Gloria Trevi nos confiesa: "Quiero tener 2 hijos más y adoptar otros 2"

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conoció el lado más oscuro de la vida, fue acusada de cosas horribles, estuvo presa, muchos le dieron la espalda y cuando menos lo esperaba, resurgió de sus propias cenizas.

Salió libre de todo cargo, reconstruyó su carrera y por sobre todas las cosas se volvió a enamorar del hombre que hoy comparte su vida, Armando Gómez y con quien se casó por todo lo alto cumpliendo su sueño de vivir su propio cuento de hadas.

A casi dos meses de aquel día, Gloria nos abre su corazón y habla de sus fantasmas, de los que comparan a su actual esposo con Sergio Andrade y de sus ganas de volver a ser madre.
¿Cómo te sientes hoy, Gloria?
"Estoy feliz, tengo la familia más hermosa del mundo. Lo único que me pone un poco triste es el tener que separarme de mis hijos cuando me tengo que ir a trabajar, pero es algo de lo que no me puedo lamentar porque le tengo que dar gracias a Dios el tener tanto trabajo".

¿Pensaste en algún momento que no la ibas a librar?
"Soy un ser humano y aunque siempre tuve muchísima fe, no pude evitar tener mucho miedo y decirme: '¿Y si me muero, y si ya no me quieren?' Eran pensamientos que en cuanto aparecían los rechazaba. Crecí creyendo en que el bien vence, en un Dios en que si pones en sus manos tu vida, la justicia y la venganza, él pone las cosas en donde deben estar, por eso terminaba tranquilizándome, pensando en lo que yo creía que iba a suceder y está pasando".

¿Crees que la gente cree en tu inocencia?
"Hay algunos que creyeron en mi inocencia y hay otros que me están dando una segunda oportunidad".

¿Te duele los que te dan una segunda oportunidad porque te creen culpable?
"Me duelen los que tienen un rencor hacia mí porque es infundado, no me duelen los que me están dando en su corazón una segunda oportunidad porque tienen un corazón noble".

Hoy Angel Gabriel, tu hijo mayor, entiende más, ¿Qué le explicas de todo lo que has vivido?
"Nos tuvimos que ir a vivir a Estados Unidos porque en México fue discriminado en los colegios donde no lo admitieron y no por su capacidad intelectual y él supo que había sido rechazado del colegio por lo que decían de mí. Como madre es un dolor".

¿Cómo le explicas eso?
"El es un niño muy bueno, desde que él fue creciendo yo le muestro las fotos de cuando era bebé y le digo, 'acá, cuando estábamos en la cárcel'. Un día me preguntó que por qué habíamos estado en la cárcel y le dije que era porque hubo mucha gente que dijo muchas mentiras por eso nunca debes decir mentiras porque le puedes hacer daño a otras personas. El otro día llegaban tarde a la escuela y el papá le dice: 'dile que llegamos tarde porque se me ponchó la rueda en el camino' y Angel le dijo 'papá no me gusta echar mentira'".

¿Angelito le dice papá a Armando, tu esposo?
"Sí y le saca lo que quiere".


¿Hace diferencia Armando entre su hijo biológico, Miguel Armando y Angel Gabriel?
"No, la única diferencia es que creo que Armando todavía es más cariñoso con Angel, porque está todo el tiempo queriendo ganárselo. Igual lo regaña, es parejo con los dos, pero se quieren mucho".

Cumpliste tu sueño de casarte como en los cuentos de hadas, pero ¿te costó volver a confiar en un hombre?
"Sí me costó. Venía de 15 años de una relación que era y no era, dentro de ese ser y no ser se estaba desarrollando el proceso de desprenderme. Sin embargo soy una mujer mexicana, no me rajo; y un día me dije que debía darme otra oportunidad en el amor, primero no quería enamorarme, quería romper con el pasado. Como soy una mujer muy fiel, idealista, romántica, pensé que la manera era conocer gente, igual y puedo tener una aventura, ser como los hombres, pero bueno mi primera aventura ya lleva 6 años, me enamoré, y es mi esposo".

¿Fue amor a primera vista?
"No. Lo vi, me cayó bien, se me hizo que estaba mono, no guapísimo precisamente por eso pensé que no iba a haber peligro de enamorarme. Es un muchacho que luchó mucho por mi corazón, por mi libertad, por mi felicidad, y una mujer como yo que había pasado tantos años en el desamor, sintiendo nada más yo pero sin recibir nada, cuando empiezo a recibir detalles, cariños, acciones, me sentí importante, me rompió las barreras que había construido para mi corazón, ya nada más con ver a mi hijo Miguel Armando, sé que valió muchísimo la pena".

Dicen que mezclar los negocios con el amor es un problema y tu lo has comprobado en el pasado con Sergio Andrade. ¿Por qué decides involucrar a tu esposo en tu carrera? ¿No le tienes miedo a los fantasmas del pasado?
"Armando me ayuda en todo mi trabajo, y aunque no es mi manager a veces funge como tal. No pudo estar en cada una de las decisiones porque entonces a qué hora me pongo a componer, tengo las presentaciones, necesito descansar, arreglarme... Armando se encarga de recibir todas las llamadas, él organizó un equipo de trabajo. Es la mejor persona que me puede ayudar en ese sentido porque tenemos algo en común: los mismos hijos. Todo lo que nosotros ganamos pensamos en función que va a ser para nuestros hijos, estamos luchando por la misma familia, no hay conflicto de intereses. El único conflicto podría ser que él es muy celoso y que de repente no le gusta si me ofrecen algo que tenga que besar a alguien o posar en bikini y a mi no me afecta porque no me gusta eso de besuquearme, y tampoco soy exhibicionista, hice mis calendarios, pero nunca sustenté mi carrera en la ropa".

¿Le pagas un sueldo?
"Aparte es mi esclavo porque lo pongo a cumplir con sus funciones maritales (risas), no el pago de un sueldo. El gana su dinero porque es constructor pero tampoco hay una situación en donde digamos: 'esto es mío y esto es tuyo'. Todo es de la familia. Si él construye mil casa y tiene una ganancia, no es de él, nosotros tenemos hijos y él tiene una esposa, ni tampoco yo voy a decir: esto es mío todo se lo voy a regalar a mi mamá, me voy a comprar ropa y que a los niños los mantenga él. Es para el bienestar de nuestra familia".

¿Quieren más hijos?
"Sí, me encantarían otros dos. Y me gustaría también estar bien económicamente y adoptar. Quiero una mesa con 8 personas: 6 hijos, mamá y papá".

¿Por qué adoptar?
"Tener 4 hijos biológicos es un buen número, siempre pensé en una familia grande y con mi fundación he visitado lugares donde hay niños que no tienen papás, que necesitan ese amor. No puedo dárselo a un millón de niños sin papás, pero quizás esos dos de los que yo pueda hacerme cargo y ayudarlos física, económica, espiritual y afectivamente lo haría, soy muy maternal".

Tu fundación lleva el nombre de tu primera hija, Ana Dalai, ¿sientes que se manifiesta en cada uno de los actos y las obras que realizas?
"No nada más en los actos de la fundación. Si voy a la feria con mis otros dos hijos, mi hija va con nosotros; me imagino hasta como iría vestida, me imagino hasta de qué tamaño estaría ya, siempre está presente".

¿Cómo eres como mamá y esposa?
"Soy divertida, de mucha comunicación, mis hijos me buscan mucho, se sientan a platicarme, me invitan a jugar, hay un respeto de nunca levantarme la mano. Soy su amiga, pero también soy su mamá. Hasta el momento he logrado ganarme la confianza de ellos pero también el respeto, soy muy poco regañona. Soy más de explicar si algo no está bien, si de repente dejan un juguete tirado hablo con el que lo haya hecho le digo que si no lo quieren se lo vamos a llevar a alguien que no tiene , les digo que busquen tres juguetes para regalar y al contrario ellos se tocan el corazón y van y buscan. Cuando les explico entienden".

¿Qué les deseas a tus hijos?
"Deseo que sean felices, que sean seres de luz, que den felicidad. Si me preguntan si quiero que mis hijos sean artistas, de repente pienso en que sean científicos, que encuentren la cura de algo y salven muchas vidas. Me gustaría que sean seres de luz para los demás y creo que ese es mi trabajo más importante".

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