El pueblo que se niega a la explotación minera

Este domingo, en un hecho sin precedentes en el país, un pueblo tolimense decidió no permitir el ingreso de una multinacional minera por medio de una consulta popular.

Se trata de Piedras, un municipio donde hay 5.105 personas habilitadas para votar. La oposición a la
llegada de la compañía canadiense Anglogold Ashanti comenzó desde principios del 2013, cuando diferentes pobladores se manifestaron en contra de la ubicación de un centro para el procesamiento de oro que estaría en el corregimiento de Doima.

La mayor preocupación era que al utilizar los millones de metros cúbicos que se necesitan de agua para el tratamiento del oro ocasionaran un desabastecimiento del recurso natural para la agricultura.

Por esa razón, la alcaldía de Piedras decidió desde hace varios meses pedir una consulta popular, ante el Tribunal Administrativo del Tolima, para preguntarle a las personas si estaban o no de acuerdo con la operación de la compañía internacional en sus tierras.

Este domingo se llevó a cabo la votación y ganó el “no” con un total de 2.971 ciudadanos, mientras que el “sí” obtuvo solo 24 votos, para un total de 3.007 votantes.

Esta decisión es de obligatorio cumplimiento, según la Ley 134 de 1994, puesto que participaron más de la tercera parte de los electores y ganaron con más del 50 por ciento de los votos.

La pregunta con la que lograron oponerse al proyecto minero era: “Está de acuerdo, como habitante del municipio de Piedras, Tolima, que se realicen en nuestra jurisdicción actividades de exploración, explotación, tratamiento, transformación, transporte, lavado de materiales, provenientes de las actividades de explotación minera aurífera a gran escala, almacenamiento y el empleo de materiales nocivos para la salud y el medio ambiente, de manera específica el cianuro y/o cualquier otra sustancia o material peligroso asociado a dichas actividades y se utilicen las aguas superficiales y subterráneas de nuestro municipio en dichos desarrollos o en cualquier otro de naturaleza similar que pueda afectar y/o limitar el abastecimiento de agua potable para el consumo humano, la vocación productiva tradicional y agrícola de nuestro municipio.”

En esta consulta popular participaron 55 jurados que atendieron las 8 mesas de votación que instaló la Registraduría Nacional del Estado Civil.

Además, se utilizó la verificación biométrica que permite cotejar las huellas dactilares con la información de la Registraduría y evitar el fraude electoral.

Es así como Piedras se convierte en el primer lugar del país en hacer una consulta popular sobre un asunto como este.
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Aquí creo que el país puede dar un vuelco total en cuanto a seguridad jurídica a la inversión, no solo por cuenta de multinacionales sino de grandes empresas colombianas.

Si bien es cierto que estoy en contra de el otorgamiento de licencias mineras en áreas protegidas, o en áreas donde se deba proteger el agro en todas sus formas. También considero que la explotación minera bajo ciertas regulaciones y fuera de estas áreas y con participación de los mineros artesanales dentro de un contexto de responsabilidad social es viable.

Esto pasa cuando el gobierno no escucha a los directamente afectados y no ofrece alternativas sociales, económicas y legales, cuando no se concerta con la población directamente afectada. Esta maniobra "democrática" puede ser usada en favor o en contra. Imaginemos que una Bacrim, Gremio Organizado, Industrial ETC. (que ya ha habido casos ) fuerza a la población a aponerse a un proyecto de explotación (minera, agrario, etc) a través del voto, para ellos beneficiarse directa (explotando) o indirectamente (evitando competencia).

Definitivamente si no se plantean soluciones definitivas a como se debe explotar el campo en Colombia, vamos a tener bastantes problemas territoriales y económicos. Lo del Catatumbo es solo la punta de Iceberg.