El Atlético no pudo con el Sporting (1-1)

"A los de Simeone les volvió a faltar puntería en El Molinón (1-1)
El Atlético también engrandece a Juan Pablo

Si hace una semana fue Toño quien se interpuso entre el Atlético y la victoria, en El Molinón fue Juan Pablo (1-1). El meta del Sporting pudo con Falcao, que no tuvo su día en el remate, y con el resto de atacantes del Atlético. A los de Simeone se les puso el partido de cara con el tanto de Canella en propia meta, después de un jugadón de Adrián, que sacó de rueda a la zaga rival. Eguren igualó la contienda tras un barullo, en lo que fue el primer gol que encaja el Atlético de Simeone en Liga. El Atlético las tuvo para ganar, pero no acertó. Al final, el intenso Sporting de Clemente pudo incluso inclinar la balanza de su lado, pero Courtois le sacó un mano a mano a Colunga.

En El Molinón no se vio al gran Atlético de Roma ni de Santander, pero no fue un mal Atlético. Hizo méritos de sobra para ganar ante un rival que fue intenso con su nuevo entrenador, Javier Clemente, en el banquillo. El Sporting le puso toda la intención del mundo, pero continuó falto de juego. Con eso y con un gran Juan Pablo le dio para empatar ante un Atlético que atraviesa un gran momento, lo que no es poco. El cuadro de Simeone tuvo más problemas que en anteriores partidos para generar juego, pero nunca le perdió la cara al choque. No es el Atlético un conjunto que se arrugue desde que el Cholo cogió las riendas y tampoco lo hizo en Gijón.

Se vio pronto que no iba a ser el día de Falcao. El colombiano, un rematador reputado, falló en situaciones sencillas. Para empezar, un mano a mano con Juan Pablo después de un sensacional servicio de Koke. Se juntó todo: tapó bien el meta del Sporting y disparó mal el Tigre. En el córner que siguió a esa acción, Godín cabeceó alto con el meta del Sporting fuera de la portería. Tuvo que aparecer Adrián para que el balón fuera a la red. El asturiano es una mina, casi todos los partidos saca algo. Tras una dejada de Falcao que no parecía tener mayor peligro, se plantó ante Juan Pablo con una zancada prodigiosa dejando atrás a Gregory. Su disparo fue malo, pero apareció Canella para meter la pierna y convertirlo en gol.

El Sporting reaccionó empujando. Courtois no sufría ningún susto, pero vivía en tensión. El Sporting merodeaba su área y el Atlético cometía más faltas de las necesarias. Gregory tuvo el empate en un cabezazo que se fue por centímetros. Un rato después, el Atlético fue incapaz de despejar un centro cualquiera de Colunga y lo pagó caro. Botía tocó el balón, Miranda no acertó a despejar y del barullo sacó provecho Eguren, que remató a gol muy cerca de Courtois. Era la única forma de la que podía marcar el Sporting: a base de empuje.

Diego tuvo el 1-2 antes del descanso, pero falló en el segundo palo sin oposición. Su remate raso lo sacó Juan Pablo. El Sporting inició mejor la segunda parte que el Atlético, aunque no llegó a exigir a Courtois. Simeone se dio cuenta y metió a Salvio por Koke. El partido giró de nuevo del lado visitante y comenzaron a llegar las ocasiones. Y no fueron pocas. Un violento remate de Gabi se fue cerca del palo y justo después Falcao exigió a Juan Pablo en un buen tiro cruzado, lo mismo que Salvio minutos después.

Lo mejor del Atlético fue que buscó el segundo gol hasta el final. Incluso tras algunos cambios que parecían mandar un mensaje en sentido contrario, como el de Perea en lugar de Adrián. Ya con Diego fuera por lesión, Falcao tuvo dos ocasiones con las que soñaría todo 'nueve'. Primero remató mal de cabeza, una de sus especialidades, un excelente servicio de Salvio desde la derecha. Después, también tras un envío del argentino, se acomodó la pelota con el pecho y quedó franca para el remate dentro del área. El balón, raso, lo sacó Juan Pablo. Definitivamente, era el día del portero y no lo era del colombiano.

Pudo ser peor para el Atlético, porque Colunga se quedó a mano a mano con Courtois poco después. El belga sacó el remate raso. Habría sido un castigo excesivo para un Atlético que no se conformó nunca con el empate. Tuvo mérito, porque la carga final se produjo sin Diego ni Arda, dos de los jugadores más importantes del equipo lesionados ambos, uno antes del partido y el otro durante el choque. No fue un Atlético brillante, pero sí tuvo orgullo. Todos hicieron su trabajo excepto Falcao. Para el Sporting de Clemente no fue un mal inicio teniendo en cuenta el rival que tenía enfrente. Tiene mucho que recorrer, pero queda un mundo y ante el Atlético no pareció un equipo muerto.

Fuente: Marca