Claudia, una anfitriona de rico culo

Esta es una experiencia que tuve con una rica anfitriona. Se llamaba Claudia, tenía más de 30 años, pero un delicioso cuerpo y sobre todo, un culazo. Además, tiene una hija pequeña de 3 años aproximadamente.

Un día de verano de este año decidí ir con mi primo a una exhibición de autos y motos que se iba a dar en un centro comercial. Al principio no tenía muchos ánimos para ir, pero mi primo me convenció diciéndome que había en esos eventos buenas anfitrionas y promotoras. Entonces, no lo dudé más y me animé para ir. Ya en el evento, veía por todo lado a lindas anfitrionas, rubias, pelinegras, altas, bajas, morenas y blanconas. Me sentía en un paraíso al ver tantas diosas!! Sin embargo, hubo una que me había cautivado demasiado. Estaba en un stand de una marca de autos muy conocida. Era un poco alta, de cabello negro rizado y con un buen culito, bien quebradita era. Empecé a hacerle miradas desde lejos, ella también me miraba y me sonreía. Entonces, aproveché el momento en el que ella no estaba con ningún cliente, es decir, el momento en el que estaba sola, y me le acerqué. Mi primo se había ido a coquetear a otras anfitrionas. Entonces, me había dejado el camino libre para conocer a esta anfitriona.

Ya cerca de ella, le dije con una sonrisa:
- hola!
Ella también me respondió con una sonrisa:
- hola, qué tal?”
Entonces primero empecé a hacerle preguntas acerca de la marca que estaba promocionando. Ella me respondía muy bien, sabía lo que estaba promocionando. Luego de ello le dije
- Esta empresa ha hecho muy bien en contratarte porque atraes con tu belleza a muchos clientes.
Ella sonrió y con voz un poco tímida me dijo:
- Gracias por tus palabras. Después de tiempo que escucho algo bonito para mí.
Entonces, yo le dije:
- Una chica como tú debería estar acostumbrada a recibir halagos.
Ella se rió un poco y me dijo:
- Gracias!
Entonces, entre risas le pregunté:
- ¿Cómo te llamas?
Ella me respondió:
- Me llamo Claudia, y tú?
Yo le dije:
- Yo me llamo ……… (por razones de confidencialidad no digo mi nombre)
Luego de eso, le pregunté:
- ¿Tienes algo que hacer más tarde?
Ella me respondió mirando su reloj:
- Bueno, justo mi turno acaba en media hora. ¿Me esperas?
Yo le dije:
- Por supuesto Claudia. ¿Dónde te espero?
Entonces me dijo:
- Espérame en la entrada del centro comercial. Toma mi número. Me llamas en media hora, aunque quizás me demore 15 minutos más porque me tengo que cambiar.
Yo le dije:
- Perfecto Claudia! Gracias por el número. Te llamo en media hora.

Entonces, pasaron los 30 minutos y la llamé. Me dijo que se estaba cambiando y que en 10 minutos llegaba. Bueno, pasaron esos 10 minutos y llegó Claudia. Ya era de noche, pero ella estaba con una faldita negra apretada y una blusa color rojo. Uff!! Estaba bien rica!!!. Entonces, la invité a cenar algo. Le dije que se veía buenísima y que no comprendía cómo que después de tiempo no recibía halagos por parte de un hombre, a lo que me contesto que ella más se dedicaba por el momento a su trabajo y a su hija. Y bueno, me comentó que era madre soltera y que ella sola mantenía a su hija pequeña. Le dije que cómo pudo haberla abandonado el padre de su hija. Ella se sentía un poco incómoda, así que decidí cambiarle de tema.
Terminada ya la cena, le dije para ir a dejarla a su casa, como buen caballero. Ella aceptó que la deje. Ya en su casa, me hizo pasar para tomar algo. Estaba una niñera que Claudia había contratado para que cuide a su hija mientras ella se encontraba trabajando. Como su hija ya estaba dormida, le dijo que se podía ir.

Entonces, ya estábamos casi solos, aunque con su hija, pero dormida. Ya en la sala, mientras estábamos en un sofá tomando algunos tragos, empezó a pasar su mano por mi verga, la cual ya estaba parada en ese momento, y me empezó a besar apasionadamente. Yo empecé a cogerle una de sus piernas y a acariciar su culo también. Poco a poco fui recorriendo todo su lindo cuerpo, ella se iba excitando cada vez más hasta que me dijo “vamos a mi cuarto”. Yo le pregunté por su hija, pero ella me dijo que no preocupara por ella, porque no nos iba a escuchar. Entonces, durante el trayecto entre su sala y su cuarto, me la llevé punteándomela. Qué culote!!

Ya en su cuarto, ni bien entramos ya estábamos que nos besábamos con mucha pasión nuevamente, le acariciaba todo ese cuerpo riquísimo y le levante la faldita para acariciarle esas nalgas que me volvían loco, poco a poco y aun estando parados, la fui desvistiendo y se quedó solo en su tanga roja, yo también me desnude y así nos fuimos a la cama. Empece a besarle el cuello, luego sus tetas pequeñitas pero ricas , continué besandole hasta la punta de sus pies, luego iba subiendo poco a poco saboreando esas ricas piernas, hasta que llegue a su tanga y se la saque muy lentamente, y me detuve en su clítoris haciéndola gemir “aaahhhhhhhh, que ricooooooo” Ya empezaba a escuchar sus primeros orgasmos. Ya bien excitada ella, me dijo “entra ya!” entonces abrí sus piernas y poco a poco se la enterré todita y ella decía “paaaapiiiiiiiiiiiiiii, dámelo todooooooooo” Uff!! No dejaba de gemir Claudia. Puse sus piernas en mis hombros y empecé a tirármela lento al principio y luego aumentando la velocidad. Ya en pleno tire, ella cambia de pose y se voltea mostrándome ese culazo que me volvía loco. Entonces me dijo “dámelo por el culo” Uff!! Había llegado el momento que más esperaba: hacérselo anal!!! Primero, empecé a saborear todo ese culo hermoso y bien durito y con mi pinga bien mojada se la fui metiendo lento para que no gritara. Pero igual gritó “aaahhhh, todo papi, todooo!!” Qué rico anal le estaba haciendo y no dejaba de gemir Claudia. Hicimos primero la clásica pose del perrito, luego aquella que está sentada encima de mi pinga, luego parados y terminé dándole sendos chorros de semen con la pose unión del elefante.

No sé si su hija se habría despertado por los gritos de su madre, pero lo que sí sé que fue uno de los mejores anales que tuve y con un culito parado y durito.