Doctor Jorge Luis Quiñones Aguilar: “Cumplí y regreso sano como prometí”

En los últimos días el regreso a Cuba de la Brigada Médica que combatió el Ébola en países de África, ha ocupado espacios en varios medios de difusión. Mientras el primer grupo cumple la cuarentena luego de regresar a la Patria, un segundo prepara las maletas pues sale en breve con rumbo al Caribe. El Dr. Jorge Luis Quiñones Aguilar, otro holguinero que nos ha mantenido al tanto de lo que hacían allá, ha accedido a compartir sus impresiones antes de abandonar suelo africano.

Especialista de primer grado en Medicina General Integral, Máster en Atención integral a la mujer y Diplomado en Desastres y grandes epidemias, Jorge Luis estuvo antes cumpliendo misión en Venezuela, Pakistán, dos veces en Haití y ahora en Sierra Leona, donde enfrentó una de las peores epidemias de los últimos años.

Tu prueba de fuego fue llegar a la llamada “zona roja”, ¿cómo fue esa primera vez?

Han sido 6 meses de duro trabajo, de grandes desafíos, de inmensos riesgos. Recuerdo perfectamente la primera vez que accedí a la zona roja, fue en el hospital Hasting I. Me impactó ver tantas personas muriendo ante mis ojos sin poder hacer prácticamente nada ante ellos. Estábamos aún en entrenamiento y eso nunca se borrará de mi memoria.

Estar tan cerca de la muerte y ver cómo cobra la vida de los que te rodean no debe ser nada fácil, ¿qué momentos no podrás olvidar?

Impresionante ver morir a toda una familia de 10 miembros. Padres y 8 hijos. Todos enfermaron y murieron. Por suerte no todo fue malo, también impresionante la reacción de un joven de 23 años al comunicarle que estaba curado y su ofrecimiento a ser promotor de salud en comunidades de riesgo y en su propia familia. Hemos atendido no solo Ébola, la patología más incidente ha sido la Malaria que ha costado la vida de un número importante de pacientes, posiblemente más que el propio Ébola. Es una enfermedad endémica y sus complicaciones son muchas veces irreversibles.

¿Recuerdas algún paciente que te haya marcado definitivamente?

Si, como no. A la niña Isatu Bangura no la olvidaré jamás. Fue admitida en nuestro centro de aislamiento en pésimas condiciones. Tenía 8 meses de edad. En el momento de la admisión presentaba deshidratación severa y una anemia marcada. Muchos vómitos, diarreas y fiebre muy alta. Estaba en colapso vascular por lo que necesitó varios intentos para canalizar la vena. Yo se la logré canalizar. Se colocó hidratación, se tipificó el grupo y factor sanguíneo y se transfundió. De todas formas pensábamos que no sobreviviría. Para nuestra sorpresa reaccionó positivamente a los medicamentos y en menos de 48 horas estaba recuperada. No tenía Ébola, era Malaria. Fue transferida al hospital y a los 3 días siguientes fue dada de alta. Hoy sus padres nos hacen llamadas de agradecimiento.

En el combate contra esa terrible enfermedad no estuvieron solos, pude ver que en tu cuenta de Facebook compartiste fotos con personal de la salud de varios países, ¿cómo valoras esa experiencia?

La relación con los profesionales de otros países ha sido excelente. Hemos tenido la oportunidad de laborar con personas de Etiopia, Kenia, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, entre otros. Todos han reconocido el trabajo nuestro y siempre nos tuvieron en cuenta a la hora de tomar decisiones. Los profesionales y el gobierno local muy agradecidos por el apoyo y lamentando mucho nuestra partida. A su decir somos buenos profesionales y que hacemos lo que muchos no son capaces, que a pesar de los riesgos compartíamos con sus pacientes y hacíamos procederes que muchos no eran capaces de hacer por temor al contagio como canalizar venas, extraer sangre y colocar transfusiones.

Durante este tiempo te convertiste en uno de los reporteros de la Brigada Médica Cubana en Sierra Leona, sobre todo en las redes sociales. ¿Esta inclinación por el periodismo llegó en África?

Sobre mi labor como cuasi periodista te cuento que desde mi misión en Haití, cuando la epidemia de Cólera, tuve mucho contacto con los medios cubanos e internacionales por el hecho de haber estado en el lugar y momento en que aparecieron los primeros casos. Luego, a mi regreso a Cuba comienzo a trabajar la Promoción de Salud que me hace vincularme con la prensa para mantener informado al pueblo.

Siento mucho placer que las personas lean mis escritos y los comenten. He recuperado por esta vía viejas amistades y he estado en contacto con muchos compañeros que cumplen misión en varios países. Que se conozca lo que hacemos es vital y mucho más cuando esas historias las cuentan sus propios actores. Si me dan la oportunidad de estudiar periodismo, sin abandonar mi profesión de médico, de seguro lo aceptaría.

Los holguineros y holguineras escuchamos tu voz muchas veces en Tele Cristal y sobre todo en “La Ventana”, el popular espacio de Radio Angulo, reportando sobre las actividades de ustedes. ¿Qué ha representado esa oportunidad y en particular el programa en medio de la distancia con respecto a Holguín?

Ha significado mucho pues me ha permitido dar a conocer a mi pueblo, que tan atento ha estado a mi desempeño, lo que estaba haciendo acá. Además, me permitió intercambiar en la distancia con familiares y amigos. Pude también hacer promoción de salud, mi trabajo, pues ante la situación epidemiológica allá di consejos al pueblo de cómo evitar enfermedades. Ahora creo que seguiré con una sección fija de salud en “La Ventana”, así que quiero hacer llegar mi agradecimiento sincero a todo el sistema informativo en Holguín, a la radio, la tv, en fin, a toda la prensa.

El regreso a Cuba está bien cercano, ¿has pensado en lo que vas a hacer?

Faltando pocos días para regresar a la patria se entremezclan los sentimientos. Se siente satisfacción por el deber cumplido, muchos deseos de estar con la familia y decirles: Estoy aquí. Cumplí y regreso sano como les prometí. Y una gran incertidumbre por estas personas que quedan sometidas no solo al riesgo del Ébola, sino a muchos riesgos que ya existían acá antes de la epidemia.

Al regresar transmitiremos mucho, sobre todo el actuar ante esta enfermedad y las medidas a tomar para que no entre a nuestro país y si ocurre, saber cómo evitar su propagación en una situación como la que se ha vivido acá en África occidental. Sin dudas regresamos siendo mejores profesionales y mejores personas.

Lo primero será compartir con mi familia y transmitir las experiencias vividas a amigos y compañeros de trabajo. En lo profesional, continuar haciendo promoción de salud desde mi cargo de jefe de departamento provincial en Holguín para tratar de lograr cambios de comportamiento en la población en favor de su salud. Quisiera además agradecer a todas las personas que de una forma u otra han brindado su apoyo a mi familia durante estos meses de gran tensión para ellos.

Jorge Luis, han sido 6 largos y complejos meses en una batalla de la que nadie sabía cómo saldrían, ¿qué han significado para ti?

La huella que deja en mi Sierra Leona no tiene comparación. El hecho de enfrentar una enfermedad tan letal poniendo en riesgo nuestra propia vida no es comparable con nada. Aprecio más la vida a partir de ahora y siento mayor necesidad de estar con los míos. No existen palabras para hablar de esto.

¿Te queda algo por decir?

No puedo terminar sin ofrecer el abrazo que durante todos los días de estos 6 meses he brindado a todos a través de las Redes Sociales.

A Jorge Luis Quiñones Aguilar, como a los otros colaboradores cubanos que han concluido exitosamente esta misión en Sierra Leona, le espera en Cuba el abrazo solidario de millones de compatriotas. Esta ha sido otra página de heroísmo escrita por héroes de batas blancas que siguen dispuestos a enfrentar cualquier riesgo si de ayudar a otras naciones se trata. El beneficio económico que pueda derivarse de gestos como este, nunca podría ser posible si no latiera en el pecho de cada uno de ellos un corazón solidario.