Radican 650.000 firmas para revocar al alcalde Enrique Peñalosa

Cada quien habla de como le va en la procesión. En lo que a mi se refiere y a mi entorno, Bogotá tiene la mejor calidad de vida del país. Su oferta cultural, por ejemplo, es estupenda. Si mira uno el resto del país, no hay nada que hacer. Para infortunio de las regiones, no es mucho lo que ofrecen, salvo Medellín, Cali o Barranquilla y en un rango menor.

¿De Transmilenio se habla mal, pero qué sería de Bogotá sin este transporte masivo? En horas pico es intolerable por el exceso de pasajeros, es cierto, pero si uno quiere desplazarse a algún lado en forma rápida es la mejor opción. Necesita mejorarse, hacerse más troncales y con el Metro, el cable aéreo y el SITP, mejorará la movilidad.

En salud, no hago sino agradecer a mi EPS (Famisanar) en estos momentos en que necesito ayuda médica. La atención por especialistas ha sido rápida, y los exámenes practicados han sido hechos con tecnología de punta y por profesionales muy competentes.

En educación tiene una excelente oferta de universidades, de hecho tiene las mejores del país, con algunas excepciones como la estupenda Universidad de Antioquia o la sorprendente Universidad del Norte, entre otras, que sacan la cara por las regiones.

Laboralmente, en Bogotá se encuentran las mejores oportunidades. Y si hablamos del PIB, Bogotá aporta algo más de la cuarta parte del país. Es, en otras palabras, el motor que jalona la economía nacional.

Es cierto, tuvimos tres gobiernos de izquierda que frenaron lo que hubiera podido ser un mejor desarrollo, el uno por su folclorismo aunque se le reconoce el énfasis en lo social, el otro, por corrupto, y el último, lleno de buenas intenciones, pero inepto y soberbio.

Con Peñalosa se trata de retomar el buen camino y hay proyectos interesantes y otros no tanto como la urbanización en un área de influencia de la reserva ambiental Van der Hammen, pero está muy por delante de sus antecesores y las maniobras para revocarlo provienen de las filas petristas, que quieren volverse a tomar Bogotá.

En resumen, en Bogotá vale la pena vivir pese a sus problemas. Una metrópoli para disfrutar.