Experiencias con Linda... Parte 2. El preámbulo.

Hoy les voy a contar el preámbulo a la pérdida de la virginidad de Linda.

Después de haber conocido el orgasmo, ya no se detuvo. La sensación que experimentó alimentó su curiosidad y cada que podía buscaba la manera de pasar tiempo con su iniciador. En el colegio se convirtió en el centro de atención de sus amigas, que asombradas escuchaban las historias de como Jorge le seguía comiendo su vagina. Dejaba de lado a los chicos del colegio, pues los consideraba inexpertos, sin embargo ante su familia seguía siendo la misma niña que no hacía nada fuera de las buenas costumbres.

Jorge gozaba cada sesión de estudios con Luis, el hermano de Linda. Se hicieron frecuentes sus visitas, aprovechaba llegar desde temprano mientras los papás de Linda estaban trabajando y Luis aún no llegaba de visitar a Gaby, su novia. Prefería pasar tiempo con la joven que con las amigas mayores que anteriormente le ocupaban y es que Linda había aprendido muy bien el arte del sexo oral y le generaba mucho placer, además que tenía como propósito desvigarla, aunque el poco tiempo siempre dejaba inconclusa la faena.

Cansados de no poder disfrutar de una sesión completa de sexo que incluyera penetrar la virgen vagina vieron como llegaba a su fin el semestre en la universidad y el pretexto para sus encuentros sexuales. Los padres de Linda decidieron salir del país y pretendían ir en familia. Linda pensaba en Jorge, mientras Luis por su parte tenía planes de pasar las vacaciones con Gaby, aprovechar cada minuto de ellas, por lo que no deseaba viajar.

Entonces Jorge invitó a Luis, Gaby y Linda a que pasarán las vacaciones o unos días en la casa de sus padres, en el interior del país, pero tocaba convencer a los padres. Jorge le prometió a Luis que pasaría tiempo a solas con Gaby, lo que implicaba que él se haría cargo de su hermana. Para convencer a sus padres, Luis y Linda prometieron portarse bien y ser responsables el uno del otro para poder disfrutar el viaje. Al final, los padres accedieron.

Tocaba viajar cerca de 350kms en automóvil y para ello decidieron tomar turnos para conducir entre Jorge y Luis. El primero en conducir fue Jorge y como copiloto iba Linda para que Luis y Gaby disfrutarán un tiempo. Silencio total en el sillón trasero, aprovechaban los novios para besarse y acariciarse mientras Jorge y Luis cruzaban miradas de deseo pero disimuladas para no levantar sospechas. Llegó el turno de Luis y cambiaron los papeles siendo Gaby la copiloto. Con el pretexto de estar en un clima frío, Linda se cubrió con una manta y aprovechó la oportunidad para invitar a Jorge a que pasará a jugar con sus partes íntimas. Abrió sus piernas pero Jorge tenía otros planes, tomó parte de la manta y se cubrió con ella, bajo el ziper de su pantalón y sacó su miembro siempre por debajo de la manta, haciendo que Linda sin pensarlo tomara la cabeza para terminar de liberarlo y empezar a acariciar. El movimiento del carro permitía que se disimulara la intensidad con que le daba placer al miembro de Jorge, quien resoplaba para contener y prolongar el momento de placer. De pronto su excitación creció al ver como Linda limpiaba de la cabeza de su pene una buena cantidad de líquido preseminal que su miembro ya emanaba, con la yema de sus dedos recogió la mayor cantidad que pudo y para asombró de Jorge los llevó a su boca para saborearlo.

Jorge se excitaba más cada vez que en su mente repetía la escena de la boca de Linda chupando de sus dedos el sabor de su pene. La falda amplia que acostumbraba portar la niña hizo fácil que la mano de Jorge llegara a su vagina, la cual había mojado ya la tanga de algodón que la cubría. La apartó con mucha habilidad y rapidez, no tuvo necesidad de abrir los labios para sentir la humedad que había provocado y con las yemas de dos dedos se acercó a su orificio anal, encontrando como respuesta una contracción del cuerpo de Linda como negándose a ser acariciada por ese agujero y una mirada que le pedía que no siguiera. Retomó el camino y acarició los labios vaginales con los dedos hasta llegar al clítoris en donde centró su atención para deleite de Linda. Pasados unos minutos se detuvo y llevó esos dedos a sus labios y lengua para mostrarle a Linda que también deseaba sus jugos en su boca. Los dos estaban excitados cuando de pronto Luis empezó a detener el auto y por ende el juego hacía una pausa. Un tanto apresurados buscaron un baño para terminar lo que el otro había empezado en ellos, mientras Luis y Gaby iban por unas bebidas para el camino. Regresaron más relajados y emprendieron nuevamente el viaje, era el turno de Jorge de conducir.

Luis y Gaby usaron la misma estrategia, tomaron la manta con el pretexto del frío pero con un poco de mayor libertad por la relación que tenían. Gaby puso su espalda sobre el pecho de Luis, cubrió la parte de su vientre y piernas con la manta y aprovechó para acariciar el pene de Luis, quien de inmediato empezó a besar el cuello de su novia. Linda pudo comprobar lo que Jorge le había comentado en algún momento, que su hermano y su novia manejaban tremenda calentura y aprovechaban cualquier momento y situación para dar rienda suelta a sus fuertes deseos sexuales. Simuló estar dormida y de reojo observó como Luis saco su miembro pidiéndole a Gaby que le masturbara. Un tanto incómoda por la posición, se las ingenió para acceder al pene y darle placer. Largo rato paso con las caricias de cabeza a tronco en el miembro un tanto delgado a diferencia del que tenía Jorge pero con cabeza grande en forma de hongo. Luis por su parte abrió el pantalón de su novia y empezó junto con los besos en el cuello a excitar a su novia hasta lograr que por momentos perdiera la noción del lugar en que estaban. Un leve gemido escapó, Linda simuló seguir dormida y Jorge subió el volumen a la música cubriendo las acciones de su amigo. La humedad en la mano de Luis era abundante y su pene se encontraba erecto y con la cabeza queriendo explotar. El movimiento de la carretera hacía disimular las contracciones del orgasmo al que llegó Gaby, se desplomó aún más sobre el pecho de su novio, quien al ver concluida su faena en la vagina sacó la mano para limpiarla, un tanto frustrado porque no alcanzó a terminar debido al lugar.

Lo que si terminó fue el viaje, finalmente habían llegado a la casa de los papás de Jorge quienes salieron a recibirlos. Era una pareja joven pues habían tenido a Jorge a temprana edad, habitaban una casa antigua, estilo colonial con ambientes amplios y jardín repleto de flores y arbustos. Para completar el o de Luis al no poder terminar la masturbación que su novia le había dado, se sumó que la familia tenía visitantes y esto reducía las habitaciones disponibles. Luis se había hecho a la idea de pasar las noches en la habitación que le asignaran a su novia, en cambio vio como se ordenaban en parejas -Linda y Gaby, Luis y Jorge- para poder descansar.

Luego de un baño, Jorge intentó calmar a su amigo, pues quería regresar a la capital debido al cambio de sus planes. Le ofreció hacer uso de un motel de paso para que sus planes siguieran, pero a Gaby esto no le parecía. Luego le ofreció llevar de paseo a Linda o entretenerla para que no les estropeara el momento, a lo cual Luis accedió sin percatarse que los planes que se estaban cumpliendo eran los de Jorge y Linda.

Por la noche, los padres de Jorge brindaron una cena para sus visitantes, comida, bebidas, música y baile. El ambiente con el pasar del tiempo y las bebidas se tornó distinto para Luis y Gaby que usaron los movimientos al ritmo de la música para seguir con su calentura. Linda veía como la mano de Luis pasaba de la cintura a las caderas, de igual manera como Gaby en cada giro aprovechaba para empinar las nalgas y restregarlas en el paquete de Luis y como si fuera accidente, pasar la mano para sentir la erección que ese roce estaba produciendo. De pronto Gaby dejó el baile y se excusó para ir a su habitación, mientras Luis se sentaba a la par de Jorge y conversaba en voz baja para luego también levantarse rumbo a las habitaciones. Linda pensó que se sentía mal y quiso saber si algo le pasaba, pero Jorge la detuvo indicándole que era un momento en pareja. La curiosidad de Linda no la dejaba estar tranquila luego de haber visto la forma en que se fueron calentando y sin que Jorge se diera cuenta fue a ver que estaba sucediendo.

Al llegar a la habitación encontró la luz apagada, se acercó sigilosa al escuchar unos leves gemidos que entendió eran de Gaby, las siluetas sobre la cama mostraban como en posición de misionero un gemido salía de la novia cada vez que su hermano embestía. Al ver la escena no se contuvo y empezó a tocarse desde sus senos hasta su entrepierna, no podía ver pero su imaginación le hacía sentir. Pasados unos minutos sintió como un par de manos empezaban por acariciar sus caderas, la tomaban por la cintura y le acercaban entre el culo un pedazo de carne que ya empezaba a ponerse duro.

Las manos pasaron de su cintura a sacar los senos y pellizcar suavemente los pezones. Eran manos conocidas, por lo que no hizo ni el intento de voltear, más bien incrementó el entra y sale de sus dedos en su vagina de igual manera que los gemidos de Gaby se intensificaban. La música evitaba que se escuchara donde el resto de invitados, de pronto la posición cambió y Gaby tomó el control del acto. Montó a su macho, gimió con fuerza y placer al clavarse el pene lleno de sus jugos, mientras Luis apretaba los senos que se movían conforme crecía la intensidad de la cabalgata. Jorge se acercó más para apretar los senos de Linda y su pene presionó aún más las nalgas haciendo que Linda se empujara hacía atrás, buscando colocar el pedazo de carne en el centro de su culo. Jorge dejó los senos, levantó la falda y puesto de rodillas besó las nalgas, una a la vez. Con su lengua siguió la línea que divide el culo y lleva al orificio anal, Linda al conocer su camino trató de quitarse pero Jorge sujetó con fuerza las caderas, apartó las nalgas y sembró un beso fuerte en el ano de Linda. Una sensación nueva acababa de llegar, se estremeció, se agachó aún más dejando abierto el espacio para que los besos siguieran. Jorge apartaba las nalgas a los lados para llegar con más facilidad, alternando los besos entre la vagina y el orificio anal, mientras Linda seguía con los dedos provocando que su humedad siguiera fluyendo.

En la habitación Gaby seguía con frenesí ensartandose el pedazo de carne de gran cabeza, lo sacaba casi totalmente para volverlo a meter en su totalidad, golpeando los testículos contra su hermoso culo. De pronto no pudo más, sintió como la eyaculación de Luis, que había sido restringida durante todo el viaje, golpeaba las paredes de su conchita haciendo que se estremeciera y gimiendo con mayor fuerza le hizo saber a Luis y los invitados que había alcanzado el éxtasis, un feliz orgasmo.

Linda se masturbaba con los dedos mientras por atrás Jorge le lamía los jugos sin descuidar su ano. No aguantó más, también alcanzó su orgasmo y aunque deseaba seguir, sus piernas temblaban y su respiración volvía a la normalidad. Jorge estaba empalmado, pero la voz de los invitados cerca de las habitaciones hizo que se contuviera, no había podido recibir el placer que si le pudo dar a Linda, quien en agradecimiento y luego de acomodarse la ropa, le besó fuertemente la boca llena de jugos vaginales mientras Gaby y Luis empezaban a vestirse.

Jorge alcanzó a decir a Linda "Ya me llegará el turno de disfrutar y sé que será lo mejor, porque te comeré la concha y por fin te haré sentir lo que acabaste sólo viendo", regresaron al jardín un momento para más tarde ir a descansar.

Ya en la habitación, Jorge no dejaba de pensar en el plan perfecto para tener el sexo perfecto, la hora de desvirgar a quien le tenía vuelto loco.

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