Dictadores y fútbol: cuando la pelota sí se mancha

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Dictadores y fútbol: cuando la pelota sí se mancha 12:25 PM - 19 de Agosto de 2015 Rousseau decía que "el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe", y lo mismo puede decirse del balompié; el deporte más bello que a veces ha sido utilizado con los más viles fines... Benito Mussolini (Italia) fue el primero en entender los usos del fútbol: quiso organizar el primer Mundial y boicoteó a Uruguay al obtener la sede del 30, organizó para ganar el del 34 y le advirtió a su equipo antes de la final del 38: ¡vencer o morir! Adolf Hitler (Alemania) siguió el modelo de Mussolini: deporte = nación. Su ministro de propaganda, el temible Goebbles, lo tenía claro cuando dijo: Ganar un partido tiene más importancia para la gente que conquistar una ciudad en el Este. Francisco Franco (España) alineado con Hitler y Mussolini, potencia el fútbol español como divertimento para el pueblo. Bajo su mandato (1939/75), Real Madrid y Barcelona se convirtieron en equipazos que llevaron fuera del país otra imagen de la dictadura Lavrenty Beria (Rusia) era la mano derecha de Stalin para controlar con mano de hierro la URSS como jefe de la temida KGB. También era fanático del fútbol y presidente del Dínamo de Moscú, el equipo que dominó el fútbol soviético hasta su muerte en 1953 Augusto Pinochet (Chile) usó el Estadio Nacional de Santiago como centro de detención (1974) y se aprovechó de la popularidad de Colo Colo para mejorar su imagen: fue su presidente honorario. Jorge Rafael Videla (Argentina) y su Junta Militar organizaron el Mundial del 78 para ganarlo (polémico 6-0 a Perú a bordo) y cambiar la imagen del país, pero los desaparecidos, los abusos y las violaciones a los derechos humanos no se olvidaron. Luis García Meza (Bolivia) se tomó el poder en 1980 y, a imagen y semejanza de Pinochet, fue nombrado presidente del popular Wilstermann, que vivió una etapa dorada… hasta que acabó la dictadura en el 82. Arkan Raznatovic reunió a 10.000 hinchas del Estrella Roja y organizó un grupo paramilitar (“Los Tigres de Arkan”), una máquina asesina al servicio de Slobodan Milosevic en la Guerra de división de Yugoslavia entre 1990 y 1996. Luego presidió el Obilic FC Teodoro Obiang (Guinea Ecuatorial) está en el poder desde 1979 y tiene el petróleo para comprar cosas como la sede de campeonatos africanos y la presencia de extranjeros (colombianos entre ellos) en la selección nacional; todo para potenciar su imagen

Fuente: Golcaracol