Cornudos consentidos

se ve gustoso el tema, adelante!!!

usted cuentenos mas, con confianza, a mi me gusta leer los relatos

hay mucha tela de donde cortar, buen tema.

cuente cuente de una

Hola todos, esto que les cuento acontinuación sucedió entre anoche y hace dos horas, Eran las 7 y 30 pm y estaba con mi mujer en casa, le entró una llamada a su celular, era su amiguito y de una cuadraron verse a las 10 pm, mi mujer como de costumbre empezó a arreglarse, se metió a la ducha y me le fuí detrás, la estuve observando mientras se depilaba y no aguanté, le empecé a decir que estaba felíz y arrecha por verse de nuevo con su amiguito y me dijo: para que te lo niego si, le seguí diciendo cosas cada vez mas calientes como por ejemplo que la iban a clavar delicioso y como había pasado más de un mes sin verse con el amigo se la iban a culear en forma, me dijo luego de un rato si quería ayudarle a depilarse, no lo dudé un segundo y entré de una con la verga durísima y puso el trabajo de ponerle gel en la cuquita para depilarse, no sin antes decirme: te gusta que se culeen a tu mujer cierto? le dije me encanta, disfrutalo. le seguí diciendo que culeara rico, que la pasara deli, que sacara la puta que lleva dentro, que fuera una verdadera perra y de pura curiosidad después depués de un rato le pasé un dedo por el gallito (que lo tiene grande por la lengua que le hemos dado) y gimió un pocó, luego le metí el dedo meñique en la rajita y estaba mojadisima, mientras ella seguía depilandose, le di vueltas y le abrí las nalgas para luego empezar a lamerle el culo, apenas la sentí estremecerse, luego de un rato empecé a darle legua en el gallo y allí en la ducha me dijo que la clavara, nos acomodamos en el piso y se lo metí hasta el fondo estaba toda humeda y le empecé a decir las cosas que le gusta escuchar cuando está arrecha, hasta que despues de gemidos mordiscos arañazos y chupones nos venimos de manera espectacular, allí quedamos un rato hasta que nos enfriamos, salí y siguió arreglandose salió y me di cuenta que tenía un chuponcito nuevo bajo la clavícula, me dijo que le alistara la ropa lo hice y apovechó para decirme que si la llevaba, no me quedó otra y me fuía a sacar la camioneta, a las 9 y 40 salimos de la casa y hablamos en la camiontera de otras cosas, luego me dijo que tenía el gallito sensible, qu no se lo iba a dejar chupar del amigo, que solo le iba a pedir verga, que le gustaba culiar y que al tiempo le dijera que iba a pichar con el amigo, llegamos a la 87 con 16 y esperamos un rato yo me había calentado de nuevo y me dió una mamadita rapidita me hizo la paja y se tomó mi leche, la dejé en la esquina y tuve la intención de irme a la casa pero la curiosidad me mató, llegó al minuto un man la recogió en un automovil y empecé a seguirlos, llegaron al parque de la 93 y se metieron a la pesquera Jaramillo, no me quedó de otra, entré a la pesquera - en sudadera - y ordené un ceviche que hice durar hasta las 11:30 pm cuando ellos salieron, antes de eso vi en la mesa que me quedaba perfecta para el fisgoneo, que se besaba con el amigo, que le metía la mano por la espalda y que ella le tocaba la verga con disimulo, luego se fueron y salí detras nuevamente, nos devolvimos y llegamos hasta 114 con 21 en un edificio, entraron y a no pude segurirlos más, me fui a casa super emparolado, con ganas de clavarla de nuevo pero satisfecho de que se la furan a culear, cuando salía del sector me llamó mi mujer y me dijo encerrada en el baño del apartamento: amor ya llegué todo bien, te amo.
LLegó a las 5:30 am y de una le pedí que contara, esa historia e s la de más tarde, porque vamos a almorzar opinen amigos

upa men estare atento a la continuacion lleve repu

exelente tema viejo...................

Pues los felicito a ambos por lo abiertos y por lo decentes porque, aunque no parezca, para esto se necesita decencia.

Yo estuve casado hace años con una mujer muy arrecha y muy puta. Le encantaba dar guinda,o sea, abrir las piernas para que le vieran los calzones, le encantaba arrechar a las visitas y le encantaba pichar con todo el mundo. Pero no consentía que a mí me miraran. Y era un lío.

No se me olvida que estábamos en una fiesta y allí estaba un amigo de mi infancia que había andado mucho detrás de ella antes de que ella y yo fuéramos novios. Cuando ella ya se había tomado muchos tragos vino a decirme que quería contarme algo, pero con el compromiso de que no me enojara.

Entonces me contó que Alberto, que así se llamaba mi amigo, estaba diciéndole cosas, que cómo estaba de buena (que era muy cierto), que qué piernas tan ricas, que qué teticas tan lindas, etc.

Entonces me dijo que por qué no lo invitábamos a la casa y que nos fuéramos antes de que terminara la fiesta, que ella quería jugar con él, quería abrirle las piernas para dejarse ver los calzones y ponerlo arrecho.

A mí me gustó la idea y eso hicimos. Llegamos, sacamos licor, pusimos música y ella empezó a abrir las piernas y a dejarse ver los cucos y a dejar que la falda se le subiera todo lo posible, hasta que hubo señales perceptibles del efecto que su juego hacía en la polla de mi amigo.

Entonces mi mujer, siempre tan provocadora y tan puta, me dijo que como yo me paraba a cada rato a cambiar la música, quería pedirme permiso para que Alberto la cargara porque estaba muy consentida. Yo le dije que no había inconveniente y se le sentó en las piernas y mientras seguíamos bebiendo y oyendo música ella se frotaba contra la polla de Alberto y la temperatura fue subiendo.

De un momento a otro pidió permiso para ir al baño, permiso que no necesitaba porque estaba en su propia casa y, al regreso, volvió con tan sólo la blusa, los calzones y las sandalias de tacón puestas. Se había quitado el brassier y la falda. La verdad es que se veía espectacular, porque se le transparentaban sus tetas bien paraditas y porque tenía una piernotas largas, fuertes, divinas, pues había sido nadadora, y unos pies muy lindos y bien cuidados.

De modo que volvió a sentarse encima de Alberto, hasta que él no aguantó más y comenzó a sobarle las tetas de frente, delante de mí, como a ver yo qué decía. Y como yo seguí conversando normalmente y sirviendo el traguito y poniendo música y yendo a la cocina por las cocacolas dejándolos solos, cuando volví ya él le había quitado la blusa, de manera que quedó solamente en calzones.

Entonces ella misma me dijo que notaba que Alberto estaba muy duro, que hacía mucho calor y que si me dejaba que ella le quitara la ropa. Y yo le dije que claro, que lo hiciera. De manera que ella se quitó también lo que le quedaba y comenzaron a sobarse de frente, a besarse en la boca y él le chupaba las tetas, hasta que se puso tan arrecha que comenzó a mamarle la polla.

Ella decía que lo que la arrechaba tanto era que yo la viera mientras hacía su número. Entonces todo terminó, como era de esperar, en la cama, echándose un gran polvo.

Terminado, nos regresamos al estudio en donde estábamos y la muy perra ni siquiera se lavó el coño, sino que dejó que el semen de mi amigo le escurriera por la entrepierna hasta sus sandalias de tacón. ¡Un espectáculo!

Mi amigo quedó encantado y el juego lo repetimos varias veces.

El único problema o, mejor, los únicos dos problemas eran: uno, que, tal como dije, mi mujer no permitía que me miraran. Y, dos, que la mujer de mi amigo y yo nos gustábamos pero él tampoco permitía que se la miraran.

Lástima. Porque eso llevó al distanciamiento entre todos. Por eso decía que asuntos de esta naturaleza exigen mucha decencia y permitir al otro lo que uno se permite.

Como veo que son de Bogotá, quiero decirles que yo estoy en Cali y de vez en cuando viajo a Bogotá. Lo que les he contado no es fantasía y tengo mucho más para contar. Si quieren establecer contacto, mi dirección electrónica es

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PieTr

Continuando con el relato, ya en casa mi mujer contó que al colgar la llamada que me había hecho desde el baño, colocó el celular a un lado y se sentó a miar, dijo que escuchó unos pasos y por nada del mundo se le pasó por la cabeza que el tipo fuera a entrar al baño, por lo que tampoco puso seguro a la puerta y de repente se abrió esta y allí estaba el man en jeans y camiseta con una notable erección, mi mujer cortó el chorro y le pidió que saliera, el man no hizo caso y la levantó del sanitario y sentandola en el borde del lavamanos le abrió las piernas, le dijo que estaba goteando pis, mi mujer no tuvo tiempo de limpiarse la cuquita y tampoco de subirse la ropa, cuando este man empezó a secarla lamiendole todas las gotas que había dejado de secarse ella, me dijo que la lamió tan delicioso que ya no quería que terminara y le empezó a quitar sus jeans y su tanguita, negra de hilo que yo mismo le escogí para que se pusiera, al quitarle la ropa también le subió más las piernas mientras ella se recostaba en la mesa del lavamanos y sintió como el man empezó a darle lenguetazos en el borde del culo, me contó que le gustó todo aquello, especialmente cuando el man había entrado sin avisar, me dijo que se había arrechado mucho cuando la levantó y la sentó para lamerle la cuquita, tanto le gustó que se había mojado demasiado y le pidió que fueran a la cama, ya en la cama el man le quitó la blusa y el barssier y empezó a masturbarla mientras le mordisquaba las tetas, luego ya el man se quitó la ropa y me dijo que lo había notado durísimo, se puso su condón y empezó a darle clavo en misionero, luego la puso a montar - mi mujer si que sabe cabalgar - y después la sentó en la cara del man en donde le estregaba el gallito en la boca y le tocaba el culo, allí se vino mi mujer en la boca del amiguito, el man la bajó y la puso en cuatro, la clavó fuertemente, la volvió a hecer venir y luego se vino el. Allí quedaron hasta que la llamé, me dijo amor ya puedes venir por mi. Me contó todo esto mientras yo le daba nuevamente legua en el culo y la cuquita, la volví a hacer venir con la lengua, me dijo que esta supersensible, mientras le daba verga me contaba que había disfrutado mucho la culeadita con su amigo y que quedaron de verse la proxima semana. Me hizo venir dentro de ella sentí como mi leche la inundaba, mientras le metía un dedo en el culo, allí nos quedamos dormidos.