19 podrían llegar a ser senadores, alcaldes o gobernadores y el presidente de turno hubiera respondido que mirando hacia futuro no podría descartarse.

Y para completar el veneno que viene del chikunguña uribista, hubo trinos asegurando que un desmovilizado de la guerrilla iba a ser nombrado como director de la Policía, con lo que el clamor de las viudas del poder y de sus perritos falderos, coreados por los ingenuos fundamentalistas que le rezan a diario a su imagen de santo varón, llenaron las páginas de las redes sociales repitiendo como loras mojadas sobre la entrega del país al castro chavismo, el terrorismo al poder y el sinnúmero de tonterías que nadie cree aparte de estos espíritus iluminados.

Para su infortunio y pese a haberse rasgado el velo de su templo medieval, el proceso de paz sigue su curso con el apoyo firme de Estados Unidos y las democracias europeas, preparándose todos no para su firma, que ya se da por un hecho, sino para el postconflicto donde comenzará construirse una paz difícil, porque desarmar los fusiles es lo menos complicado; desarmar los espíritus y luchar por un país incluyente y tolerante, es tan difícil que demorará mucho tiempo, tanto que hasta puede que nos lleve una gran parte de este siglo.

De este tamaño son los odios y la ceguera que nos impide ver más allá de nuestras narices.