Juan y la sesentona II

Juan agobiado por el cansancio no veía la hora de quitarse el overol y darse una ducha...con toda rapidez se puso de primero en la fila y se hizo anotar tomo la llave y se dirigió al segundo piso donde estaba el cuarto mientras que las demás personas hacían la cola para ser anotadas....
Después de un largo rato en la cola, Annmary tomo la llave que le paso la recepcionista y sin escuchar lo que ella le iba decir se volvió rápido dirigiéndose a la escalera. Subió al segundo piso y busco su habitación. Entró y dejando su maletín en la cama se desnudó rápidamente para darse una ducha tibia y relajarse. Abrió la puerta del baño y… Oh sorpresa!, de pie en medio del baño estaba el joven del overol, desnudo secándose el pelo con una toalla, en ese instante recordó y entendió algo que le estaba diciendo la recepcionista y que ella no termino de oír, algo sobre el baño compartido. Quedó helada, el hombre no la había visto pues la toalla le tapaba la cara. Annmary miro el cuerpo musculoso recorriéndolo entero, y su mirada se clavó en la verga lacia colgando balanceándose por los movimientos que él hacia al secarse el pelo vigorosamente. Era un buen pene –pensó- largo, de un grosor proporcional, con prepucio, su debilidad, cubriéndole completamente el glande dejándole un moñito de carne en la punta. Sintió un estremecimiento que le recorría todo su cuerpo desnudo, y una deliciosa sensación en su vulva.
De pronto él bajo la toalla y la miro sorprendido. Se miraron por un instante que a Annmary le pareció eterno.
-Disculpe!- dijo ella- no sabía que el baño era compartido…
Mientras lo decía sus manos intentaban ocultar su sexo y sus pezones.
- No se preocupe –dijo él con voz calmada y amigable-, esto del avión ha sido todo un lío… además somos adultos no?, no será primera vez que ve un hombre desnudo…
Al decir esto sonreía con picardía y no hizo ningún gesto de tapar su pene, que a Annmary le pareció que comenzaba a erectarse.
- Es cierto – dijo ella con voz un tanto nerviosa.
- Entonces no hay problemas -dijo él- use la ducha no más, yo debo afeitarme, pero le prometo no mirar…
Al decir esto sonreía con una naturalidad que a ella le agradó y la tranquilizó. Por su mente pasaban muchos pensamientos tratando de decidir cómo resolver la situación; salir y volver a su pieza, o quedarse y seguir el juego que el ya había iniciado…, miró de nuevo esa verga que ya estaba a media erección y pensó que nunca más lo volvería a ver y que nadie sabría nunca que podría pasar en ese hotel cuyo nombre ni siquiera conocía. Y decididamente lo miró sonriente, le hizo una pequeña y coqueta venia de agradecimiento, y caminó hasta la ducha, metiéndose en ella y corriendo la transparente cortina. Abrió la llave del agua y comenzó a ducharse como si estuviera completamente sola.
Mientras Annmary prendía la ducha y cerraba la cortina transparente, Juan atino a dar la espalda a la misma, mirarse en el espejo y respirar hondo, realmente ese cuerpo voluptuoso de esa mujer lo dejo incomodo ya que después de los 14 días de trabajo, pues ver eso y así desnuda, pues era como un manjar ante un mendigo.. trato de dejar de pensar en ella, puso la toalla en el sujetador del lavamanos y aún denudo se mojó la cara tomo el jaboncillo lo paso por toda su más o menos esparcida barba y empezó a hacer espuma, hasta que quedo blanca y comenzó a afeitarse, sin dejar de pensar en la señora que para entonces comenzó a ducharse, en la ducha que apenas estaba a medio metro de él y lo único que los separaba era una cortina transparente y comenzó a imaginársela desnuda.. seguía con el trabajo de afeitarse y escucho un sutil tarareo que venía de su espalda, era la señora que empezó, mientras se duchaba, a tararear una canción que él no la había escuchado nunca….
Ya para entonces su medio parado pájaro comenzó a erguirse más y aún más al hacer contacto con la fría porcelana del lavamanos, no le dio mucha importancia hasta que se inclinó para lavarse la cara y aún agachado levanto la mirada, para verse en el espejo y ver como quedo la afeitada, y para su sorpresa… el espejo reflejaba toda aquella escena, cual si fuera una televisión, ella estaba desnuda, debajo de la ducha con un brazo levantado y con el otro enjabonada su seno dando vueltas en él, como si estuviera moldeándolo, luego cambiaba de mano y hacia la misma tarea con el otro, humm que senos más lindos pensó Juan que a pesar de la edad que tenía la señora pues se veían firmes y parados y enmarcaban unos pezones bien negritos, cual si fueran una aceituna dignos a ser chupados y jugar con ellos con la lengua y darles pequeñas mordidas, pensaba Juan, y de repente ella como si supiera que la estaba mirando, se agacho hacia delante para enjabonarse los pies ..dejando a vista perfecta cual si fuera la toma principal de la cámara, un hermoso y blanco culo que a pesar de unas cuantas estrías,,, se notaba que era firme y bien moldeado, engranado en unas caderas de una mujer mayor, con una raya perfecta que al interior de ella se notaba esa carne rosada que era la antesala de un lindo y cerrado anito que para entonces estaba siendo enfocado hacia él y más abajo…siguiendo el camino de la raya como una pequeña y tierna florecilla que crece en campo y comienza a abrirse, se mostraba ese cochito lindo, esos labios vaginales de color negruzco que emergían desde el centro de ese hermoso y bello culo y que en ellos no se veía una pizca de bellos.. Seguramente era un cochito depiladito….al ver esa tan magna escena a Juan se le paro de golpe su verga como si fuera a partir el lavamanos y al sentir el frio lavamanos, hacía que se le endurara más,,, veía como se movía al lavarse los pies como si ese bello culo lo llamara a ser poseído por él… luego poco a poco ella fue levantándose, y cuál fue su sorpresa que mientras giraba lentamente hacia él ella se jabono la cara y cerró los ojos quedando completamente de frente a él donde ahí podía apreciar ese bello cuerpo de mujer madura con los movimientos que hacia..