Paz total de Petro: "Caos total", según The Economist

Uno de los medios más importantes del mundo, The Economist", califica la "Paz total" de Petro de "Caos total", un sancocho que no tiene una ruta definida, unas reglas claras, una meta realizable.

Pensar con el deseo no es aconsejable para cualquier persona, pero para un gobernante es un desastre. El propósito de Petro de pacificar Colombia a punta de buenas intenciones provoca la burla de los grupos armados que se aprovechan de la pantalla para exigir como si ellos fueran los vencedores.

Como dice el viejo dicho: "El que mucho abarca poco aprieta".

Cita:

Las Américas | Caos total Un ambicioso plan de "paz total" en Colombia se tambalea La política central de Gustavo Petro parece más inestable que nunca Soldados colombianos custodian una carretera durante un paro minero en el municipio de Taraza, departamento del Cauca, Colombia, el 21 de marzo de 2023. El presidente colombiano Gustavo Petro ordenó, el 19 de marzo de 2023, la reanudación de las acciones ofensivas contra el Clan del Golfo, la banda de narcotraficantes más grande de Colombia, por ataques contra civiles y fuerzas de seguridad, lo que lo llevó a suspender el cese al fuego. El gobierno dijo que el grupo había estado apoyando ataques de mineros ilegales de oro desde el 2 de marzo en el departamento de Antioquia, al noroeste del país. Los trabajadores de las minas ilegales han estado protestando por la destrucción por parte del gobierno de la maquinaria pesada que utilizan para dragar el suelo para encontrar oro. (Foto de Raúl ARBOLEDA / AFP) (Foto de RAUL ARBOLEDA/AFP vía Getty Images) 13 de abril de 2023 | BOGOTÁ Cuando Gustavo Petro llegó al poder como el primer presidente declaradamente izquierdista de Colombia el año pasado, hizo del logro de la "paz total" en el país su principal prioridad. Menos de un año después, su búsqueda de la paz parece más inestable que nunca. Los planes de Petro siempre parecieron ambiciosos. Colombia ha estado plagada de conflictos internos durante más de medio siglo. Los presidentes han luchado con el problema de diversas maneras: Iván Duque, su predecesor conservador, alentó a las fuerzas armadas a atacar a los jefes, o "capos", de las pandillas. Anteriormente, Juan Manuel Santos, presidente de 2010 a 2018, pasó cuatro años negociando un acuerdo de paz con el grupo guerrillero más grande y antiguo del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como FARC. En 2016, la mayoría de las FARC acordaron deponer las armas a cambio de penas reducidas, escaños en el Congreso y numerosas garantías sociales. En diciembre, Petro, que de joven era miembro del M-19, un grupo guerrillero nacionalista, anunció una tregua de seis meses con los cinco grupos armados más grandes del país, incluido el Ejército de Liberación Nacional (conocido como ELN), un grupo guerrillero izquierdista, y el Clan del Golfo, la banda de narcotraficantes más grande. El 15 de marzo, el presidente presentó una nueva ley en el Congreso, que junto con su ley de "paz total" establece el marco legal para que el gobierno negocie con los grupos armados criminales y les otorgue penas reducidas si cooperan. Sin embargo, tanto el ELN como el Clan del Golfo ya no forman parte del cese al fuego. El ELN afirma que nunca se inscribió en primer lugar, mientras que Petro terminó la tregua con el Clan del Golfo el 19 de marzo después de que se descubrió que la pandilla estaba involucrada en una huelga minera. El presidente también enfrenta una lucha para obtener la aprobación de su nueva ley, que podría ser votada en las próximas semanas. Francisco Barbosa, el fiscal general, critica la ley, que según él perdonará a los criminales. Al Sr. Barbosa también le preocupa que la ley erosione la independencia de la oficina del fiscal. Junto a esto, los ataques violentos han aumentado en las últimas semanas. El 2 de marzo, los mineros se declararon en huelga en el Bajo Cauca, después de que Petro intensificara una operación militar para reprimir la minería ilegal de oro. La inteligencia colombiana descubrió que miembros del Clan del Golfo se infiltraron en las huelgas, obligando a cerrar tiendas, bloqueando carreteras y dejando a miles de personas sin acceso a productos básicos. Fue solo después de que el grupo quemó seis vehículos que Petro finalmente terminó el alto el fuego. Del mismo modo, el 29 de marzo, el ELN atacó una base del ejército en el Catatumbo, una zona en la frontera con Venezuela donde se cultiva la coca, la base vegetal cruda de la cocaína. Nueve soldados murieron. Menos de un mes antes, un agricultor y un policía fueron asesinados durante huelgas campesinas en Caquetá, en la región amazónica en el sur. Más de 70 policías fueron tomados como rehenes durante un día. "Esos eventos son contratiempos menores ... es parte de negociar en medio del conflicto", dice Frank Pearl, el principal negociador del eln bajo Santos. Otros son menos optimistas. El hijo y el hermano de Petro están acusados de recibir sobornos de bandas de narcotraficantes para lograr concesiones en el proceso de alto el fuego (ambos niegan haber actuado mal). Mientras tanto, el gabinete de Petro se volvió contra él en febrero por una reforma de salud. "Paz total" se parece más a un eslogan que a un objetivo alcanzable. ■ Este artículo apareció en la sección Las Américas de la edición impresa bajo el título "Caos total"

Fuente: The Economist