amarillismo en el caso Kalimba, televisa con prisa por desafanarse de el

Los medios actuan como autómatas irresponsables en el caso del cantante

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, quien es acusado de presunta violación contra una menor de edad, aseguró el periodista Marca Lara.

En entrevista a EL UNIVERSAL, el experto en medios aseguró que éstos se han encargado de banalizar y espectacularizar este caso, al que calificó como "trágico".
-¿Qué nos puede decir acerca de los juicios que emiten los periodistas en sus espacios informativos?
El caso Kalimba desde el principio planteó un síndrome del tratamiento noticioso del delito y la violencia de los medios. Primero, pues es claro que pasó por encima de los derechos de la posible víctima, se pasó por encima de los derechos del propio imputado, particularmente a su derecho a la presunción de inocencia.
En el caso de la víctima, se pasó por encima de su derecho a la intimidad, a la privacidad, a la dignidad revelando datos. Hubo medios que dieron los nombres siendo menores de edad, cuando el artículo 20 constitucional protege los datos de los menores de edad, siempre, pero particularmente en los casos de violación.
El origen de todo ésto, el procurador Alor violó cuando menos el artículo 20 constitucional y violó también el articulo 22 de La Ley de Acceso a la Información Pública en el estado de Quintana Roo, que considera información reservada la que corresponde a las averiguaciones previas por contener datos personales.
Los medios lo confinarán a un espacio de frivolidad, de la farándula como si fuera un caso más de divertimento y no uno- si es que las imputaciones contra el cantante resultan judicialmente veraces- de un caso de violencia machista, de violación y de pederastia.
Los medios en general, lo trataron en la sección de espectáculos o en un tono banalizante de espectáculos como si fuera un escandalillo más y bueno la conclusión de todo eso se refleja en el comportamiento de los conductores: son muy ligeros e ignorantes, muchas veces, de las leyes.
Son ligeros al actuar con una gama de intereses corporativos. Los medios, particularmente, unos conductores de Televisa mostraban prisa por desmarcar a Televisa de uno de sus productos más decantados. Por otro lado, se reprodujo la lógica criminalizante de los juicios paralelos.
Lo que sucede, finalmente, es que se empobrece la cultura de la legalidad, porque el procurador puede violar la ley de manera flagrante, unos periodistas podemos pasar por encima de la intimidad y de los derechos de los actores de las noticias de manera impune.
Somos parte de un problema y no como debiéramos ser, según imponen los postulados del periodismo clásico y la ética profesional de los periodistas, parte de la resolución.
-Los ángulos y declaraciones que han recogido los medios, ¿Cómo se relacionan con el derecho que tiene la gente a la información?
Hay cosas muy extravagantes, por ejemplo, en una nota, donde toda la información son los apodos que le dan a este cantante, que son básicamente dos.
O la entrevista que hace Loret con Balderas, ¿Qué aporta esta entrevista? Absolutamente nada, le da un trato obsequioso que no le da a Kalimba.
Se empobrece el derecho a la información en la medida en que ese tipo de contenidos no proveen a los ciudadanos de información.
Los proveen de información descontextualizada, los proveen de espectáculo, entretenimiento. Dan entrada a datos superficiales, pero informan. No sé qué está pasando porque no hay profundidad periodística, no hay investigación, no hay responsabilidad, no hay jerarquización.
Darle 39 minutos con 42 segundos a una entrevista que no llegó a ningún lado, me parece un dispendio, ese tiempo periodístico pudimos haberlo usado para hablar de la violación de menores, para hablar de explotación infantil. Pudieron haber sido 10 reportajes de diez temas relevantes o más.

-La relevancia del tema, ¿está construida por los medios?
No, es un tema muy importante -si se comprueba la culpabilidad del cantante, si es que un juez lo determina- estaríamos en un caso serio, en un caso sintomático de lo que podría estar pasando en un aspecto de la sociedad mexicana.
Es un tema de primer orden, el problema es que la industria de las noticias, lo estamos banalizando, lo estamos convirtiendo en espectáculo cuando la realidad es que es una tragedia.
-¿Qué nos deja este caso?
No nos deja nada, no nos está dejando ningún aprendizaje porque todo se ha reducido a satanizar o a eximir al cantante; a contar la mayor parte de detalles de cómo habría sido la violación o el ataque sexual y a regodearse mediáticamente mostrando la mayor cantidad de datos de la vida privada de la gente, del espacio íntimo de las personas, pero no hay ningún aprendizaje.
-¿Cómo se puede calificar el tratamiento que los medios han dado a los involucrados? Por ejemplo, lo que sucedió ayer en el programa de Rocío Sánchez en el que participó otra menor.
Responde a la misma banalización. También hay mucha simulación, porque hay un tratamiento bipolar de la información , por un lado entrevistas a alguna de las adolescentes y le ocultas el rostro y por otro lado, publican fotos de la misma adolescente.
Incluso, esa forma de tapar el rostro es una forma de espectacularizar.
Finalmente, los periodista estamos actuando como autómatas, sin responsabilidad social y estamos sometidos como maquiladores a una industria golosa que goza de las tragedia