La Fiscal

Cita:

La Fiscal En las manchas de este régimen parecería que no están puestos los ojos de la doctora Camargo. María Isabel Rueda Su entorno familiar me ha parecido confiable. (No es un medinómetro, pero de algo sirve). Por ello el mal presentimiento alrededor de la independencia de la fiscal Luz Adriana Camargo, a raíz de una mezcla entre sus últimas actuaciones y ninguna, como hasta ahora ha sido su desempeño, sea apenas eso: un mal presentimiento. Que su presencia en esa terna no fue para, en caso de resultar elegida, convertirse en una fábrica de favores del régimen. Y ojalá, también, que la “noticia criminal” contra periodistas que simplemente cumplen con su deber de informar sea desestimada con la prontitud con que aceptó esta demanda y salga velozmente de la lista de prioridades de una entidad que de verdad las tiene sobre casos muy graves, y que ya comienzan a permear el teflón de Gustavo Petro. Prioridades que se evidencian en esta cadena: 4 de septiembre, alocución presidencial inesperada, denunciando el ‘software’ Pegasus; 24 de septiembre, demanda contra Vicky; ese mismo día abren en la Fiscalía noticia criminal… 19 de octubre, ‘Semana’ había sacado portada de la saga Nicolás Petro y 4 días después le asignan fiscal al caso; 30 de octubre, le dieron orden de priorización al caso y cambiaron al fiscal. Pero por más vueltas que se le da a la noticia, queda uno más preocupado. El asunto gira alrededor de los que pasarán a la historia como los “petrovideos”. A través de ellos conocimos lo dúctiles que fueron los límites éticos de su campaña y, de escándalo en escándalo, ahora el entorno de su mandato. Gustavo Petro Urrego tiene una debilidad por vincular a su gobierno a amigos personales o adoradores políticos, corruptos y acosadores sexuales. Desde luego, y por fortuna, hay gente a su lado que no cabe en ninguna de las tres categorías y vivimos esperando que brillen más cada día, porque el gobierno para el que trabajan lo necesita con urgencia. Pero en las manchas de este régimen parecería que no están puestos los ojos de la doctora Camargo. Por el contrario, indican dirigirse hacia los que se dedican a investigarlas y a sacarlas a relucir. Y con ello está poniendo en riesgo las garantías democráticas del país, cuando lo que debió hacer fue declarar evidentemente infundada la denuncia contra la periodista, interpuesta por un Orlando José Serpa Teherán, por absurda, inconducente, infundada y porque los tipos penales de los que se le acusan no se adaptan a ninguna conducta de un periodista cuyo deber primordial es criticar, cuestionar y censurar. "Gustavo Petro Urrego tiene una debilidad por vincular a su gobierno a amigos personales o adoradores políticos, corruptos y acosadores sexuales" Concretamente, son cuatro las conductas delictivas por las que acusan a Vicky Dávila, a cuál más absurda. 1) Concierto para delinquir: según el artículo 340 del Código Penal, es cuando varias personas se conciertan con el fin de cometer delitos. ¿Está sugiriendo el demandante que un equipo periodístico investigador a la caza de una noticia es una asociación para delinquir? 2) Interceptación ilícita: según el art. 196 del CP, lo comete quien divulgue o emplee contenido de un documento que deba permanecer en reserva. ¿No habría sido más bien realmente delictivo que el equipo de ‘Semana’ mantuviera oculta la sugerencia de uno de los miembros del círculo cercano de Petro, hoy en la diplomacia, de que para ganar esa campaña había que “correr las líneas éticas”? 3) Traición a la patria: según el art. 455 del CP, lo comete quien realice actos que menoscaben la integridad territorial de Colombia sometiéndola al dominio extranjero, afectar su soberanía o fraccionar la unidad nacional. ¿Es Vicky Dávila la culpable de que hubiéramos perdido a Panamá? 4) Espionaje: según el art. 463 del CP, lo comete quien indebidamente obtenga, emplee o revele secreto político, económico o militar relacionado con la seguridad del Estado. Bueno, la que nos faltaba: que información inquisitiva y reportería sean equivalentes a espionaje. Nuevo título de una próxima novela, hasta infantil: ‘Vicky, la espía...’. En el contexto no debemos olvidar que la ultrapetrista Cielo Rusinque –Súper de Industria y Comercio– ordenó una visita a los canales de televisión abierta del país, encabezados por Caracol y RCN, dizque para recaudar información relacionada con el mercado de pauta publicitaria. “Tenemos indicios sobre irregularidades en ese mercado”, aseguró. Y justificó así su proceder: “Recaudar material probatorio, como corresponde, para determinar si hay eventuales conductas que constituyan violaciones al régimen legal de competencia”. ¿A qué horas se allanan medios de este país y se chequean computadores del personal en busca de información comercial? Qué buen terreno para un abogado penalista. Qué peligro para el periodismo colombiano y la libertad de pensamiento y expresión de este país. Y qué oportunidad para que los colegas de Vicky ejerzan la solidaridad por la protección de un derecho democrático y superior. Yo me solidarizo.

Fuente: El Tiempo