new toyota yaris

El popular modelo muestra cambios importantes pero no radicales, más de forma que de fondo, impulsados por la necesidad de mantener su competitividad en precio.Como se ve, su estilo exterior está en sintonía con lo visto ya en el Auris y en el RAV4, pero al mismo tiempo conserva las proporciones generales del Yaris de generación previa. De hecho, las dimensiones cambiaron muy poco; es solo 110 mm más largo y 10 mm más alto, pero tanto el ancho como la distancia entre ejes permanecieron idénticos. Sin embargo, la estructura es más liviana y más rígida, mientras que elementos mecánicos como los frenos y la suspensión se optimizaron significativamente para mejorar el comportamiento dinámico.



La barra estabilizadora del tren trasero se modificó con el mismo objetivo. En el techo se agregaron unos tenues perfiles aerodinámicos longitudinales, que Toyota llama “techo de catamarán” y que contribuyen a la rigidez torsional del casco y a mejorar la aerodinámica.

En cuanto a los motores, son los mismos 1,3 y 1,5 que se tenían antes (a Chile el sedán solo llega con el motor más grande) y en consecuencia ofrecen idénticas especificaciones generales en potencias, torques, compresiones, etc. No obstante, los ingenieros de la marca insistieron en que se habían incorporado unos 1.500 cambios, especialmente en el software de control.

Tampoco hay diferencias en las cajas de cambios. Tanto la manual de 5 marchas como la automática de 4 mantuvieron sus relaciones iguales a las de antes. En el interior, los cambios son sustanciales. Por fin Toyota abandonó el módulo de instrumentos central, para instalar uno convencional tras el volante. Mejor que eso es la adición de plásticos más sofisticados y elegantes, así como terminaciones aluminizadas o en “piano black” que ayudan a dar una impresión general de mejor calidad. El habitáculo, además, luce más espacioso. Tanto así que el espacio para las plazas traseras debe ser el mejor del segmento. Y el maletero, con 80 litros más (llega a 506) es simplemente catedralicio.



El equipamiento se actualiza respecto del modelo precedente, pero el listado del mismo se mantiene corto en gran parte a causa de una política específica de control del precio final. Se agregó conexión USB y auxiliar, se dispone como opción sensor de retroceso y la oferta máxima de seguridad activa llega a los frenos ABS, mientras que la pasiva no supera los 2 airbags. Aplomado y sólido En la conducción, los esfuerzos de Toyota resultaron acertados. El auto se siente más aplomado y sólido, mientras que la insonorización es claramente mejor, aunque aún sigue siendo muy perceptible el ruido del motor cuando va a altos regímenes. En las aceleraciones, la respuesta del auto es más caballerosa y controlada. Mientras el antiguo Yaris es más explosivo en las salidas, el nuevo es más progresivo y controlable.



A Chile el nuevo Yaris sedán llegará en noviembre solo con el motor 1,5 y en tres niveles de equipamiento. En el de entrada, ofrecerá alzavidrios eléctricos, cierre central, dirección eléctrica y un airbag. Más arriba se ofrecerá aire acondicionado y frenos ABS; y en la cúspide, sensor de retroceso. Las dos primeras pueden elegirse con caja manual o automática, pero la superior solo llegará con esta última.

El próximo año debería aparecer la nueva generación del Yaris Sport (hatchback), pero de ella los ejecutivos japoneses declinaron hablar. Sin embargo, adelantaron que su diseño se diferenciará mucho al del sedán. Quedamos a la espera.