Informar sobre Atentados es un Acto Guerrerista!!! MIRA VOS!!!

Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, como lo dijo alguna vez un político. El derecho a la información no se puede restringir, pero excitar el morbo de la gente dándole a un hecho alcances que no tiene, es diferente.

Un ejemplo: el petardo de bajo poder que puso el ELN en un parque de Bogotá para lanzar panfletos de su organización. Es un artefacto que hace ruido y busca llamar la atención. De inmediato los medios engrandecieron el hecho y mostraron a Bogotá bajo ataque terrorista.

Con este despliegue mediático le hacen juego a la subversión que busca eso, que sus actos se amplifiquen e impacten en la opinión pública. De paso, el medio gana audiencia y se infunde terror en la población y hacia afuera se muestra una realidad mentirosa.

Igual pasa con cualquier otro hecho. En torno suyo fabrican una novela. Se meten en las casas, hurgan el dolor, como un accidente, por ejemplo. Acribillan a los familiares de las víctimas con los micrófonos, muestran sus rostros de sufrimiento en primer plano mientras les hacen preguntas idiotas. "¿Cómo se siente perder un ser querido?" ¿Sufre mucho? ¿Le va a hacer mucha falta?

Los manuales de periodismo que siguen los grandes medios como El País de España rechazan este morbo mediático en el que los medios colombianos se han especializado, regodeándose en el dolor para ganar audiencia. El amarillismo es el evangelio colombiano.