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El destino triste de los bosques en colombia
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El destino triste de los bosques en Colombia
En medio de la peor tragedia invernal que ha sufrido Colombia en muchos años, causada no solo por el calentamiento global sino por nuestro menosprecio hacia los ríos, los humedales y los bosques que regulan las aguas y el clima, el Ministerio de Medio Ambiente revocó esta semana una licencia otorgada por la Corporación Autónoma Regional del Chocó a la empresa canadiense Prima Hardwood International (Rem) para explotar durante 15 años, de manera selectiva, 44.596 hectáreas de bosques en Bahía Solano, en el Chocó, uno de los sitios de mayor biodiversidad de toda la Tierra y un área especial de reserva ecológica de Colombia.
La empresa canadiense planeaba exportar a los mercados internacionales más de cinco millones de metros cúbicos de madera de algarrobo, sande, cedro amargo, bálsamo, caimito, chanul y virola, algunas de las especies más preciosas que todavía existen en nuestras selvas tropicales. Para ello ocupó, con un discutido "permiso" del consejo comunitario de Los Delfines y la complicidad de Codechocó, un territorio colectivo donde viven cerca de seis mil personas, un territorio "inembargable, inalienable, imprescriptible", según la Constitución de Colombia.
La historia es larga y complicada. En 2006, Codechocó otorgó a los canadienses una primera autorización para extraer 13.000 metros cúbicos de 13 especies nativas en 300 hectáreas de la selva virgen. En 2008, revocó el permiso al comprobar que se talaron unos 800 árboles que dejaron abandonados en la selva. En 2010, prorrogó por dos años la explotación, a pesar de conceptos técnicos negativos a la prórroga suscritos por funcionarios de la misma Corporación.
El hecho fue denunciado por EL COLOMBIANO el 20 y el 21 de marzo. El columnista Alfredo Molano, de El Espectador , también reveló que el Consejo Comunitario de Mecana, donde la empresa construyó su campamento, consideró amañada y tramposa la consulta y corrupta la actuación del Consejo de Los Delfines. "Muchos consejos comunitarios se han vuelto una vía legal para permitir que los recursos -madera, oro, petróleo- sean explotados a cambio de miserables dádivas. Algunas consultas previas están siendo realizadas de manera tramposa por autoridades locales y, de hecho, compradas por empresas interesadas en una determinada explotación. Está a punto de imponerse un clientelismo feroz en las comunidades negras e indígenas para dirigir la consulta previa en una dirección", dijo Molano.
Las denuncias de los periódicos y los reclamos de las comunidades que rechazaban este crimen ecológico, obligaron a la intervención del Ministerio de Medio Ambiente. Funcionarios enviados a la región constataron el impacto negativo que han sufrido los suelos de la Mecana y Huaca, por la remoción de la capa vegetal en áreas de bosque, y sobre todo por los trabajos para acondicionar varios helipuertos. También comprobaron otras irregularidades: la tala de especies no autorizadas; la tala de árboles que no cumplen con el espesor; la remoción vegetal más allá del área de caída del árbol; la intervención de la quebrada La Resaquita, y la construcción de una línea de transmisión de energía sin licencia.
Lo ocurrido en Bahía Solano comprueba que uno de los principales responsables del proceso de deforestación en nuestro país es el propio Estado colombiano. Colombia tiene una de las cinco mayores tasas de deforestación de bosque húmedo tropical en el mundo. En las últimas décadas, Colombia perdió en bosques el equivalente a dos veces y medio el tamaño de la isla de Jamaica. Sólo en el sur del país se perdieron 14.322 kilómetros cuadrados de bosque. En los bosques de la zona andina desaparecieron 13.630 kilómetros cuadrados. Según un estudio de la U. Stony Brook de Nueva York, divulgado por la revista Semana , en el norte de los Andes, en el Pacífico y en los bosques amazónicos en cinco años se perdieron 35.121 km cuadrados de bosque.
Y, encima, les damos permiso de tumbar nuestros bosques más preciosos a las empresas canadienses, que ya acabaron con los bosques boreales de su país, su cuota vergonzosa en la aceleración del calentamiento global. Triste destino el de los bosques: darnos aire, agua, vida, alimento, abrigo, para luego morir arrasados por la mano criminal del hombre.
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