Proponen que congresista de EEUU sea garante en entrega de rehenes de FARC

La senadora colombiana Piedad Córdoba, designada por la guerrilla de las FARC para recibir a seis rehenes, propuso al congresista estadounidense Jim McGovern como garante de la liberación anunciada hace un mes.
"Puede ser McGovern, el congresista norteamericano que estuvo muy cerca del proceso anterior, que quiere seguir trabajando y estoy completamente segura que al gobierno le puede gustar y de pronto a las FARC también", dijo Córdoba al teleinformativo Noticias Uno.
La legisladora se refería a la liberación unilateral, entre enero y febrero de 2008, de otros seis secuestrados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) que fueron entregados al gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez.
McGovern, representante a la Cámara demócrata, dijo hace un año en Bogotá que estaba dispuesto a reunirse con la dirigencia de las FARC para dialogar sobre los rehenes, entre quienes se hallaban entonces tres compatriotas suyos rescatados en julio junto con otros 14 cautivos.
Córdoba se reunió el domingo con un grupo de personalidades colombianas que mantiene comunicación escrita con las FARC en busca de un acuerdo para la liberación de 28 rehenes y eventuales negociaciones de paz.
"Creo que el gobierno estaría de acuerdo (con McGovern). No pienso que las FARC vayan a torpedear esto", dijo el lunes a la AFP Carlos Lozano, director del semanario comunista Voz y uno de los miembros del comité civil.
En un comunicado publicado el 21 de diciembre, las FARC anunciaron la liberación de los políticos Alan Jara y Sigifredo López, y la de tres militares y un policía que conforman el grupo de 28 cautivos que plantean canjear por 500 de sus militantes presos, tres de ellos en Estados Unidos.
En una carta dirigida a Córdoba, difundida el 8 de enero, los rebeldes exigieron la presencia de un garante internacional en la comitiva que recibiría a los plagiados, advirtiendo que la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) -que gestiona la logística del operativo- es insuficiente.
Tras la exigencia guerrillera, el presidente Alvaro Uribe anunció que estaba dispuesto a autorizar a la Iglesia católica colombiana, al Vaticano o una personalidad designada por el papa Benedicto XVI para verificar el proceso, pero Córdoba previó que la guerrilla rechazará la presencia de esa confesión.