El ejército planea bombardear con ratones muertos la isla de Guam

El ejército de EEUU planea lanzar ratones muertos sobre Guam para terminar con la plaga de serpientes que afecta a la isla del Pacífico desde hace 60 años. Los roedores estarán impregnados de acetaminofeno (paracetamol), una sustancia inocua para los humanos pero letal para las serpientes. Las autoridades calculan que existen unos dos millones de serpientes en la isla que han acabado con la población de aves y han trastornado el hábitat local. La ausencia de pájaros, por ejemplo, ha causado una proliferación de las arañas mucho mayor que en la islas de su entorno. Desde hace años se toman precauciones para que la plaga no se extienda al archipiélago de Hawái, donde podrían tener un efecto devastador.Se cree que los primeros ejemplares de serpiente arbórea marrón (Boiga irregularis), que mide entre uno y tres metros, llegaron a Guam a bordo de barcos o aviones poco después de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, informa NPR, esta especie invasora se ha comido los huevos de los pájaros de la isla hasta el punto de hacer desaparecer muchas especies.El primer cargamento de ratones con paracetamol se lanzará entre abril y mayo en los alrededores de la base aérea de Andersen, rodeada por vegetación y uno de los lugares desde donde podrían deslizarse a otras islas. Este primer lanzamiento se realizará desde helicópteros y los ratones serán arrojados de uno en uno, pero las autoridades prevén realizar más lanzamientos desde aviones de cargo si la operación tiene éxito.La estrategia ha sido diseñada durante la última década por científicos del gobierno con el apoyo de los departamentos de Interior y Agricultura. Para evitar que los ratones muertos sean devorados por otras especies- incluidas aves - se lanzarán los ratones con pequeños paracaídas para que queden colgados en las ramas de los árboles y no caigan al suelo.Para que la operación tenga éxito, apuntan algunas fuentes, las serpientes deberán comerse los ratones en los primeros dos o tres días, que es el tiempo en el que suelen considerar atractivas las presas muertas.