La cantante de
So what? tiene muy claro que los playbacks son un timo, y nunca pagaría por ver a alguien que no cantara en directo en sus conciertos. Por eso,
Pink se ha enfrentado a
Britney Spears, habitual en eso del playback, y ha insistido en que no entiende por qué la prensa la pone al mismo nivel la cantante de
Womanizer.
Pink se ha criado escuchando música de calidad, y eso le ha hecho ser selectiva a la hora de pagar por un concierto. La cantante de
Please don't leave me ha dejado claro que nunca pagaría por asistir a un concierto de alguien que hace playback, por lo que no pretende dejarse caer por ninguna actuación de
Britney Spears.
"No me estoy metiendo con
Britney porque me gusta mucho, pero nunca iría a un concierto donde se hiciera playback", ha declarado
Pink a la revista
Women's Health. Y lo justifica diciendo: "Cuando creces escuchando a
Janis Joplin no quieres ver a alguien haciendo mímica".
Además, la cantante está harta de que la prensa la compare con la cantante de
Toxic, pues asegura que no tienen nada que ver musicalmente hablando. "Lo juro por Dios, he defendido a
Britney desde el principio, pero no me comparéis con ella porque somos criaturas diferentes".
Aunque asegura que
Britney le cae bien y que sólo está en contra de sus playbacks, lo cierto es que
Pink la parodió en su videoclip
Stupid Girls, en el que se reía de aquellas mujeres obsesionadas con la belleza exterior.
La cantante tuvo también palabras para su marido
Carey Hart, del que dice que la ayudó a controlar su lado salvaje. "Cuando conocí a
Carey era un cachorro traumatizado en una esquina, preparada para morder a cualquiera que me acercara la mano", ha explicado
Pink.