El Real Madrid hace el ridiculo en Valencia

Tras el ridículo blanco en Valencia
El Barça ya está por delante del Madrid

Han tenido que pasar solo tres jornadas para sacar los colores al equipo de ‘Mou’ . La Liga recupera la normalidad



El Barça supera en un punto a los de Mou


Tenía razón José Mourinho en avisar en la rueda de prensa previa al partido ante el Levante que el primer objetivo de su equipo es la permanencia porque a las primeras de cambio acaba de perder con uno de los equipos que teóricamente luchará por no bajar a Segunda. El ridículo que hizo el Real Madrid en el Ciutat de Valencia fue apoteósico, aunque no le viene de nuevo ni al equipo ni a su técnico porque la temporada pasada ya se dejó dos puntos en la ciudad de Turia. El entrenador luso también se ha hartado de decir a aquellos que quieren escucharle que en sus segundos años siempre mejora los números del primero. Pues bueno, por lo visto hasta ahora tampoco es para echar cohetes. Ha perdido un título, la Supercopa de España ante el Barcelona, y además ya arroja peores números que la temporada pasada ya que en un campo donde empató el año anterior ahora ni tan siquiera ha podido sacar ni un punto. Vamos, para ponerse a temblar ante las profecías del bueno de `Mou¿.

Lo que parece que no cambia es la superioridad blaugrana. Ha necesitado solo tres partidos para poner las cosas en su sitio y situarse ya por delante del Real Madrid. El equipo de Guardiola suma siete puntos mientras que el Real Madrid se ha de conformar con seis. Pero lo peor no es eso sino que la imagen de uno u otro dista millones de años luz. Mientras que el equipo de Pep sigue demostrando ser una referencia gracias a su juego, goles y `fair play¿, el de Mourinho se desmarca a base de triquiñuelas, dureza, tanganas y excusas de mal perdedor, señalando siempre en última instancia a los colegiados. En el Barça se enorgullecen de tener a Messi, Xavi y Cesc, mientras que en Madrid se vanaglorian con Pepe, Coentrao y Arbeloa. Dos formas muy distintas de ver el fútbol, le pese a quien le pese.
Y es que el varapalo que se llevó ayer el Real Madrid demuestra claramente que es un gigante con pies de barro, un equipo construido bajo los criterios de un técnico que antepone el marcador al juego, por lo que cuando los resultados no acompañan su cruzada se convierte simplemente en un sinsentido, viendo conspiraciones masónicas en cualquier resquicio del Bernabéu.
Mourinho, que hasta ahora había destacado por su defensa a ultranza a su equipo y por tener entre ceja y ceja el reto de convertir el vestuario en una piña, ha tardado menos de un mes para señalar a un jugador como el culpable de la derrota, el turco Khedira, y acusar asimismo veladamente de pijos y acomodados a su plantilla al asegurar que no son capaces de poner testiculina en campos aguerridos y duros. Sin duda, la mejor receta para encarar los próximos tranquilos con tranquilidad y buen rollo: `matando¿ a un jugador y llamando endiosados a sus hombres.
A este Real Madrid, para mayor sorna, le cantan ya en las gradas “¡A segunda, a segunda!”, por lo que parece que será a partir de ahora un cantinela habitual en todos los campos que reciban al equipo blanco.
Y para aquellos que crean que la imagen es secundaria y que lo importante son los números, es decir, que siguen a rajatabla la filosofía de Mourinho, solo recordarles que ya suman un punto menos que el Barcelona y que acumulan cuatro goles menos a favor. Casi nada...