Modelos del Santa Fe

Y si supiera que el man se le va a terminar culiando a la hija

Estoy con ganas de irme a ver si encuentro a la panosa... O entre ir a Sirenitas o la bonita a ver qué joya encuentro.

La panosa está. Tiene un leggin vinotinto. Esta rica mostrando labios

Atunes se empieza a llenar. Pinta bien.Transmitiendo en directo desde el lugar de los hechos.

Ni atúnes lleno ni la panosa en su esquina de trabajo, a menos que la tengan atareada. Está una negra hermosa en Paradise y me la ganaron, pero si no está la panosa voy la morena.

*La more no se deja trapear y no ví nada que moviera mi aguja; literalmente y en sentido figurado.

Reportando desde el SantaFe

Compañeros de casualidad esta Brenda? Gracias saludos.

Nada.

Entramos a Fiebre de una y pedimos dos aguas y nos sentamos al fondo, justo antes de las escaleras de la zona "vip" del fondo. Yo no sabía qué hacer. Sentía que no podía mirar para ningún lado (como jodido). Preciso estaba Dulce, con su cara de perra deliciosa y muñeca de la mafia. Preciso había una mona que no veía desde hace mucho antes del inicio de la pandemia, una mona de Pereira mamasita llamada Daniela (cosa pa' rica se me paró de una).

Yo trataba de explicarle a mi chica entre gritos que era lo que iba a hacer cuando venía: tomar agua y observar las chicas pues estaba escribiendo una investigación sobre zonas de alto impacto y bla, bla, bla. Mejor dicho, entre más hablaba más me hundía. Ella parecía feliz, preguntaba por esto y por aquello.

Me mamé y le dije que nos fueramos. Salimos por donde entramos, pero justo antes de la salida, me estrellé de frente con Daniela (la mona) no sé si me reconoció o no (pues hace años subimos muchas veces, en Paisas y en Fiebre), estaba en la barra. Solamente le pregunté que si estaba el sábado (fue un impulso instintivo, me dejé llevar) y me dijo que tenía vuelo al día siguiente, osea que no. Me demoré menos de diez segundos en eso. Mi chica me estaba mirando desde la puerta de salida no dijo nada en el momento. Salimos a largarnos pero antes fuimos al frente a esperar el carro.

—Qué! ¿Te gustó esa chica? Quiero ver qué es lo que haces. ¿Por qué no estás con ella y me muestras?
—Te dije que ya nos vamos, me aburrí.
—No parecías aburrido cuando te quedaste hablando con ella y me dejaste botada.
—Amor, te dije que ya me quiero ir. Además no te dejé botada, la vieja me haló la chaqueta, sólo nos saludamos y ya.
—Yo te la gasto, quiero ver cómo estás con ella. Quiero ver qué es lo que ellas te hacen que no te haga yo, para saber porqué las buscas tanto.

(Por un momento estuve tentado a decirle que si, para bajar los ánimos le dije en chiste (muy mala idea) que si hacíamos un trío ya que las dos son monas). El caso fue que me emputé ante su insistencia. Me di cuenta que había sido muy mala idea decirle que vinieramos a Tierra Santa.

—¿Pero por qué te emputas amor? Sólo quiero ver qué les haces a ellas que no me puedas hacer a mi.
—¡Ya párala! Nos vamos y punto, no me jodas más.

Eso fue el jueves.

Llegamos a su casa, aparentemente me perdonó e intentamos seguir normal los siguientes días. Me quedé el sábado en su apartamento, hicimos comida, vimos una película. Al día siguiente desayunamos, seguimos arrunchados, y de un momento a otro cambió de actitud; que si era que me quería ir para el Santafé, entonces ¡Lárguese para donde sus putas! Me emputé más porque ya se estaba pasando de naranja a rojo su actitud y no aguanté y estallé. Me volvió a empacar mis cosas y salí de su apartamento triste pero con cierto alivio.

Eso fue el domingo pasado.

Entendí que la había lesionado sin posibilidad de enmienda. Está muy herida y hasta cierto punto la comprendo. Ella, una mujer bonita, atractiva, fitness (entre otras cosas no sé ni por qué se fijó en mi, jajaja), que le hagan algo así. Pues cuando me pilló lo de las fotos le confesé que había venido aquí tres veces (eso no lo saben ustedes tampoco, jajaja). Ella es una buena mujer y no merece que un perro le haga eso (yo).

Yo sé que muchos de los cofrades aquí presentes son casados y antes de volverse miembros de la Cofradía habían tenido una educación sentimental y sexual. En mi caso todo comenzó con las putas del Santa y por eso me ha sido tan difícil dejar este vicio.

Mi chica me dijo esa noche después de que llegamos del Santafé:

—La verdad yo no te hallo allá, es un sitio triste... (bla, bla, bla) ¿Tu verdad quieres dejar ese comportamiento?
—Si amor —le dije. —Quiero dejarlo y estoy haciendo todo lo posible por hacerlo.

Pero si ustedes me preguntan lo mismo, la verdad es que no lo sé. Si tuviera que elegir una respuesta a lo mejor diría no. Se me volvió un punto de referencia vital, es como si pagar tuviera un morbo especial, la posibilidad de estar con tantas viejas en tan poco tiempo sin necesidad de fingir nada se me volvió una adicción. Sé que algún día tendré que detenerme pero ni tener una novia linda lo pudo hacer. ¿Qué camino tomar? ¿Castración química? El caso.

Me quiero comer a Dulce y Daniela la mona de Pereira porque ya no aguanto tener una doble vida. Mi ex-chica me dejó y parece que es definitiva la cosa.

¿Alguien me puede pasar la programación para el día hoy en el Santa cofrades?

Saludos.

Nada.

Entramos a Fiebre de una y pedimos dos aguas y nos sentamos al fondo, justo antes de las escaleras de la zona "vip" del fondo. Yo no sabía qué hacer. Sentía que no podía mirar para ningún lado (como jodido). Preciso estaba Dulce, con su cara de perra deliciosa y muñeca de la mafia. Preciso había una mona que no veía desde hace mucho antes del inicio de la pandemia, una mona de Pereira mamasita llamada Daniela (cosa pa' rica se me paró de una).

Yo trataba de explicarle a mi chica entre gritos que era lo que iba a hacer cuando venía: tomar agua y observar las chicas pues estaba escribiendo una investigación sobre zonas de alto impacto y bla, bla, bla. Mejor dicho, entre más hablaba más me hundía. Ella parecía feliz, preguntaba por esto y por aquello.

Me mamé y le dije que nos fueramos. Salimos por donde entramos, pero justo antes de la salida, me estrellé de frente con Daniela (la mona) no sé si me reconoció o no (pues hace años subimos muchas veces, en Paisas y en Fiebre), estaba en la barra. Solamente le pregunté que si estaba el sábado (fue un impulso instintivo, me dejé llevar) y me dijo que tenía vuelo al día siguiente, osea que no. Me demoré menos de diez segundos en eso. Mi chica me estaba mirando desde la puerta de salida no dijo nada en el momento. Salimos a largarnos pero antes fuimos al frente a esperar el carro.

—Qué! ¿Te gustó esa chica? Quiero ver qué es lo que haces. ¿Por qué no estás con ella y me muestras?
—Te dije que ya nos vamos, me aburrí.
—No parecías aburrido cuando te quedaste hablando con ella y me dejaste botada.
—Amor, te dije que ya me quiero ir. Además no te dejé botada, la vieja me haló la chaqueta, sólo nos saludamos y ya.
—Yo te la gasto, quiero ver cómo estás con ella. Quiero ver qué es lo que ellas te hacen que no te haga yo, para saber porqué las buscas tanto.

(Por un momento estuve tentado a decirle que si, para bajar los ánimos le dije en chiste (muy mala idea) que si hacíamos un trío ya que las dos son monas). El caso fue que me emputé ante su insistencia. Me di cuenta que había sido muy mala idea decirle que vinieramos a Tierra Santa.

—¿Pero por qué te emputas amor? Sólo quiero ver qué les haces a ellas que no me puedas hacer a mi.
—¡Ya párala! Nos vamos y punto, no me jodas más.

Eso fue el jueves.

Llegamos a su casa, aparentemente me perdonó e intentamos seguir normal los siguientes días. Me quedé el sábado en su apartamento, hicimos comida, vimos una película. Al día siguiente desayunamos, seguimos arrunchados, y de un momento a otro cambió de actitud; que si era que me quería ir para el Santafé, entonces ¡Lárguese para donde sus putas! Me emputé más porque ya se estaba pasando de naranja a rojo su actitud y no aguanté y estallé. Me volvió a empacar mis cosas y salí de su apartamento triste pero con cierto alivio.

Eso fue el domingo pasado.

Entendí que la había lesionado sin posibilidad de enmienda. Está muy herida y hasta cierto punto la comprendo. Ella, una mujer bonita, atractiva, fitness (entre otras cosas no sé ni por qué se fijó en mi, jajaja), que le hagan algo así. Pues cuando me pilló lo de las fotos le confesé que había venido aquí tres veces (eso no lo saben ustedes tampoco, jajaja). Ella es una buena mujer y no merece que un perro le haga eso (yo).

Yo sé que muchos de los cofrades aquí presentes son casados y antes de volverse miembros de la Cofradía habían tenido una educación sentimental y sexual. En mi caso todo comenzó con las putas del Santa y por eso me ha sido tan difícil dejar este vicio.

Mi chica me dijo esa noche después de que llegamos del Santafé:

—La verdad yo no te hallo allá, es un sitio triste... (bla, bla, bla) ¿Tu verdad quieres dejar ese comportamiento?
—Si amor —le dije. —Quiero dejarlo y estoy haciendo todo lo posible por hacerlo.

Pero si ustedes me preguntan lo mismo, la verdad es que no lo sé. Si tuviera que elegir una respuesta a lo mejor diría no. Se me volvió un punto de referencia vital, es como si pagar tuviera un morbo especial, la posibilidad de estar con tantas viejas en tan poco tiempo sin necesidad de fingir nada se me volvió una adicción. Sé que algún día tendré que detenerme pero ni tener una novia linda lo pudo hacer. ¿Qué camino tomar? ¿Castración química? El caso.

Me quiero comer a Dulce y Daniela la mona de Pereira porque ya no aguanto tener una doble vida. Mi ex-chica me dejó y parece que es definitiva la cosa.

¿Alguien me puede pasar la programación para el día hoy en el Santa cofrades?

Saludos.

Esa Estefanía hay que tacharla de la lista. Ufff. Mona pa bella.

Jajajajaja. Bobo hp, jajajajajaja.