Nuevo libro del padre Alberto Linero ha levantado polémica

Por sus testimonios y estrategias para vencer a la amante del marido.

A veces la gente tiene prejuicios porque no soy casado, porque no he tenido relaciones de amantes, pero se les olvida que soy una persona que vive en el mundo y que tengo amigos y amigas que son infieles, a los que escucho y de los que he aprendido mucho”, asegura el padre Alberto Linero, autor del libro que está encabezando los listados de ventas por estos días en Colombia.
¿Por qué los hombres buscan a otras mujeres?

Primero, hay una razón cultural. De alguna manera la ‘machía’ se mide en términos del kilometraje que tengamos con mujeres, y desde pequeños nos enseñan a tener a más de una mujer al tiempo. Segundo, la insatisfacción. La gente construye relaciones desde la irrealidad, el idealismo y la ilusión. Siempre he dicho que el enamoramiento no es lo mismo que el amor. Muchos hombres se casan enamorados, deseando a su mujer, creyendo que es perfecta, pero eso pasa y caen en cuenta de que ya no, y aparece otra, y comienza a llenar ese ideal que tienen en su cabeza y comienza la experiencia de buscar amantes. Tercero, la mala resolución del complejo de Edipo. Si las relaciones con nuestra madre no están resueltas, si no quedan bien entendidas, generan inestabilidad.
¿Se puede superar una infidelidad?

Sí, pero hay que enfrentarla, aceptarla y sin justificarla. Hay que asumir qué pasó, entender por qué pasó. No hay que buscar culpables, pero sí entender en que fallé y en qué falló la otra persona. Hay que recuperar la autoestima.
¿Se puede perdonar una infidelidad?

Sí. Perdonar es ser inteligente, es no cargar con un dolor que te está haciendo daño, es sanar la herida que tengo adentro. Perdonar es recuperar la paz que perdí. Es un buen negocio perdonar. Ahora, lo que necesito analizar de manera inteligente y objetiva es si vale la pena una reconciliación. En algunos casos te perdono pero no puedo volver contigo.
¿Por qué una mujer decide ser amante?

Primero, hay amantes que son engañadas, es decir el cuento de que yo no tengo nada con mi mujer, de que yo hace tres años no duermo con ella y la señora está embarazada. Ese cuento lo he escuchado mil veces. También lo prohibido, que siempre es atractivo. Además las mujeres son muy competitivas y les gusta sentirse mejor que la otra. Ser amante es más fácil que ser esposa. Ser esposa es estar con él todos los días, y la rutina y la costumbre aburren. Ser amante es de unas horitas. Con las amantes, los hombres son muy dados a dar lo que no dan en la casa; en la casa, sexualmente no funcionan, con la amante miran el Kamasutra completo; en la casa no dan un peso y con las amantes gastan millones.
¿Por qué no se van de la casa?

Por cinismo. Esperan que las dos mujeres acepten que las tengan al mismo tiempo. Salir de casa tiene toda una connotación psicológica de inseguridad, de comenzar de nuevo, de volver a probar. Queremos tener aventuras pero seguir en el nido, y terminamos haciéndoles daño a todas las personas. El amor de pareja exige exclusividad.
¿Se tienen que aguantar las infidelidades para conservar el matrimonio?

La única razón de mantener un matrimonio es porque somos felices. Uno no tiene por qué vivir al lado de quien no busca honestamente la felicidad con uno. ¡Cuidado! Muchas mujeres que se esconden tras la posición religiosa, lo que están revelando es su adicción afectiva o su dependencia afectiva.
Está de acuerdo con el divorcio...

Creo en el matrimonio y quisiera que durara para siempre. Eso es lo que promulgo y busco, pero sé que en unas situaciones irremediablemente y exageradamente dañinas no hay nada que hacer.
¿Quién es más culpable, la amante o el infiel?

No mido la culpa en términos porcentuales. Eso no es cuantitativo; los dos fallan. Ella se está metiendo con un hombre casado; pero él está comprometido y lo sabe. Algunas parejas la agarran con la amante, pero es que la amante no te juró fidelidad. La amante no es la que te está engañando; quien te juró fidelidad a ti, quien te dijo que te iba a amar por siempre es él. El responsable es él, y al que tienes que reclamarle. La otra no tiene compromisos contigo. Lo que pasa es que las parejas declaran a su amado como un ángel y a la amante una bruja que vino y lo sonsacó.
¿Cuál es el peor castigo?

No hay necesidad de que Dios los castigue. La vida misma, por su ley de causa y efecto, mide la conciencia de las personas y termina actuando. Basta con el sufrimiento que pasan cuando se dan cuenta de la situación en que están. Se trata de que cuando uno engaña y miente, termina sufriendo porque la vida así está construida.
Cuando la amante se queda con él, ¿la esposa se convierte en perdedora?

Algunas veces, cuando la amante se lleva al marido, la esposa debe salir y dar vuelta olímpica y gritar que se ganó la lotería, porque vivir con alguien que miente y engaña no es ninguna victoria.
¿Cuál es la fórmula para mantener un matrimonio?

No existen pócimas mágicas. Se necesita una triple relación con los verbos griegos del amor. Se necesita la parte erótica, un buen deseo del uno por el otro, que hay que cautivar y construir. Tiene que haber buena relación del amor filiático, es decir de la amistad; uno necesita un cómplice, con quien hablar, reír... La confianza y la amistad son muy importantes. Y el ágape, la compasión, la misericordia y el amor, ese amor de hermanos.
¿Qué es la felicidad?

La felicidad no es conseguir cosas materiales, la felicidad no es la ausencia de problemas; la felicidad es vivir armoniosamente con uno mismo, con los demás y con Dios, a pesar de los problemas.