En lo personal, de acuerdo con la última tendencia me atrevería a dar como ganador a Rodolfo por unos doscientos mil votos. Pero en esta última semana cualquier cosa puede pasar. Como antes no sucedía, va a decidir el voto del miedo. no hacia uno, sino hacia ambos.

Se teme al desmadre que armaría Rodolfo que no sabe un carajo de nada, que el programa que presenta se lo inventó sin mayores estudios, que le importa un carajo la ley, que quiere manejar el país a punta de madrazos, pelea con todo mundo y encima, arrastra procesos judiciales por corrupción.

Se teme la soberbia de Petro, sus ansias de refundar Colombia a cualquier costo. Asusta su mesianismo, su intolerancia, su chamboneo. Pésimo administrador, no se escucha sino a él mismo. Si no le aprueban en el congreso sus proyectos, incendiará el país.

Cualquiera de los dos se puede tirar Colombia. Se votará por el que menos daño le haga. Va a ser un horror el próximo período presidencial.

Y lo peor del cuento es que si Gana Rodolfo no se pueda posesionar por cuenta del proceso judicial en el que el 21 de julio comienza la etapa del juicio (está citado a audiencia preparatoria por el pliego de cargos que presentó la fiscalía), aunque hay controversia jurídica porque los legisladores no se imaginaron un escenario como éste.

Así las cosas, podría suceder que se posesionaría como presidente encargada su vicepresidenta y Rodolfo duraría años peleando con la justicia, como lo hizo cuando fue elegido concejal y luego alcalde de Bucaramanga. Al final acabó renunciando.