Andrea, uff!! que rica eres!

Esta deliciosa experiencia ocurrió en febrero de este año. Fue con la prima de un amigo de la universidad. Yo ya la conocía antes y siempre tenía unas ganas de comérmela cada vez que la veía. Se llama Andrea y recién había ingresado a la universidad donde estudio. Ella estudiaba economía y necesitaba reforzar un poco matemáticas. Así que mi amigo me contactó con ella para explicarle algunos temas. Andrea tiene un cuerpazo, y sobre todo un culito bien rico que parece de modelo. Además, tiene unas tetazas deliciosas y unas piernas sabrosas. Es decir, es un lomo fino!!

Entonces, me llamó Andrea para coordinar las clases. Así que me citó, recuerdo, un viernes a las 7pm en su casa. Entonces llegué ese día a su casa y tal fue mi impresión al verla vestida bien rica con una blusita de tirantes blanca y con un shorcito bien apretadito que hacía lucir muy bien sus piernas y su culo.

Ya en su casa, nos pusimos a conversar un rato hasta el momento en que nos sentamos en su comedor para explicarle el curso. Mientras le explicaba en el comedor, me acercaba a ella para rozar sus piernas con las mías, bien cálida era su piel. Hasta ahí todo normal, hasta el momento en que ella, mientras le estaba explicando, empezó a pasar su mano suavemente por mi verga, obviamente ya la tenía parada antes de que pase su mano, ella me decía "sígueme explicando" mientras me sonreía y me seguía cogiéndome. Luego, empezó a poner una de sus piernas encima de las mías mientras me decía "¿sabes? mis papás se han ido de viaje, así que estamos solos". Obviamente, no le seguí explicando y empecé a besarla bien rico, mientras mis manos pasaban por sus piernas y luego por su concha. Ya empezaba a escuchar algunos tímidos gemidos de placer. De ahí, ella aún con ropa, se me puso encima mio y empecé a cogerle su culito y sus tetas, mis manos pasaban por toda su rica piel mientras le decía "qué rica eres mamacita! quiero hacerte mía!" Ella ya excitada me dijo "si!! sí quiero ser tuya papi!! cógeme duro". Así que me llevó al pasadizo que da a los cuartos de su casa. En ese lugar empecé a puntearla bien rico mientras le cogía su concha y sus tetas y le besaba el cuello. Sentía cómo mi pinga rozaba sus ricas nalgas. Luego de que me banqueteé delicioso tocando todo su cuerpo, entramos al cuarto de sus papás. Ya en ese cuarto, seguíamos besándonos rico y comencé a sacarle su blusita y su sostén, luego, me la lleve a la cama, donde ella se fue quitando su shorcito, yo tambien me iba quitando la ropa. Ya semidesnudos los dos, me puse encima de ella y poco a poco le fui quitando su calzoncito hasta que quedamos los dos desnudos. Ella me decía "quiero sentir tu pinga". Entonces, yo encima de ella, me puse sus ricas piernas en mis hombros y empecé a metérsela bien rico...ufff!! aun recuerdo cómo grito cuando la penetré "aaayyy!! siiii!! uhmmm qué ricoooo!!" Comencé a tirármela lento al principio, ella me decía "ufff papi!!! sigue sigue!! aaah!! aahh!! y luego iba penetrándola más duro. A ella le gustaba! Luego, cambiamos de pose, ahora yo la tenía encima mío moviéndose bien rico en mi pinga, ella decía "mmm qué ricooo, más más!!" y qué excitante era ver sus tetazas moviéndose!; luego, lo hicimos de costadito sintiendo deliciosamente su culito redondito mientras le cogía sus tetas; después, ella se puso boca abajo y yo encima de ella seguía empujándosela hasta el fondo. Qué culito tan rico!! Ella no dejaba de gemir. Luego, hicimos la pose del perrito y terminamos como habíamos comenzado, yo encima de ella penetrándola duro hasta el fondo, y diciéndome "sigue así!! uhmm uhmm!! no pares no pares!" Entonces seguí dándole duro y rico por su vagina mojada y calientita hasta el momento en que le bañé de leche su rica concha. Era tan excitante ver su rostro sonrojado y escuchar sus "sí sí sí..." mientras le llenaba su rica vagina con tanta leche que me salía.

No sé si Andrea era virgen, pero su conchita era bien cerrada, y mas aun como se lo hice sin condon, wow!! que rico se sintió!! Qué excitante fue tirármela en el cuarto de sus padres, qué orgasmos los de Andrea y más me excitaba ver su carita arrecha mientras me la tiraba. Es de esas que una vez que se la metes, ya no quieres sacarla.

Sí que quedó satisfecha aquel día, y ya se podrán imaginar todo lo que hicimos ese día en su casa aprovechando que estábamos los dos solos. Si cada rincón de su casa hablara, cuántas cosas excitantes diría.

Este lomazo tiene su tema en La más linda (está con el mismo nombre de este relato)