Los verdaderos hijos de la anarquía

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Los verdaderos hijos de la anarquía La reyerta entre bandas de 'moteros' en Texas que dejó 9 muertos ha ayudado a desempolvar décadas de actos criminales y de violencia extrema en EEUU Motos aparcadas delante del restaurante 'Twin Peaks', donde... Motos aparcadas delante del restaurante 'Twin Peaks', donde tuvo lugar el tiroteo. REUTERS PABLO SCARPELLINILos Ángeles Actualizado:18/05/2015 21:43 horas Hace tiempo que la asociación en Estados Unidos a esos clanes ya no es de violencia o peligro. Los moteros abonados a las Choppers y las Harley Davidson son parte del mobiliario en las carreteras rumbo a Las Vegas o de camino a San Francisco, prestos a hacer sonar sus bocinas si al percibirlos por el retrovisor, el conductor se hace a un lado cediendo parte de su carril. Aunque la estética es hasta cierto punto agresiva, ataviados con cuero, odas a la muerte en sus tatuajes, pañuelos y botas para patear cualquier obstáculo que surja por el camino, hay admiración y respeto por su camaradería y su amor incondicional a una moto. Se antojaban para muchos, al menos hasta ahora, como una panda gordinflona y simpática, gente de la que te podías fiar. Sin embargo, la matanza del domingo en un centro comercial de Waco, Texas, ha vuelto a sacar a la superficie lo peor de su historial violento, de décadas de enfrentamientos entre bandas rivales proliferando de costa a costa del país. Hay, de hecho, cuantiosos estudios documentando un fenómeno que comenzó después de la Segunda Guerra Mundial y que el domingo vivió un capítulo más de su vertiente más gore. Bien claro lo dejó el sargento de policía de Waco, Patrick Swanson, tras acudir a la escena del crimen que dejó nueve muertos, 18 heridos y más de 165 detenidos. "Esta es probablemente una de las escenas más horripilantes que he visto en mis 34 años de servicio", indicó, impresionado por el hecho de que no hubiera habido muertes de civiles en un lugar tan poblado los fines de semana. La disputa entre varias bandas rivales se resolvió a punta de navajazos e intercambio de disparos, muy al estilo de lo que se puede contemplar en las siete temporadas de 'Sons of Anarchy', una serie que ha devuelto al primer plano a estas organizaciones criminales sobre ruedas. Cientos fueron los medios que no olvidaron la mención a la creación de Kurt Sutter tras los sucesos en Texas. Sin embargo, hace décadas que grupos como Los Angeles del Infierno (Hell's Angels) o The Bandidos constituyen una amenaza para las autoridades en distintas ciudades del país. De acuerdo al Diario Internacional de Estudios de Motociclismo, las hordas de ex combatientes que regresaron a Estados Unidos tras combatir en Europa en el 45 se asociaron a través de esta clase de bandas motorizadas, desubicados al regresar a su hogar, sin oficio ni beneficio. Fotograma de la serie de televisión 'Sons of Anarchy'. Las motos como Harleys e Indians habían sido parte de su existencia mientras formaban parte del ejército estadounidense, un elemento que les sirvió para recuperar las señas de identidad perdidas alrededor, no solo de las motos, sino de las tabernas y la camaradería contando historias de guerra. Poco después, y de acuerdo a un elaborado informe del Departamento de Justicia preparado por el estado de California, comenzaron a hacer ruido y a ganarse la mala reputación que aún perdura. Entonces se llamaban 'The Pissed Off Bastards' de Bloomington, California, una localidad rural al este de Los Angeles. En 1947 se unieron a una reunión convocada por la Asociación Americana de Motociclismo y ya hubo bronca entre ellos. Ese mismo año, miles de entusiastas de las motos asistieron a unas carreras en Riverside que acabaron con incidentes graves. Hubo dos muertos y en los informes policiales ya se empezó a usar el término de forajidos, bandidos sin control. Ya en 1950, en la ciudad de Fontana, miembros de los 'Pissed off Bastards' formaron una nueva pandilla motorizada, los Hells Angels en honor a un bombardero de la Segunda Guerra Mundial, trasladando la sede a Oakland, al norte de California. En 1959 nacerían los 'Pagans' de Maryland y los 'Outlaws' de Chicago, acompañados una década más tarde por los 'Bandidos' que también tuvieron parte en los hechos del domingo en Waco. Aunque el movimiento en los 60 estaba más centrado en pasar un buen rato que en cometer actos criminales, las fichas policiales no cesaron, siempre con las drogas de por medio y las actividades ilícitas. Hoy el Departamento de Justicia los describe como "organizaciones sofisticadas que usan su afiliación a un club de motociclistas como conducto para la actividad criminal". Su naturaleza, dice el documento, es de carácter conspiratorio y sus objetivos siempre se obtienen a través de la violencia y la intimidación. "Debido a su experiencia en el manejo de armas sofisticadas y sus conexiones a nivel internacional, las pandillas de motociclistas al margen de la ley representan una formidable amenaza para la sociedad en general y específicamente para las autoridades", reza el texto oficial. También se refieren a los 'Hijos del Silencio' (Sons of Silence), una pandilla formada en 1968 en Colorado y que tiene una poderosa alianza con los 'Hells Angels'. La lista, no obstante, es extensa. Están los 'Foresteros', 'Jokers', 'Vagos', 'Warlocks', 'Rebel Rousers', 'Mongols', o incluso the 'Dirty Dozen', en honor a la película 'Doce del patíbulo' protagonizada por Lee Marvin, Donald Sutherland y Telly Savalas, entre otros. Muchos de ellos siguen operando bajo las mismos códigos: "No hay leyes, ni patraña... solo la libertad de la carretera". En sus textos fundacionales se vanaglorian de sus crímenes, sus violaciones y de alcanzar niveles de violencia difícil de concebir en otros ámbitos. El domingo, en Waco, lo que comenzó como una disputa en un lavabo, acabó con una sangría de consideración. Estos hijos de la anarquía van muy en serio.

Fuente: El Mundo de España