TV en 3D: mucho más fácil con videojuegos.
El estreno de la película Avatar de James Cameron, ha venido acompañado del correspondiente videojuego, en este caso de la mano de Ubisoft. Los afortunados que han tenido la ocasión de asistir a cualquiera de las demostraciones que se han llevado a cabo en centros comerciales, han quedado sorprendidos de la nueva emoción que le aporta al juego el efecto tridimensional. Veamos, la mayoría de los videojuegos ya están en tres dimensiones.
Toda la matemática que hay detrás de las imágenes que vemos se suele desarrollar en un mapa en tres dimensiones.
Por eso es mucho más fácil convertir a imagen estereoscópica los videojuegos que las películas de dibujos animados, y estas en las películas con personajes reales.
Todas las productoras se van a lanzar al cuello de la nueva tecnología. Sony ya ha anunciado que a lo largo del presente año va a preparar las actualizaciones necesarias para que su última consola, la PS3, sea compatible tanto con las películas en 3D cómo con los videojuegos. Por supuesto, prepara un lanzamiento de lujo para que la gente se enrole en la nueva tecnología.
Se trata de “Gran Turismo 5″que probablemente llegará con los calores del verano. No es mal movimiento. La videoconsola puede ayudar a popularizar la tecnología 3D, como en su día ayudó a incrementar las ventas de Blu-ray. La mayoría de los desarrolladores guardan celosamente sus cartas hasta la feria del videojuego Summit en Abril, en Los Angeles.
La realidad es que ya hay bastantes videojuegos compatibles con la visión estereoscópica. La virtud de Avatar, el juego es que se está diseñado para su visionado en tres dimensiones por defecto, mientras que las dos dimensiones de la pantalla son una opción activable. Pero NVidia lleva ya mucho tiempo trabajando sobre el tema de la tridimensionalidad, y tiene una de las propuestas más sólidas del mercado.
El sistema NVidia 3D Vision permite la práctica de un buen número de juegos de la última jornada, con visión estereoscópica, en el ordenador de sobremesa.
Claro que hay que cumplir una serie de condiciones. La primera, es disponer de una tarjeta NVidia GeForce de última generación, las únicas compatibles con el 3D. Además, hace falta un televisor o un monitor de ordenador compatible 3D, para lo que tiene que trabajar a 120 Hz. El kit de Nvidia consiste en unas gafas, el correspondiente emisor inalámbrico, y controladores gráficos que muestran alternativamente las imágenes de un ojo y de otro. Jugar en 3D sale caro. Son 120 euros de las gafas, más unos 300 del monitor compatible. La tarjeta viene en muchos de los ordenadores a la venta en estos momentos.
La recompensa es que será posible jugar en tres de más de 350 de los últimos juegos del mercado como Resident Evil 5, Assassin’s Creed, Call of Duty, World at War o World of Warcraft.
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