Un Angel se confiesa

Muchos pidieron a gritos por él cuando la Selección colombiana más necesitaba un delantero de su experiencia y categoría. Sin embargo, ni Jorge Luis Pinto ni Eduardo Lara lo eligieron para intentar clasificar a la Copa del Mundo.Hoy, cuando el fracaso está consumado, el nombre de Juan Pablo Angel suena en cada ámbito en el que se hable acerca de lo que le faltó al equipo nacional. Y él, como siempre, opina con criterio sobre lo que pasó y lo que viene, en una entrevista exclusiva con Balón -¿Cómo vivió la eliminación de Colombia?
-Con mucha nostalgia, como un hincha más. Sé lo duro que es eso porque me tocó vivirlo desde adentro. Yo creo es muy difícil dar una opinión sobre lo que pasó dentro del equipo o cuál fue la vivencia de los jugadores que participaron de este proceso. Yo lamentablemente nunca tuve la posibilidad de estar, pero me dio mucha pena como a cualquier hincha.-¿Por qué cree que no lo llamaron ni Pinto ni Lara?
-Esa es una pregunta muy difícil de responder. Lo que sí, repito, me dio mucha nostalgia no haber participado. Yo siento que todavía podría haber ayudado, como también creo que hay jugadores jóvenes que están rindiendo muy bien en sus equipos e iban a llegar con una edad ideal si la Selección clasificaba para el Mundial.
Pero es mucho más fácil hablar con el resultado puesto, aunque creo que en estos tres años mi rendimiento fue muy bueno en Estados Unidos y podría haber dado una mano. Por eso me dio mucha nostalgia. Pero nunca quise generar polémica y los jugadores que estuvieron siempre mostraron un gran nivel.
-En Colombia se está haciendo el duelo de la misma manera que hace cuatro años. Se ha vuelto al mismo debate de siempre: ¿el técnico debe ser colombiano o extranjero?, como si el único problema fuese el entrenador. ¿Pasa por ahí el verdadero debate para solucionar los problemas que tiene la Selección?
-No, yo iría un poco más atrás, no sólo los últimos cuatro años, sino los últimos tres Mundiales. Venimos cometiendo los mismos errores y yo no creo que cambiar el técnico sea la única solución. Se necesita un proyecto serio e integral acorde a nuestra cultura, a nuestro estilo de juego, a nuestros jugadores. Y que la prensa, los directivos y los futbolistas, todos los que formamos parte del fútbol, luchemos por el bien común.
Todos coincidimos en la importancia que tiene no sólo para el ambiente futbolístico, sino para todo un país, la clasificación a un Mundial. Nosotros nos perdimos los últimos tres. Tuvimos muy buenos equipos pero desafortunadamente no se pudo plantar un buen proceso, que se respete y que tenga bases sólidas para llevar a Colombia a la Copa del Mundo.
-Uno de los problemas graves fue la falta de gol, algo que usted vivió, ya que no jugó tantos partidos con la Selección pero tampoco hizo tantos goles. ¿Ponerse la camiseta nacional pesa tanto que hasta a los goleadores se les olvida hacer goles?
-Yo creo que el debate se ha hecho demasiado simple, nos hemos hecho muy facilistas a la hora de cuestionar si un jugador sirve o no para la Selección. Aunque a veces pasa que un futbolista rinde mucho mejor en su equipo que en la Nacional, depende de nosotros generar un sistema de juego que les permita a esos futbolistas jugar tan bien como lo hacen cada semana.
El principal problema es ese, no se ha podido encontrar un estilo de juego, una identidad que, dejando atrás a las selecciones de Maturana, también pueda adaptarse a los futbolistas que tenemos hoy. Porque no se puede seguir hablando del Pibe (Valderrama), de Faustino (Asprilla), de Rincón. Ellos vivieron su etapa, nos dieron mucha gloria, pero ahora es necesario hallar un sistema de juego que les devuelva la identidad a los jugadores colombianos.
-¿Cree usted que quienes tomaron todas las malas decisiones con respecto a los seleccionadores son responsables y deben poner en consideración sus puestos porque por esos errores Colombia se perderá otro Mundial?
-Yo estoy de acuerdo con eso. Viví el proceso de Rueda desde adentro y sé, no sólo la clase de persona que es, sino también el grupo de trabajo que tenía. Se dijo que nosotros supuestamente manejábamos el plantel, que los más viejos habían creado el Sindicato y que habían actos de indisciplina. Me acuerdo bien que Pinto cuando llegó dijo que la Selección iba a dejar de ser el cabaret que había sido, pero cualquiera que haya vivido desde adentro ese proceso se habría dado cuenta el profesionalismo que había entre los integrantes del plantel. Jamás hubo un acto de indisciplina y había un gran compromiso de parte de todos.
Las cosas que siempre lo han caracterizado al Profesor Rueda sonsu integridad y su honestidad, por eso hoy está recogiendo los frutos de eso. Está en un país que lo acogió de la mejor manera, no sólo a él sino a ese puñado de colombianos honestos que llevó a Honduras a un Mundial después de mucho tiempo.
-¿Cómo ve al resto de las Selecciones sudamericanas?
-Brasil y Chile también apostaron a un trabajo serio y responsable. Cuando empezó la Eliminatoria todos criticaron a Bielsa por la gran cantidad de dinero que ganaría, por su locura o por el hecho de que no permite entrar periodistas a los entrenamientos. Sin embargo, hoy lo quieren como presidente del país más o menos. Lo mismo pasó con Dunga, empezó muy mal y todos decían que eran un burro, pero finalmente, llevó a Brasil al Mundial con honores.
Las personas que están a cargo de elegir los procesos generalmente lo hacen en base a los resultados. Como decíamos de los delanteros, si un goleador juega veinte partidos y hace sólo un gol, directamente fracasó. Entonces, si un grupo de personas está tratando de llevar a un equipo al Mundial y no lo logra en tres ocasiones, también es un fracaso, por lo que hay que barajar y dar de nuevo. Deberíamos cambiar y empezar a valorar los resultados, para que quienes están a cargo puedan también ser responsables de lo que pase, sea bueno o malo.
-Usted hablaba de la identidad, algo que se ha perdido hace tiempo. Es cierto que no debemos pensar en los nombres sino en el esquema, entonces, si usted algún día tuviera incidencia en ese tema, ¿Cómo jugaría su la Selección, cómo recuperar algo de aquellos equipos?
-Yo creo que hay un antes y después. Los tiempos han cambiado y el fútbol también. Aquel seleccionado que jugaba bonito y todo el mundo añora poco tiene que ver con lo que pasa hoy en día. Primero que nada, la base del equipo era Nacional, y casi todos los jugadores se conocían de memoria. Además, casi todo el plantel jugaba en el fútbol local, se concentraban meses enteros, jugaban todo el tiempo juntos.
En la actualidad pasa lo contrario, la mayoría de esos futbolistas juegan en el exterior y llegan sólo tres o cuatro días antes de los partidos. Por eso es muy difícil armar un equipo sólido.
-Pero ese problema lo tienen todos los seleccionados sudamericanos.
-Exacto, lo mismo pasó en Chile, pero cambiaron completamente su estilo de juego y su mentalidad. Adoptaron otra forma de jugar, que les sirvió para llegar al Mundial con mucho estilo. Entonces, nosotros tenemos que buscar, con los jugadores que tenemos, la mejor manera de plantear los partidos. Debemos ver a qué juegan en Europa, a qué están acostumbrados en sus clubes y a partir de ahí buscar no sólo un técnico sino todo un proceso que les permita desarrollar todo su potencial en las Eliminatorias.
-Entonces, no debemos pensar en no jugar tan bonito como antes, sino adaptarse a lo que hay, como alguna vez lo dijo Cabrero.
-Yo creo que depende de quien está a cargo darse cuenta de los jugadores que hay para luego darle una identidad al equipo nacional.
-Exportamos muy buenos defensor y volantes centrales, pero no marcamos nada bien.
-Yo no estoy tan de acuerdo con eso. Tenemos a Radamel Falcao en Porto, que tiene un récord increíble, Hugo Rodallega está en la mejor liga del mundo, donde no es para nada fácil jugar cada fin de semana como titular. Entonces, el objetivo es buscar la mejor estrategia para que estos jugadores rindan como lo hacen en sus equipos, generar el volumen de ataque que se necesita para que ellos creen las situaciones de gol.
-Hay un tema básico para ir a un Mundial, que es elegir la sede. Fabián Vargas dijo alguna vez que a él nunca le preguntaron.
-Pero eso nunca ha pasado. Hay dos mensajes muy claros. Primero, en las últimas tres eliminatorias ha habido cambios de técnicos en medio de la competencia, y eso no es saludable para ningún equipo. Por eso, estos últimos tres procesos terminaron mal. En segundo lugar, está el problema de la sede, que no es menor. Tengo entendido que la FIFA puede entregar el dinero.Claro, la plata está aprobada y se puede construir sede en Medellín, Bogotá, Cali o Armenia. Entonces Juan Pablo, ¿dónde debería jugar como local Colombia?
-Que definan una sede, donde los jugadores se sientan en casa y puedan hacerse fuerte. Sea en la altura, en la costa o en el centro, pero que el equipo se sienta cómodo, que sea la casa de la Selección. La gran mayoría de los equipos tienen su sede donde juegan y ahí no excusas, ganan o pierden sólo por cuestiones futbolísticas. No se si el objetivo es que nos hagamos fuertes con cuestiones externas, pero por lo menos se necesita un lugar donde nos tengamos un sentimiento de partencia.
-Dicen que es fue uno de los motivos por los que Bielsa dijo no fue todos los desórdenes y la desorganización que se vive.
-Pero con razón, lo primero que quiere un técnico es tener un lugar de trabajo, donde sienta que tiene privacidad y pueda crear una convivencia con sus jugadores. Donde no esté expuesto a la prensa, a los hinchas. En Colombia no hay un lugar para entrenar a puertas cerradas y así es muy difícil.

-Siempre que hay un fracaso como este, las responsabilidades son compartidas, sin embargo, ¿quiénes son los máximos responsables de este momento?
-Yo coincido en que las responsabilidades son compartidas. Pero para iniciar un nuevo proyecto se necesita comenzar por la cabeza, que es donde se deben tomar las decisiones principales. Cualquier directivo que esté metido en los seleccionados sabe cómo viven los jugadores y qué tipo de entrenador se necesita. Entonces, se debe conocer todo lo mejor posible para tomar buenas decisiones. Ahora se cuestiona a la dirigencia con justa razón por tres años de fracasos.