HRW “El acuerdo de víctimas es una piñata de impunidad”

Tres cosas para anotar:

Una, que los juristas encargados de la elaboración del acuerdo que luego será desarrollado legislativamente en el congreso y jusrisprudencialmente no sólo en la Corte Constitucional sino también en la Jurisdicción Especial parta la paz, fueron cuidadosos en ajustarlo a la jurisdicción internacional, incluyendo el Estatuto de Roma, con el fin de blindarlo hacia el futuro.

La segunda es que son grandes los sapos que nos hemos de tragar los colombianos en procura de la paz entre la subversión y el Estado colombiano, entre ellos que no sólo los guerrilleros van a sufrir penas mucho menores de las contempladas en el derecho penal ya que es el Derecho Internacional Humanitario el que rige el el acuerdo, sino que, además, de tal acuerdo se van a beneficiar los militares y policías que igual cometieron horrendos crímenes en este degradado conflicto armado, sin contar con que los civiles (políticos, hacendados, miembros de ejércitos privados, empresarios, etc.) también tendrán este trato benigno. Pero es la única manera de cerrar este capítulo nefasto de nuestra historia.

Por último es claro señalar que serán organismos internacionales los que escogerán los miembros de la nueva jurisdicción y como se ha repetido hasta la saciedad, NO es cierto que las Farc vayan a intervenir en tal designación como ladinamente lo han dicho contradictores del proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana.

En lo que a mi respecta, mi optimismo era moderado ya que me era difícil creer que la guerrilla aceptara su condición de victimario y someterse a la justicia colombiana, dispuesta a ser procesada y condenada por tribunales del Estado al que estaba combatiendo, que aceptaran reparar a las víctimas, que les pidieran perdón públicamente como lo hicieron en Bojayá, que estuvieran de acuerdo en desarmarse y someterse al escrutinio de las urnas electorales, y, para completar, abandonaran su modelo de estado marxista y negociaran uno de corte liberal.

Los juristas que construyeron este modelo novedoso de justicia transicional, incluyendo el abogado español Santiago que estaba a su servicio, debieron hacer grandes esfuerzos para convencerlos de que era la única manera de blindar el acuerdo ante la justicia internacional. Año y medio duró este tira y afloje hasta que las Farc decidieron agachar la cabeza si no querían que las conversaciones se rompieran

Es cierto, como pasa en todo proceso de paz, que las partes hagan concesiones y el Gobierno hizo las suyas, pero por mirar las cosas desde un solo lado se olvidan todas las que hizo la guerrilla, y lo que es más importante, gracias al proceso saldrán a relucir muchas verdades y también serán beneficiadas las fuerzas armadas, hasta el punto que se excluyen sus comandantes y las líneas de mando y sólo se castiga a los autores materiales, sapo difícil de tragar ya que, por ejemplo, en la retoma del Palacio de Justicia, los soldados y rangos bajos no actuaron por sí mismos, sino que obedecían órdenes superiores que querían tierra arrasada sin importar los rehenes, pero en aras de la paz, debemos cerrar los ojos y aceptar solo castigos parciales y benignos para TODOS los actores del conflicto.