Reforma laboral impulsada por Ecuador reconocerá el trabajo humano en todas sus dimensiones

Sábado, 22/11/2014

Foto: archivo Andes
Quito, 22 nov (Andes).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se refirió este sábado en su informe sabatino -emitido desde la provincia de Pichincha- sobre las cinco áreas en las que se asienta la propuesta de reforma laboral que fue presentada en días pasados a la Asamblea Nacional para su posterior análisis.

En el primer eje, referido al refuerzo del derecho a la estabilidad, el mandatario ecuatoriano explicó que el contrato normal deberá ser firmado por tiempo indefinido. Además, se plantea la creación de una nueva figura legal: el despedido ineficaz o nulo.

“Ya no se puede botar (despedir) a una mujer embarazada, así se le pague más, ese despido es nulo”, apuntó el jefe de Estado y agregó que tampoco se podrá despedir, por su condición, a los dirigentes laborales.

Asimismo, se busca proteger a grupos vulnerables ante prácticas discriminatorias, entre ellos, adultos mayores y personas con diferente orientación sexual. “Si se los quiere despedir, se tendrá que pagar un año más de salarios adicional a la indemnización por despido intempestivo”, afirmó Correa.

Refiriéndose al segundo eje, el primer mandatario sostuvo que Ecuador ha sido “uno de los países más equitativos del mundo”. En ese sentido, indicó que “falta mucho por hacer y que hay que entender dónde están esas fuentes de inequidad”.

Explicó que no solo existe inequidad entre capital y trabajo sino también dentro de la clase trabajadora. Así, se pondrán “límites razonables” en la escala de salarios y reparto de utilidades. “La máxima autoridad puede ganar máximo 20 veces más que el mínimo salario”, informó sobre el primer caso.

En el caso de las utilidades, se pondrá el límite de 24 salarios básicos unificados (SBU) -que actualmente asciende a 340 dólares-, que significaría un máximo de 8.160 dólares por año y, con esta medida, se pretende recaudar alrededor de 120 millones que serán destinados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para financiar la seguridad social de las empleadas domésticas y de trabajadores autónomos.

Además, criticó que en la entrega de esos rubros existen prácticas para la evasión de impuestos. “Dueños de las empresas se ponen como trabajadores, reciben 15% de la participación laboral y así eluden impuestos, pagan menos impuestos que si tuvieran que pagar de todo el monto de utilidades el 22% del impuesto a la renta”, acotó.

Aunque las reformas empezarían a regir desde 2016, el presidente ecuatoriano aseveró que en diciembre de 2015 se dispondrá que los sectores de alta rentabilidad paguen mejores salarios a sus empleados, en lugar de pagarles bajos sueldos y altas utilidades.

Sobre el tercer eje, Correa enfatizó que la decimotercera remuneración -el promedio de sueldos y extras recibido en un año, que se paga en diciembre- y la decimocuarta -un salario básico unificado pagado en agosto que se creó para pagar útiles escolares- podrán ser voluntariamente pagadas cada mes.

Al respecto, explicó que su pago constituye un “caos” -a nivel macroeconómico- en la economía dolarizada del país, ya que significa “duplicar la masa monetaria para sueldos y salarios” a fin de año y aseguró que de mensualizarse ambas remuneraciones, los ecuatorianos podrán beneficiarse de los intereses que generen a través de las instituciones financieras como bancos y cooperativas.

“Debemos modernizar nuestro sistema salarial y laboral. Los décimos no tienen ningún sentido en una economía moderna y son rezagos de la época de explotación, de paternalismo y de clientelismo”, apuntó.

En el cuarto eje, el Estado ecuatoriano prevé regular la votación de los líderes sindicales, ya que hasta el momento los votos no son secretos ni universales.

Finalmente, en el quinto eje, se planea el reconocimiento del trabajo de las amas de casa, generalmente desconocido por no considerarse en relación de dependencia. “El trabajo del hogar se lo va a calcular en cerca del 15% del producto interno bruto”, aseguró el mandatario al respecto.

“Toda la producción petrolera alcanza alrededor del 12%, es decir, la participación de las amas de casa es mayor que la del petróleo y jamás se ha reconocido ese trabajo. Esa ama de casa tiene derecho a una jubilación digna, a no depender de su esposo y por eso hemos propuesto su aseguramiento (al IESS)”, sostuvo Correa.

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