En libertad pilotos que estaban retenidos por las FARC

Quienes piensan en los alzados en armas como meros delincuentes no aceptan la raíz del conflicto económico, político y mucho menos aceptan la palabra guerra porque amenaza sus concepciones de supremacía política en el orden social.

En nuestro país hay una guerra civil secular...llamarla de ortra forma veda la verdad de la confrontación de las masas con las reducidas élites (¿ Leiste el post en Colombia hay 900 ultraricos?). Los conceptos se leen según la posición que tenga uno en la vida, de parte de qué se está, de quién , qué valores defiendes...tergiversar es una cosa, informar otra, y otra más profunda es comunicar.
Saludos.

Pedro, ud. realmente tiene claro el concepto de lo que es un PRISIONERO DE GUERRA y en que casos aplica según las leyes???

Sabe ud. que es la figura jurídica de un "retenido"???

Sabe ud. que es un "secuestrado"???

Respeto la opinión que expone en su comentario, pero en Colombia no hay una guerra civil. Aquí no hay "minorías" luchando contra "élites sociales, económicas o políticas", y si alguna vez en la historia existieron, ellas mismas se acabaron, o mejor, se transformaron en otra cosa hace muchos años, seducidos por el poder económico del narcotráfico.

Aquí en Colombia las "minorías" luchan es por conseguirse su sustento diario trabajando arduamente. A esas "minorías" que según ud. luchan contra "las élites" en una guerra civil en Colombia, no les importa en lo más mínimo la gente que aguanta hambre o que sobrevive con menos de medio salario mínimo al mes. A ellos lo único que les importa es no perder el lucrativo negocio del narcotráfico, el contrabando de armas y por que no decirlo, el negocio del secuestro.

Que en Colombia hay una guerra, si, hay que reconocer que la hay, pero es una guerra contra grupos terroristas y criminales. No una "guerra civil" como ud. piensa.

POR CIERTO, NOS DESVIAMOS DEL TOPIC.

No no hay ningún desvío.Todo está perfectamente relacionado. No se mencionó el tema de alguna minoría. Se hace referencia a una guerra de las masas contra las élites si lo vemos desde el lado defensivo. Y de una guerra permanente de unas élites históricas contra las masas. Los que luchan como dices por el sustento diario no son minorías. Todo lo contrario, son las hordas vapuleadas por el capitalismo salvaje, en el campo y la ciudad, reencauchado en eso que llamamos neoliberalismo.

La guerra no es sólo de carácter militar. Hasta allá se llega cuando las élites ven amenazado su estatus. El salario mínimo, el IVA, la reforma a la justicia son munición, tal ves más poderosa contra las masas.

El uso del lenguaje, forma parte de la confrontación. El querer imponer una visión del mundo en la que hay
indígenas violentos y soldados sacrificados hace parte del juego sucio para prevalecer perversamente sobre lo que llaman "opinión pública", que no es sino la perversión de la realidad por parte de quienes ejercen la opresión hasta el delirio.

Si interpretamos lo que es un secuestro, terminamos en evidencia: Colombia es un país secuestrado por el capital extranjero; los colombianos estamos secuestrados y nos torturan todos los días nuestros gobernantes con sus normas antisociales y la aplicación perversa de estas en todas las áreas de la actividad económica y social.

Acá hay guerra civil encubierta y permanente. Lo del narcotráfico son arandelas no más.

Manual del comunista. Capítulo 6. Pagina 86

El recurso es facilista. Esquiva la verdad. Tildar a otros de comunistas cuando no encajan en tu paradigma, para ver si dejan de pensar. Parece que eres seguidor de Joseph Raymond McCarthy; ya nadas viendo comunistas en todos lados lo que cada vez te alejará más y más de la realidad quedando tu visión reducida a un totalitarismo inocuo.



Joseph Raymond McCarthy.


El macarthismo (mccarthismo, maccarthismo o macartismo) es un término que se utiliza en referencia a acusaciones (generalmente oportunistas) de deslealtad, subversión o traición a la patria sin el debido respeto por las pruebas o evidencias. Se origina en un episodio de la historia de Estados Unidos que se desarrolló entre 1950 y 1956 durante el cual el senador Joseph McCarthy desencadenó un extendido proceso de delaciones, acusaciones infundadas, denuncias, interrogatorios, procesos irregulares y listas negras contra personas sospechosas de ser comunistas. Los sectores que se opusieron a los métodos irregulares e indiscriminados de McCarthy denunciaron el proceso como una "caza de brujas" y llevó al destacado dramaturgo Arthur Miller a escribir su famosa obra Las brujas de Salem (1953).

Por extensión, el término se aplica a veces de forma genérica para aquellas situaciones donde se acusa a un gobierno de perseguir a los oponentes políticos o no respetar los derechos civiles en nombre de la seguridad nacional.