'Mou', es un provocador profesional que acumula sanciones

Es un provocador profesional que acumula sanciones
'Mou', el coleccionista de multas

La trayectoria profesional del entrenador luso está salpicada de incidentes desagradables a su paso por los banquillos de Inglaterra, Italia y España



En Inglaterra dejó huella tras proclamarse `The Special One.


Mourinho posee un currículo único como coleccionista de multas. Acumula casi 278.000 euros en multas. Su trayectoria profesional está aderezada de lamentables incidentes provocados por ese repertorio de recursos difícil de igualar. Su capacidad de ofender e incluso de insultar es sorprendente. Tiene dotes interpretativas que superan lo teatral. Y su catecismo es rico en excusas que justifican los fracasos de su equipo. Es un provocador profesional que acumula multas y sanciones.

'The special One'
Mourinho se ha convertido en un fenómeno mediático imponente desde que salió del Oporto en 2004. Además de títulos colecciona expedientes dando trabajo extra a los organismos disciplinarios ingleses, italianos, españoles, de la UEFA y de la FIFA. Su presentación en el Chelsea fue sonada: “I am the european champion. I think I'm a special one”. O lo que es lo mismo: “Por favor, no me llamen arrogante, pero soy campeón europeo y pienso que soy un ser especial”.
UEFA le tomó la matrícula en los octavos de final de la Champions que midió al Chelsea con el Barça en el 2005-06. Fue su primer roce con los azulgrana. El Comité de Control y Disciplina de la UEFA le sancionó con dos partidos y una multa de 13.000 euros por sus “falsas declaraciones para crear un ambiente envenenado y negativo”. Mourinho acusó al árbitro sueco Anders Frisk y al técnico del Barça, Frank Rijkaard, de haber mantenido una conversación en los vestuarios en el descanso.
En Inglaterra, en 2005, fue sancionado con una multa de 7.500 euros por acusar a Ferguson de presionar al árbitro de la semifinal de la Copa de la Liga. En 2007, por contactar con Ashley Cole, del Arsenal, para convencerle que fichara por el Chelsea. Una práctica que castiga la normativa de la FIFA, que sólo permite negociar con un jugador en sus últimos seis meses de contrato. La multa fue de 109.000 euros y para el Chelsea de 435.479. Tampoco pasó inadvertido cuando en su primer enfrentamiento con el Liverpool, al poco de hacerse cargo del millonario proyecto de Abramovich, se llevó el dedo índice a los labios para silenciar a los aficionados `reds¿ en la final de la Copa de la Liga.
Mourinho dejó huella también por frases así: “Si quisiera un trabajo fácil me habría quedado en el Oporto: hermosa silla azul, la UEFA Champions League, Dios, y después de Dios, yo”.
Más madera en Italia
Su salto a Milán reafirmó esa arrogancia supina. En sólo dos temporadas acumuló cuatro expedientes por motivos diferentes: 10.000, 13.000, 40.000 y 15.000 euros de multas. La primera, por criticar al árbitro tras un Inter-Milan. La segunda, por agarrar del brazo a un periodista. La tercera, por simular estar esposado. Un gesto con el que se quejaba de la expulsión de dos jugadores.
El organismo sancionador italiano justificó la multa aduciendo que había protagonizado un comportamiento “teatrero”. Además de la multa le impuso tres partidos de sanción. Y la cuarta, 15.000 euros y un partido tras ser expulsado en el último encuentro liguero contra el Cagliari por insultar al árbitro.
En España, 'el puto amo'
En España se ha metido con entrenadores, jugadores, dirigentes, periodistas, aficiones, árbitros... acumulando expedientes, denuncias, multas y sanciones. La UEFA, en noviembre de 2010, le sancionó con un partido y una multa de 30.000 euros por conducta impropia en la Liga de Campeones contra el Ajax, por forzar las tarjetas amarillas de Xabi Alonso y Sergio Ramos.
Pero el diablo que lleva dentro ha salido a la luz en los enfrentamientos con el Barça. El club azulgrana le denunció ante el Tribunal de Control y Disciplina de la UEFA por “las graves acusaciones” vertidas: “Es inaceptable que nadie se atreva a cuestionar nuestros títulos ni tampoco nuestra relación con Unicef”, dijo indignado Toni Freixa tras la rueda de prensa que dio el portugués al caer eliminado en las semifinales de la Champions. UEFA también le abrió expediente: le sancionó con dos partidos, que podrían ser tres en caso de reincidencia, y una multa de 40.000 euros (reducida a 30.000).
Su penúltimo `affaire¿ fue en la Supercopa. Participó en la tángana final metiendo el dedo en el ojo de Tito Vilanova, segundo de Guardiola. El Juez único del Comité de Competición ha actuado de oficio y estudia su caso. El caso del `puto amo¿ como le calificó Pep.