La política Exterior de Obama afecta a los intereses nacionales de EEUU

PEDROELGRANDE · 03-09-2013 , 20:37:33

Евгений Сатановский Президент Института Ближнего Востока
Foto: RIA Novosti
Un ataque contra Siria es cuestión de reputación para Obama. Pero sin el respaldo de los aliados, sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU y hasta sin el consentimiento obligado del propio Congreso el presidente arriesga considerablement e los intereses nacionales de EEUU.
La primera tarea de Obama es convencer a los legisladores de la necesidad de, aunque sea, lanzar un ataque con misiles. Para tal fin está dispuesto a trabajar con cada congresista por separado. Para cada concreto congresistas se trata, obviamente, de un gran honor, y además es indispensable respaldar al presidente, presuntamente, por cuestiones de prestigio. Pero las prioridades internas dictan una línea de conducta totalmente opuesta.
Incluso los compañeros de Obama del Partido Demócrata se muestran escépticos. La Agencia Reuters informó de que los congresistas demócratas celebraron una conferencia telefónica durante setenta minutos, durante la cual muchos expresaron sus dudas con respecto a que la operación resulte verdaderamente breve y eficaz, tal como lo afirma Obama. Ellos temen que EEUU se vea arrastrado mucho más profundamente en el conflicto sirio.
Los correligionarios del presidente consideran que los planes de los ataques contra Siria presentan muchas omisiones. Y si bien Obama afirma que no contempla ninguna operación terrestre, la lógica del desarrollo empuja a EEUU en esa dirección. Entonces el fracaso de lo probable se vuelve ineludible tanto desde el punto de vista político (el número inadmisible de pérdidas entre los efectivos del ejército de EEUU) como económico.
Por eso Obama puede quedar mal parado en el Congreso. Algunos políticos le aconsejan actuar sin reparar en los legisladores, si el deseo de castigar a Asad es tan irresistible. Pero al presidente poco y nada le conviene asumir semejante responsabilidad personal. El orientalista de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Isáiev, dice:
- Contemplaría la decisión de Obama de atacar a Siria como el paso del “pato cojo”, tal como apodan al presidente que cumple su segundo y último mandato. Los aliados al parecer no se adhieren. Y además no estaría mal hacerse la siguiente pregunta: ¿a quién ayudamos?
Un ataque con misiles difícilmente cambie la distribución de fuerzas en Siria, simplemente porque, por lo general, la infantería (que EEUU no piensa emplear) es la que aporta la victoria definitiva. ¿Turquía se aprovechará del momento? Es buena la pregunta. Pero lo turcos también tendrán que atenerse a la circunstancia de que pueden verse enfrentados al ejército iraní, que está dispuesto a ayudar a la aliada Siria. Y esto ya es un asunto serio.
En relación a las consecuencias políticas para EEUU, ante la mirada de un buen número de países de nuevo aparecerá desempeñando el papel de gendarme, que se comporta como el elefante en una vidriería. Pienso que la imagen norteamericana quedará bastante deteriorada.
En el campo de los compañeros de lucha de EEUU también abundan las divergencias y vacilaciones. Al parecer los europeos son solidarios con los norteamericanos. Pero Londres alega el pacifismo de la población, mientras que Berlín evidencia moderación. A pesar de la retórica guerrerista, París también se muestra cauteloso. La jefatura política de la OTAN, en general, se negó a participar en este asunto, depositando el fardo de la responsabilidad a la decisión de cada miembro de la alianza por separado.
Y además se trata, obviamente, de la comprensión común de que el desmantelamiento del régimen de Asad impulsará la escalada del conflicto civil. En vez de pacificarse, el país se desintegrará en zonas controladas por alauitas, suníes, kurdos y drusos, o, como variante, pasará bajo control de Al Qaeda, lo que para EEUU es peor aún.
Según el The Wall Street Journal, la administración Obama supuestamente ha pedido al Pentágono tener en cuenta durante la planificación de los ataques que la finalidad de la operación no es destituir a Bashar Asad. Realmente es algo muy significativo. Sin embargo, en la política pública el actual inquilino de la Casa Blanca está limitado al papel de “árbitro del mundo”. Por eso a Obama “pese a la abundancia de opciones no le queda otra alternativa”. Incluso esta situación no variará la casi inevitable pérdida de la imagen. El presidente del Instituto ruso de Oriente Próximo, Evgueni Satanovski, apunta:
- El presidente Obama ya recibió el Premio Nobel de la Paz. De todos modos, otro más no le darán. Nadie espera de EEUU un cambio desde los tiempos de Yugoslavia, Iraq, Afganistán, Libia. Ahora la nueva operación militar en Oriente Próximo, que quién sabe por qué piensa llevarla a cabo EEUU a partir de los intereses de Arabia Saudí, Catar, Turquía. Difícilmente esto cambie de alguna manera la actitud en la región y en el mundo hacia EEUU.
La mayoría de los observadores coinciden en que la operación bélica contra el gobierno sirio es prácticamente inevitable. No obstante, el efecto educativo del ataque con misiles (y tanto más de una intervención) es muy bajo. Y el propósito de crear las condiciones que entorpezcan al máximo del acceso de Asad a sus propios arsenales, se traducirá en la práctica en la pérdida total del control sobre esos mismos arsenales. A quién le deleitará tanto esto como a los islamistas, que hace mucho ya que sueñan con obtener para la yihad mundial algo más serio que el AK-47.
Pero Asad tiene más posibilidades de hacerle una mala jugada a Occidente. El jefe de la diplomacia siria, Walid Al Muallem, prometió que la respuesta a la agresión será indefectible. El ministro no precisó qué tiene en cuenta. Pero los expertos suponen que Damasco puede emplear el arma química en caso de una agresión exterior. A principios de la guerra Asad prometió actuar de tal modo.
Además, algunos expertos admiten que Damasco puede atacar a Israel. Semejante paso cambia el propio contenido de la guerra, transformándola de civil-confesiona l en árabe-israelí. El quid de la cuestión reside bajo semejante desarrollo de los hechos de qué lado se podrán los islamistas, que hoy combaten contra Asad. También hay algunos expertos que consideran posible un ataque preventivo contra Turquía. Por lo demás, Evgueni Satanovski, poco cree en semejante variante de desarrollo de los hechos:
- Siria teme atacar a Turquía, si bien durante toda la guerra civil Turquía apoya a los insurgentes. Por lo que toca a Israel, hace mucho que se advierte que independientemen te de quien ataque a un árabe - un norteamericano, francés, inglés – el árabe responde atacando a los judíos. Es una fórmula clásica para Asad e incluso para Irán.
Si esto llega a suceder Israel responderá. Y Asad simplemente quedará aniquilado. Esto no es ningún problema. Israel se encuentra en estado de guerra con Siria desde 1948 y comprende perfectamente qué se puede esperar de Damasco.
Se impone un ataque contra Arabia Saudí y Catar, que, dicho sea de paso, organizaron todo este desmán en Siria. Pero esto precisamente no se puede esperar de Asad.
En palabras del líder sirio, Oriente Próximo es hoy un polvorín, al que el fuego ya se acercó de lleno. No solo se trata de quién responderá al ataque de Siria, sino qué espera a la región en caso de un ataque contra Siria. Nadie puede predecir el desarrollo de los hechos. Pero cuando este polvorín estalle perderemos el control de la situación. El extremismo y el terrorismo se propagarán. Surgirá el riesgo de una guerra en toda la región. Esto lo comprende no solo Asad, sino también Obama, estima el director del Centro de Estudios Orientales de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Andréi Volodin:
- Pienso que Obama está a la espera. El presidente no es partidario de un ataque contra Siria, pero se encuentra bajo una presión muy fuerte de los círculos neoconservadores, que consideran que EEUU debe mostrar al mundo su liderazgo. De ahí la retórica belicista.
Con respecto a las consecuencias se hace muy difícil predecirlas, porque en nada bueno terminaban las empresas de Occidentes en el marco de la región geopolítica mesoriental. Los hechos en Siria no pueden contemplarse al margen del contexto de los sucesos en Afganistán. Pienso que un ataque contra Siria ahondará la solución del problema afgano. Se perderá la confianza de importantes miembros de la comunidad internacional, dispuestos a entablar negociaciones con EEUU sobre el arreglo de la situación post-afgana. Aumentará la desconfianza en el mundo árabe, porque la Liga Árabe ya se pronunció contra el ataque.
En general, da la impresión de que Obama es el primer presidente de EEUU que percibió que las posibilidades del país no son infinitas.
Todo parece indicar que el presidente estadounidense comprende que objetivamente está jugando del lado de los terroristas de Al Qaeda. Solo le queda reconocer que la política exterior de la Casa Blanca apunta a socavar los intereses nacionales de los propios EEUU. Al parecer, este paso será el más difícil.
mj/sk

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