La cuenteria.

La cuenteria

No se si vengan de antes de mi época juvenil, asumo que si, pero la verdad no tengo referencia al menos local de la existencia de estos seres en la ciudad que me compete, Bucaramanga. Cuando yo estaba en la universidad aparecieron de un momento a otro, fue cuestión de semanas para que se tomaran las plazas, los parques y cuanta presentación cultural que se hiciera en la ciudad. Tuvieron buena acogida entre la juventud e incluso entre el publico mayor, ya que daba una nota de irreverencia, humor y magia a los actos culturales, contaban experiencias propias o sociales, muy comunes para la gran mayoría de los espectadores pero dandole el punto de vista analítico y sátiro del análisis, resultaba interesante y entretenido ver estos mechudos de jean roto y tenis sucios pasar al frente venciendo en muchas ocasiones sus miedos internos con el animo de narrar una experiencia vivida. Se le encasillo en el genero de cultura ciudadana incluso como una parte del teatro y durante los años siguientes se le dio bombo por todo lado.
Su lugar de presentación era cualquier lugar, no requerían de ninguna ayuda de escenario o apoyo visual u auditivo, se valían solo de una botella de agua para refrescar de ves en cuando la garganta unas cuantas hojas a medio escribir para recordar apuntes y cualquier bobo que estuviera entre la audiencia para dar rienda suelta a bromas, pasatiempos y mamaderas de gallos que terminaban por llenar la función, función que solía durar 1 hora en promedio, aunque en ocasiones vi grandes seres de este tipo romper la barrera de la hora en monologo.
Se ramificaron; se fueron definiendo géneros entre el genero, la parte cómica, la parte artística, la parte mitica y la teatral. De manera tal que surgieron seres de entre los seres y se depuro un poco lo que en un principio era salir a contar lo que le había pasado y el análisis que se había echo de la situación. En lo personal, sentí que se había perdido la esencia primaria de la cuenteria. En un principio era expresar un punto de vista anónimo de una experiencia social, “esto es lo que yo pienso de” era una herramienta para la expresión, para el debate, para la irreverencia teatral que no se podía exponer en las tablas. Pero con su “depuración” se organizo lo que era el desorden y en medio de un nuevo orden se puntualizo lo que debe ser o aparentar ser un cuentero.
Pasaron de ser cientos a miles y cada quien que se sintiera con las pelotas de pararse frente a un escenario a narrar un texto leído acompañado de algo de fonomimica y uno que otro chiste flojo se considero cuentero. Se dejaron crecer las barbas y el cabello, adoptaron la imagen de la banda de rock Nirvana y se les soltó a la sociedad para que invadieran las plazoletas universitarias, los parques municipales y dando gala de una labia prodigiosa que en ultimas no es mas que una copia de la copia se autoproclamaron filantropos de la calle. Luego llego la copia americana…
Apareció el Stand Up Comedy criollo y con la sopa de letras se dejo rodar la pelota, el pueblo se maravillo ante un dvd de 2 horas en las que un personaje recopilaba todas las experiencias vividas por el pueblo colombiano durante los últimos 70 años, satirizando algunos pasajes de tal experiencia y contando al pueblo lo que ya sabían, trayendo nostalgia a las mentes y recaudando una gran cantidad de billetes ( hasta que le piratearon el dvd). La cuenteria se convirtió en comedia y el payaso se robo la escena.
Hoy por hoy se ven aun algunos de estos míticos seres en los parques y en las presentaciones, no todo esta perdido, existe aun quien escribe sus cuentos, los presenta y los analiza en tiempo real, existe aun quien no echa el mismo cuento una y otra ves, existe aun quien no copia el cuento y procura vender lo que es autóctono.
No todo esta perdido.
Gracias por leer.


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