Con un Jackson gris ganó el Atlético por la mínima diferencia

Para rescatar, la confianza de Simeone en Jackson. Inicilaista, trató de imponerse en el área pero no le llegaba el balón ni tampoco es un jugador que baje a buscarlo. Hay que esperar que el medio campo colchonero se afine y que el colombiano termine por adaptarse a sus compañeros. Por ahora, un debut gris, pero esto apenas empieza.

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PRIMERA JORNADA DE LIGA | ATLÉTICO 1 -LAS PALMAS 0 » Griezmann da una sufrida victoria al Atlético ante Las Palmas Un gol del francés, en un lanzamiento de falta, deja los tres puntos en el Calderón ante un digno conjunto canario Gran partido de Oblak LADISLAO J. MOÑINO 22 AGO 2015 - 22:40 CEST Griezmann celebra el gol de la victoria. / SERGIO PEREZ (REUTERS) Mientras este nuevo Atlético termina de engranarse, Griezmann. Mientras logra una circulación de pelota más fluida, Griezmann. El francés se erigió el curso pasado como el valor más seguro en ataque de Simeone y ha iniciado la temporada en el mismo tono. El ruido de los fichajes le ha mantenido en un segundo plano, pero cuando ha llegado la hora de la verdad, ahí estuvo el menudo francés para abrir el partido y darle la primera victoria a los rojiblancos. Tuvo fortuna Griezmann en el golpeo del libre directo que ejecutó —la pelota se envenenó tras tocar en la barrera—, pero fue el premio al futbolista local más punzante en los primeros 45 minutos. Y cuando hizo falta Oblak, para sacar un balón muy complicado abajo a Aythami en un barullo en el área pequeña. Griezmann y Oblak, los mismos elementos sobre los que Simeone cimentó el tercer puesto de la campaña pasada, volvieron a sostener al Atlético. Hubo más expectación que juego. Ilusionaban al personal rojiblanco la presencia en el once de Jackson Martínez y Óliver Torres, los dos futbolistas señalados para tratar de cambiar el aire monococorde que desprendió el equipo el Atlético anterior. Hay un síntoma preocupante en el delantero colombiano. En lo poco que se le ha podido ver ha recibido más de espaldas a la portería que de frente. Solo tuvo una posibilidad de remate en la que se anticipó a duras penas a un centro de Filipe Luis. No tuvo situaciones en las que pudiera mirar a la portería. Fue bien sujetado por los tres centrales que presentó Herrera por sorpresa. El problema fue común. Ni él se buscó espacios, ni el equipo dio con circuitos que favorecieran su potencia o su remate. Ni siquiera Óliver, que tiene interiorizados sus movimientos de su paso común por el Oporto, le encontró. Al chico se le pasaron las culebras del estómago al pie en sus primeras intervenciones. Dejó detalles, esos giros sobre sí mismos y algún pase, pero no tuvo el peso en el juego que tuvo en los partidos de pretemporada. A veces, choca con Koke cuando se mete demasiado hacia adentro. Cuando se fue a la izquierda, dio sus mejores minutos. Poco más de una hora duraron Óliver y Jackson en el campo. Metió Simeone a Torres y Correa buscando un ataque más pasado de revoluciones y más vertical. Coincidió su entrada con un mayor atrevimiento de Las Palmas, que hasta el momento se había limitado a jugar para no encajar un resultado que le tocara la moral. Decepcionó Araujo, el goleador que le devolvió a Primera. Jonathan Viera tuvo fogonazos. Fueron los hermanos Castellano, Dani y Javi, los más atrevidos y más sueltos. Una falta lateral en la que defensa del Atlético se comió la jugada de estrategia diseñada por Herrera, acabó en el larguero. Picó la defensa rojiblanca en el arrastre al primer palo y en el segundo apareció David Simón para astillar el travesaño de Oblak. La mejora de Gabi Respondió el Atlético con revoloteos de Correa y Filipe Luis, pero ya no logró hacerse con el control del juego. En esa fase final y en algunas en las que perdía el balón muy rápido por imprecisiones, lo sostuvo Gabi. Parece que el capitán ha recuperado ese tono de apagafuegos que tan importante fue en la consecución del título liguero hace dos temporadas. La pasada, por su presunta implicación en los amaños, fue muy gris. Al menos durante el verano se le ha visto con la fuerza suficiente como para que Simeone no tenga que alinear a Koke como mediocentro por el momento. También Koke tiene una cuenta pendiente con la temporada anterior. En esta tiene que aprender a convivir con Óliver cuando les toque jugar juntos. Por lo demás, conserva el toque a balón parado. Una rosca suya en un libre directo sobre el final se fue a la escuadra. Otro parámetro más del Atlético de Simeone.

Fuente: El País de España