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Iniciado por AdictoMujeres

Iniciado por bauerbog

Hace ya cierto tiempo que no entraba al foro y hacía mis aportes. He tenido algunas experiencias que deseo compartir. Esta es la primera.

En este mes he pasado por el Bar La Bonita dos veces. Una opción era "Michelle", otra es una referida por algunos miembros del foro como "Carolina". En ninguna de las ocasiones las encontré. He leido los últimos mensajes del foro y parece que volvieron a aparecer.

Allí no encontré a ninguna de las que estaban libres que me gustara. Convenientemente me abstuve de seleccionar a alguna y me fui de allí. Cuando no hay una mujer que le guste a uno es mejor buscar otra mujer u otro sitio.

En la primera ocasión decidí buscar cerca de ahí. Llegué a la cuadra de la 67 con 15 y comencé a bajar. Entré al sitio de masajes de la esquina. Dos chicas, una más o menos atractiva pero mala actitud. Salí de ahí y más abajo encontré un reservado en el número 15-42, el cuál no había detallado y al cual nunca había entrado.

Entré allí. Cerca de la entrada se halla un pequeño sofá y cerca de allí hay un baño debajo de unas escaleras que conducen a las habitaciones del segundo piso. Desde la zona donde está el sofá al fondo hay otra sala y otra donde las mujeres esperan. Desde el sofá que tomé como punto de referencia se baja un escalón donde hay una gran sala, con un televisor LED pasando una película porno, donde se hacen las presentaciones; varios sofás, asientos y mesas y en el fondo acomodaron el área del bar y una cocina.

Yo preferí esperar en el sofá cercano a la puerta de salida a que me hicieran la presentación. Salieron 5 mujeres. Me llamó la atención una mujer bajita, delgada, con un traje bastante sensual ceñido a su cuerpo que dejaba a entrever unas prometedoras tetas de muy buen tamaño y forma. Por la forma de su cuerpo, delgada pero con curvas muy interesantes, pensé que era una mujer bastante joven. Creo que me concentré más en su cuerpo (tetas y culo) que en su rostro y piel. Más adelante me dí cuenta de esos detalles. La escogí. Allá responde al nombre de Salomé. Tiene en cabello medianamente largo con tonos rojizos. Llevaba tacones no muy altos pero lo suficientes para destacar más su bonita figura. Hubieron otras mujeres que en la presentación mostraron más piel (algunas con hilo dental abajo), pero no me impresionaron.

Hablé con ella. Me explicó muy brevemente el servicio, el precio, no me habló de ningún adicional. Le dije que no venía con muy buena predisposición, que deseaba de ella un buen servicio, nada del otro mundo, sólo que quería salir mejor de allí de lo que había entrado. Le dije que probáramos media hora. Ella dijo listo. Le di las 30 lukas por media hora acordada. La esperé en el mismo sofá. Se demoró unos cuantos minutos. Salió y me llamó. Subió las escaleras, yo la seguí. Al subir vi que tenía un muy buen trasero que movía naturalmente de manera muy sensual. A medida que la veía con un poco más de tranquilidad comenzaba a sentir más confianza en que había escogido a una mujer atractiva y muy deseable. Entró primero. La habitación tenía un baño. Entró inmediatamente. Yo cerré la puerta de la habitación y me comencé a quitar la ropa. No me había quitado toda la ropa aun cuando ella salió del baño en ropa interior muy sensual y mientras le ponía conversación ella se acercó y se quitó frente a mis ojos el sostén. Yo terminé de desnudarme y ella se quedó con la
tanguita puesta. La abracé, ella respondió bien al abrazo. Se siente muy bien tener esas bellas tetas con grandes pezones apretados contra el pecho.

Y luego comenzó a sonar un *** celular. El de ella. Me dijo que tenía que contestar, que era de su casa. Yo le dije que lo hiciera. Comenzó a hablar me le hice detrás y empecé a acariciarle y masajearle suavemente las tetas. Con una mano sostenía el celular con la otra decidió ponerla encima de una de mis manos, pero afortunadamente no para quitármelas de allí, quizá lo hizo para que mis caricias no fueran muy intensas y no se descontrolara en la llamada. No
me las retiró, entonces eso me pareció una buena señal. Las caricias parece que le agradan. Terminó la llamada, dejó el celular en su cartera. Y la volví a abrazar por detrás. Ella puso de nuevo sus manos en las mías y comenzó a masajear sus tetas. Me dijo que me acostara, se quitó la tanguita, me acomodé, me tocó el amigo, éste se paró rápidamente y hábilmente me puso el preservativo y comenzó con el sexo oral. Un poco después le dije que se hiciera a la izquierda al borde de la cama. Que se pusiera en cuatro paralela a mí, yo acostado, y que continuara así el oral. Ella se hizo más atrás, elevó el culo y sus tetas y rostro quedaron al nivel de mi cuerpo y así continuó. Tenía la expectativa de que como la posición no es tan cómoda que digamos prefiriera por comodidad acomodarse en un 69 y tener su culo en primerísimo primer plano pero ella no dio la oportunidad. Con mi brazo izquierdo le pude comenzar a ver de cerca su bonito culo y acariciarlo. Sus tetas estaban fuera de mi alcance.

Cambiamos de posición en el oral. Había en la habitación un vidrio (no un espejo) que con la luz de la tarde y bajo cierto ángulo servía como un espejo.

Mientras me hacía el oral de la anterior manera me fijé en el vidrio arrumado en una de las paredes. Sabía que en cierta posición se reflejarían nuestros cuerpos. Me paré. Le dije que se hiciera en cuatro, encontré la posición, y recomenzó el sexo oral, el cual debo confesar que fue muy bueno, lo chupa muy bien, con habilidad, jamás le sentí sus dientes pero sí sus labios en lo superficial y su lengua cuando lo hacía más profundo. Muy bueno y lo podía ver reflejado en el vidrio. Le dije que quería penetrarla pero tenía la tentación de masajearle más las tetas y sobre todo el culo. Siempre intento, no siempre lo he logrado, darme cuenta que esté lubricada, no lo estaba mucho. Por eso tomé una de sus manos y se la llevé a su clítoris. Comenzó a darse dedo. Puse atención para ver cómo lo hacía, su intensidad, sus movimientos. Mientras yo veía eso, con una de mis manos me eché con el beneplácito de ella un poco de una crema que ella tenía y se la apliqué a su zona vaginal. Empezó a gemir y a mojarse. En un momento dado me entusiasmé más de la cuenta y como que ella se
incomodó, me di cuenta rápido de eso y paré, no me disculpé, pero recordé que tenía que tener cuidado, un paso mal dado podría llevar todo al fracaso. Menos mal no le dio importancia al impase y seguía excitándose y sabía que era el momento de metérselo. Casi siempre prefiero que la mujer comience el trabajo y se haga encima. Se hizo encima, puso sus buenas tetas encima de mi pecho, elevó su culo y lo puso en funcionamiento pleno. Lo movía muy bien, su culo subía y bajaba y mi amigo nunca se salió de su vagina. En un momento dado quedamos en un abrazo muy intenso y eso subió rápidamente mi temperatura corporal y creo que la de ella también. Luego ella se enderezó y pude verle las tetas bien de cerca. Qué grandes y ricas se veían. Me vi tentado a intentar chupárselas pero ella puso sus manos en mi pecho y echaba su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados empezando a gemir. No pude pero creo que ella no lo hizo a propósito.

Tuvo un momento en que paró y aproveché para decirle que cambiáramos de posición. Le dije que quería hacerme encima de ella. Ella se hizo a un lado y se acostó, le acerqué la almohada, me hice en la posición normal pero luego preferí levantarle las piernas y el culo y penetrarla con sus piernas abiertas y elevadas y cogiéndome de sus tobillos ya con las piernas más cerradas. Ultimamente trato de hacer las mismas posiciones (las que me gustan y las que me convienen) con las mujeres para tener un punto de referencia más real y equitativo de evaluación posterior. Muy rico con ella, no pesa mucho, es ligera y no necesité mucha fuerza para elevarla y sostenerla por un cierto lapso de tiempo. Paré y le dije que girara su cuerpo a la derecha, metí mi pierna izquierda y dejé la derecha libre como ha sido recientemente mi costumbre y emergió su rico culo y fácilmente la penetré. Su culo fue fácil de manejar, comencé la penetración moviéndoselo evitando un poco hacer un desgaste físico excesivo. También muy rico, cuando creí que tenía los arrestos para darle tomé la iniciativa y fui yo quien le dio con intensidad. Duré unos minutos más y empecé a sentir que las fuerzas se me agotaban con rapidez, le dije que quería acabar en cuatro, que estaba a un pasito de venirme. Ella se puso en posición le moví su culo un poco y la penetré. Traté de que comenzara moviendo rico su
culo pero sabía que era necesario que tomara la iniciativa de la penetración. Le dije me dijera cosas sucias para que me viniera, para ella eso fue muy fácil la penetré fuerte con mis manos le abría sus nalgas lo más que podía y me concentré y echando los restos al fin me pude venir. Sudé copiosamente y vi que su culo estaba bien mojado. Me cercioré que el condón hubiera recogido todo el semen producido y que no se había salido. Afortunadamente todo en orden. Ella me
pasó papel higiénico para secarme y se fue rápidamente al baño. Yo parado sacaba y sacaba papel para secarme. Ya cuando me comenzaba a vestir me dijo que habíamos durado una hora, en realidad para ser exactos 55 minutos. De inmediato busqué entre mis cosas y saqué los 30 mil que debía, se los dí. Ella, ya vestida, me dio un pico y se dirigió a la planta de abajo.

Yo muy cansado me terminé de vestir y salí discretamente del lugar muy satisfecho de la hora que pasé con ella. al final me di cuenta que esta mujer, caleña ella, tenía más años de lo que creí al pricipio (treinta y tantos) una atractiva y deseable milf de baja estatura, con un tatuaje en el vientre, con una muy conservada figura, con lindas tetas y culo, piel blanca con pecas en algunas partes de su cuerpo creo yo por la acción del sol en su piel.

En resumen, mujer atractiva, buena en el sexo, buena su atención. Espero entrar con ella más veces y que la calidad de su servicio sea tan buena o mejor en futuras ocasiones. Ojalá no desmejore en el futuro. Me sentiría muy decepcionado. Espero que eso no suceda. Ya lo dirá el inmediato futuro. Es mejor no hacerse muchas expectativas, pero creo que me fue bien y creo que eso es lo que realmente importa.

Iniciado por JUANCHACO325

Compañeros les comento que en la bonita ya no está Carolina la que habían referenciado, me dijo el man que atendía que hacía como dos semanas que no había vuelto, no sé si sea verdad o si se trasladó para uno de los reservados cercanos. De todas maneras quiero destacar a Cristina del reservado de la Calle 67 No. 15-XX no recuerdo el número, es casi llegando a la 17 que la fachada es color verde y se sigue en una puerta hacia el fondo. Bueno pedí la media hora con la nena $30.000 y con besos, chupada de tetas, trapeada y todo, buena actitud, me dijo que también trabaja en Venecia en un sitio llamado el Castillo de algo, no recuerdo bien, me dejó el número para que repitieramos, la verdad, una de las pocas que presta buena atención en la zona, la nena es de Ibagué, cabello negro liso, tetas pequeñas, culo grande, estatura 1.65, tatuaje de un conejo play boy en la parte baja del vientre.

Agradecería quienes pasen por la bonita si encuentran a Carolina o en uno de los de la zona, a Cristina generalmente me dijo está L-S después de las 2pm y que en la noche se va para venecia.

No es más por el momento, saludos a todos.

Iniciado por minichip

Iniciado por bauerbog

A la semana siguiente volví al de la 67 con 15 buscando a Salomé para repetir experiencia con ella. Le pregunté por ella al que se hace afuera. No me dijo nada, se limitó a mostrarme el camino de entrada. Me hicieron la presentación y me presentaron a una de ellas como Salomé. Yo dije que esa no era la Salomé que yo buscaba. Me dijo que esperara un rato. Tomé una botella con agua mientras observaba con más detenimiento a las mujeres que había en ese momento, sobre todo a Salomé #2. Buen rostro pero había algo en ella, no se qué, que no provocaba mi deseo. Cuando me sentí seguro de descartarla miré a las otras, unas pocas bebían con clientes, otras se sentaban solas y las restantes charlaban entre ellas en la sala al fondo.

Mi atención se dirigió a una mujer sola mirando su celular, un poco más alta que la Salomé a la que venía a encontrar. Estaba ataviada con un vestido corto que dejaba desnudos su cuello y sus brazos y con un escote notorio en su busto. Determiné con calma que de las que quedaban disponibles ella era la que más me llamaba la atención. Luego me pregunté si me gustaba más que a Salomé. Me dije es diferente, es deseable también pero sentí muchas dudas en cuanto a que me atendiera igual o mejor que Salomé. Me empecé a sentir tentado en llamarla pero me comenzaba a sentir incómodo, el ambiente del lugar y esa espera infructuosa. De repente, sin pensarlo más tomé la decisión de retirarme de allí (muy seguramente que de 10 veces que tuviera que decidir 9 hubiera decidido entrar con ella y 1 abstenerme, y lo curioso fue que eso fue lo que terminé haciendo).

Discretamente salí y se me ocurrió ir a la 68 hasta la 19 y visité los dos sitios de la cuadra. Foto de los 2 sitios (en medio está la cigarrería)

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(En anteriores mensajes he descrito las direcciones exactas de los 2 sitios).

Entré primero al del marco azul junto a Pinturas Bler. Subí al segundo piso, pedí la presentación. Como unas 6 mujeres se presentaron, pero me dí cuenta al ir al baño que casi todas las habitaciones estaban ocupadas y la mujer que yo quería (Natalia) estaba ocupada y tenía otro turno de una hora esperando en la otra sala. Con esa perspectiva viendo a la mujer que a mi parecer es la mejor del sitio tan ocupada, no podía en ese día tener una espera de 2 horas, preferí salir e irme a de al lado. Qué mala suerte.

Entré al tercer lugar, el 67-47, subí y me encontré con una situación peor. Sólo había una chica disponible y una habitación claustrofóbica (cabe la cama, la mesa de noche y pare de contar). Pedí que me la presentaran a la chica disponible. Apareció una muy joven chica negra (no morena, no mulata) en minifalda. Le pedí que me contara sobre el servicio, sobre lo que hacía y lo que no hacía.
Oral con condón, no besos, no anal. Pero comencé a hacerle conversación, quería hacer tiempo para ver si salía alguna otra en servicio. La chica muy joven comenzó a soltarse, su actitud un poco prevenida se fue diluyendo y se fue animando a medida que le hablaba. Ninguna de las otras salió. La impaciencia me ganó, no aguantaba más ir de sitio en sitio sin tener sexo con alguna mujer y entonces la actitud amable de la chica, su naturalidad, que no veía con malos ojos mi indecisión triunfó.

En ese momento salió otra pero no me convenció, fue el detalle final que me hizo decidirme a solicitarle que me atendiera. Me dijo, claro que sí, fue rápido por sus cosas, yo fui a lavarme las manos. Al salir del baño ella me estaba esperando afuera para ir a la habitación.

Su nombre alli es Valeria. Fuimos, entramos a la habitación. Nos comenzamos a desnudar. Ella tardó sólo unos segundos, yo un poco más. Le dije que la quería ver bien, se giró, la vi de frente, de lado, por atrás. Caminó por el pequeño espacio libre de la habitación. Me impresionó el bello y uniforme tono negro de su piel. Una auténtica y bella joven negra, alta de buenas curvas y sobre todo buen y gran trasero. Se me acercó y la abracé. Nos quedamos así uno o dos minutos. Nos sentamos al borde de la cama, yo después preferí acostarme, ella se hizo encima mío, me pasó su cuerpo. No percibí ninguna fragancia o perfume y afortunadamente no despedía ningún mal olor. Le dije que me pusiera el condón para hacerme el oral. Noté un poco de nerviosismo en ella y comencé a acariciarle sus piernas y su culo. Pareció que eso la relajó un poco y a medida que pasaban los minutos su oral fue mejorando ostensiblemente, le decía cosas amables y alguna otra cosa que le provocara gracia a ella, y así la muchacha se distendió por completo y me preguntó como quería penetrarla. Le dije que primero se acostara y se pasara sus dedos por sus genitales y se masturbara. Hizo caso y yo por mi parte comencé a acariciarle sus senos. Ella comenzó timidamente a gemir. Le pasé sus dedos por su vagina mientras le comencé a chupar cada teta. No hubo problema, no lo quiso evitar y mientras ella empezaba a disfrutarlo, dejé de hacerlo y rápidamente le subí las piernas, sus pies quedaron más arriba que mis hombros. El camino estaba allanado y la penetración fue relativamente sencilla a pesar que la muchacha tiene una vagina bien estrecha. Con los años uno empieza a entender lo importante que es no precipitarse en penetrar a una mujer antes de tiempo. Es importante que esté distentida y lo mejor lubricada posible. Estuve penetrándola en esa posición como unos 7 minutos tratando de aumentar gradualmente el ritmo. Cuando empecé a experimentar cansancio le dije que cambiáramos de posición.

Volví a acariciarla con delicadeza unos segundos y cuando consideré el momento le dije que girara su cuerpo a su derecha un poco más de 90 grados. Metí mi pierna izquierda entre sus piernas, mi pierna derecha quedó libre y emergió su muy buen culo (hagan de cuenta como cuando un submarino emerge a la superficie). Aparece esa gran cosa a la vista. Tenía que tener cuidado, a pesar que estaba naturalmente lubricada, es muy estrecha, yo comenzaba a lubricar y el condón podría quedarse pegado a su culo. Me ayudé con la mano a metérselo y le moví su nalga izquierda hasta que la penetración fue la óptima. Duramos algunos minutos así. Su culo era duro bien tonificado debido a su juventud y no tan blando como el de otras mujeres culonas con las que he estado. Me cansé en esa posición. Ella estaba cómoda, le acerqué la almohada y le dije que quería terminar en cuatro. Inmediatamente ella se acomodó en posición en cuatro y antes de penetrarla le cogí ese culo, lo acaricié y se lo moví a mi voluntad. Me costó penetrarla porque el amigo se comenzaba a bajar debido al cansancio general que comenzaba a sentir. Ella sin palabras me animó a seguirle cogiendo el culo y cuando ella sintió que se paraba nuevamente me lo cogió con su mano y ella misma se lo introdujo en su vagina. Pensé en decirle que me dijera cosas para venirme pero me arrepentí inmediatamente. Comenzó a gemir nuevamente y le dije que continuara así. En cuatro la cogí y afortunadamente en el momento en el que la dueña la llamó me vine en su culo. No tuvo afán de que se lo sacara. Más bien me afané yo, lo retiré. Ella cogió papel higiénico y me retiró el condón, luego cogió más papel y me preguntó que si quería que me secara la espalda. Le agradecí el gesto, lo hizo con agrado. Me comencé a vestir. Ella medio desnuda comenzó a tender la cama y la dueña la volvió a regañar por no salir. Ella me abrazó y me dio un agradable beso en la mejilla y presurosa se retiró con sus cosas de la habitación. Fue un buen polvo, quedé muy conforme. Tuve suerte. La arrechera pudo jugarme fácilmente una mala pasada. No me debo dar el crédito de haber decidido bien conscientemente. Simplemente tuve suerte en esta ocasión.

Me vestí con calma y cuando no volví a escuchar más voces cercanas me retiré de allí. Sólo que cuando abrí la puerta se abrió también la puerta de la habitación del fondo y de frente vi a lo lejos a una mujer en toalla que salió de la habitación para ducharse. La vi unos breves segundos, me pareció que ella también. Habiéndola visto, salí finalmente de allí. El señor que se hace afuera me dijo que era la venezolana y me quedé pensando en eso mientras regresaba a casa.

Con esa mujer me gustaría estar pronto, sin ninguna duda. En ese momento recordé, por enésima vez, las ganas y el pleno convencimiento que se siente cuando a uno le atrae verdaderamente una mujer. Pero que vaina que la encontré tarde, al salir y ya sin plata suficiente y sin energías. Espero pacientemente a que llegue la oportunidad y tener los recursos suficientes para mi futuro encuentro con ella. Espero hacerlo realidad cuando sea el momento propicio.